¿Qué mercados de valores desarrollados parecen baratos mirando al pasado y hacia el futuro?

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Los indicadores individuales que evalúan cómo está el mercado de acciones a menudo dan una imagen distorsionada. Sólo cuando se combinan, se obtiene una comprensión completa de lo que está pasando.

Si sólo miramos el múltiplo de precio/beneficio (trailing P/E en inglés) del mercado británico, podemos concluir que está barato. Esta es una medida retrospectiva que compara el precio de las acciones de una empresa con sus beneficios en los últimos 12 meses.

Alternativamente, podemos analizar las perspectivas de ganancias futuras del mercado, utilizando el ratio precio/beneficios a futuro (forward P/E en inglés). Este compara el precio de las acciones de una empresa con las expectativas de sus beneficios para los próximos 12 meses. Según esta medida, el mercado parece caro porque las perspectivas de ganancias son malas. En otras palabras, mirar al futuro revela que hay una razón detrás de por qué Reino Unido está barato.

El siguiente gráfico muestra un análisis bidimensional de las cotizaciones del mercado de valores desarrollado, que permite una apreciación más completa de dónde, si es que, en algún lugar, parece barato.

El eje X muestra lo caro o barato que es un mercado en relación al múltiplo precio/beneficio (trailing P/E) en los últimos 15 años. El eje Y hace lo mismo, pero usando el múltiplo de precio/beneficios a futuro (forward P/E).

El resultado es una tabla de 2×2. Los mercados de la derecha están caros en base a precio/beneficio (trailing P/E), mientras que los de la izquierda están baratos. Los mercados de la mitad superior están caros en base al ratio precio/beneficios a futuro, con los de la mitad inferior baratos.

El cuadrante superior derecho abarca mercados que están caros en ambas bases. Desafortunadamente, aquí es donde se encuentran casi todos los mercados desarrollados hoy en día. No es sorprendente que el mercado de valores de EE.UU. se extienda en ambos.

Hay un número limitado de mercados, incluyendo el Reino Unido, que parecen baratos en este periodo, pero caros en el futuro, por lo que no parecería una “ganga”.

Los mensajes simples suelen ser los más populares (por ejemplo, «el Reino Unido está barato»), pero la realidad normalmente no es tan sencilla. Es necesario rascar bajo la superficie.

La puntuación Z es una medida de dónde se encuentra el nivel actual del múltiplo de precio/beneficios en comparación con su experiencia histórica, calculada aquí utilizando datos de los últimos 15 años. Una cifra alta indica que el nivel actual está caro frente a su historia, un nivel bajo indica que está barato frente a su historia.

Autor: Duncan Lamont, responsable de estudios y análisis de Schroders


Información importante: Los puntos de vista y opiniones aquí contenidos son los de Duncan Lamont, responsable de estudios y análisis de Schroders, y no necesariamente representan puntos de vista expresados o reflejados en otras comunicaciones, estrategias o fondos de Schroders. Este material tiene la intención de ser sólo para fines informativos y no tiene la intención de ser material promocional en ningún sentido. El material no pretende ser una oferta o solicitud de compra o venta de ningún instrumento financiero. El material no tiene la intención de proporcionar y no se debe confiar en él para la contabilidad, asesoramiento jurídico o fiscal, o recomendaciones de inversión. No se debe confiar en las opiniones y la información de este documento cuando se toman decisiones individuales de inversión y/o estratégicas. Las rentabilidades pasadas no son una guía para las rentabilidades futuras y es posible que no se repitan. El valor de las inversiones y los ingresos de las mismas pueden disminuir o aumentar, y los inversores pueden no recuperar las cantidades invertidas originalmente. Todas las inversiones implican riesgos, incluido el riesgo de una posible pérdida de capital. Se cree que la información aquí contenida es fiable, pero Schroders no garantiza su integridad o exactitud. No se debe confiar en las opiniones y la información de este documento cuando se toman decisiones individuales de inversión y/o estratégicas. Los dictámenes de este documento incluyen algunos pronósticos. Creemos que estamos basando nuestras expectativas y creencias en suposiciones razonables dentro de los límites de lo que sabemos actualmente. Sin embargo, no hay garantía de que se vayan a realizar previsiones u opiniones. Estos puntos de vista y opiniones pueden cambiar.

¿El liderazgo de la renta variable estadounidense ha llegado a su fin?

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La excepcionalidad del mercado de renta variable de EE.UU. ha sido una de sus principales características durante la última década. Desde la crisis financiera mundial, la bolsa estadounidense logró una rentabilidad anualizada del 13%, superando con creces la rentabilidad anualizada del 6% de las bolsas mundiales (medida por el índice MSCI USA y el índice MSCI AC World ex US, respectivamente, en términos de dólares estadounidenses). Incluso a raíz del brote de Covid-19, esta tendencia se ha mantenido intacta, lo que ha llevado a algunos inversores a preguntarse si deberían siquiera molestarse en invertir en otras acciones que no sean estadounidenses.

Sin embargo, los que esperan que esta tendencia continúe en la próxima década podrían llevarse una decepción. Después de todo, los ganadores y perdedores, tanto dentro como a lo largo de los mercados, fluctúan con el tiempo. Esta vez no debería ser diferente. Además, una rotación hacia acciones no estadounidenses es algo que llevamos tiempo esperando. Y aunque es difícil hacer cálculos sobre cuándo se dará este punto de inflexión, todas las señales nos dicen que la fuerza de la gravedad hará que las acciones de EE.UU. vuelvan a tocar tierra.

La ventaja en beneficios empresariales de Estados Unidos ha desaparecido

La principal razón por la que las acciones de EE.UU. lo han hecho tan bien es por su mayor crecimiento de beneficios. Por ejemplo, de 2009 a 2014, los beneficios por acción (BPA) de EE.UU. aumentaron un 17% anual, en comparación con sólo el 7% de otros mercados, como se puede ver en el siguiente gráfico.

El problema es que esta ventaja ha desaparecido casi por completo. Desde 2015, casi todo el exceso de rentabilidad ha sido impulsado por la combinación del aumento exponencial de las valoraciones y la fortaleza del dólar. Las valoraciones y el dólar siempre pueden subir más, pero no indefinidamente. Los mercados han justificado esta prima de valoración porque las empresas estadounidenses han podido reinvertir sus beneficios a tasas de reinversión cada vez más altas. Sin embargo, las fuerzas seculares que apoyan esta tendencia, como la globalización, la aplicación laxa de normas antimonopolio y el arbitraje fiscal internacional se han estancado o se están revirtiendo.

Los precios de las acciones ya no están sincronizados con los beneficios empresariales

Durante la mayor parte del período posterior a la crisis, el exceso de rentabilidad de la bolsa estadounidense se ha movido en paralelo con las expectativas de beneficios. Sin embargo, recientemente la brecha entre las rentabilidades y las expectativas de beneficios se ha ampliado considerablemente.

Esto no es sostenible. En algún momento, o bien las expectativas de beneficios tendrán que ponerse al día o bien los precios de las acciones de EE.UU. deben corregirse.

El precio que se paga es clave para la rentabilidad futura

Una consecuencia de esto es que las valoraciones se extienden a niveles que históricamente habrían presagiado una baja rentabilidad de las acciones de EE.UU. frente al resto del mundo. Por ejemplo, los precios de las acciones estadounidenses se negocian a 25 veces sus beneficios históricos ajustados en función del ciclo (CAPE), en comparación con las sólo 13 veces de las acciones mundiales. Las perspectivas a largo plazo para EE.UU en relación con otros mercados ya no parecen atractivas.

La maldición del ganador

EE.UU. acoge algunas de las empresas más exitosas del mundo, incluyendo compañías como Amazon, Microsoft, Apple, Google y Facebook. Juntos, han proporcionado un crecimiento significativo de las ganancias y de la innovación tecnológica. Sin embargo, estas empresas se han vuelto tan grandes que son las que prácticamente están impulsando el mercado. Su peso combinado por capitalización de mercado se ha más que duplicado, desde aproximadamente el 8% del índice S&P 500 en 2015 a casi el 20% en la actualidad. Un mercado tan estrecho debería ser motivo de preocupación. Cuanto más grandes se hacen las empresas, más difícil les resulta seguir replicando esas rentabilidades. Esto es porque una vez que una compañía domina una industria, sólo puede crecer tan rápido como crezca el tamaño del mercado.

La única manera en que pueden seguir justificando sus múltiplos de crecimiento es desarrollando otros productos que revolucionen el panorama, o aprovechando sus recursos existentes para ramificarse en otros servicios. Pero, para eso, no hay garantía de éxito.

Para conseguir una exposición a la recuperación más barata, mejor fuera de EE.UU.

Las acciones mundiales son especialmente atractivas ahora, dada su mayor sensibilidad económica. Por ejemplo, a 31 de mayo de 2020, las acciones cíclicas representaban el 58% del MSCI All-Country World ex US Index, pero sólo el 36% del S&P 500.

Normalmente, los valores cíclicos ofrecen mejores rentabilidades después de que el ciclo económico haya tocado fondo, por lo que una menor ponderación relativa en este segmento podría limitar el rebote de las acciones estadounidenses una vez que se recupere el crecimiento mundial.

Evita poner todos tus huevos en la misma cesta

La última década ha pertenecido a EE.UU. pero la historia muestra que el liderazgo en rentabilidades es cíclico. Los inversores deben prestar atención a esta advertencia.

Aunque nunca podemos saber con certeza qué ocurrirá, teniendo en cuenta el pasado, si podemos afirmar que se dan las condiciones para una reversión de esta ventaja de rentabilidad.

Los diferenciales del crecimiento de los beneficios se han aplanado, las valoraciones parecen elevadas, la concentración del mercado ha aumentado y la exposición cíclica de EE.UU. a una recuperación mundial es limitada.

En este contexto, sería sensato que, durante la próxima década, los inversores diversificaran su cartera fuera de EE.UU.

AUTOR: Sean Markowicz, responsable de estrategia, estudios y análisis de Schroders


Información importante: Los puntos de vista y opiniones aquí contenidos son los de Sean Markowicz, responsable de estrategia, estudios y análisis de Schroders, y no necesariamente representan puntos de vista expresados o reflejados en otras comunicaciones, estrategias o fondos de Schroders. Este material tiene la intención de ser sólo para fines informativos y no tiene la intención de ser material promocional en ningún sentido. El material no pretende ser una oferta o solicitud de compra o venta de ningún instrumento financiero. El material no tiene la intención de proporcionar y no se debe confiar en él para la contabilidad, asesoramiento jurídico o fiscal, o recomendaciones de inversión. No se debe confiar en las opiniones y la información de este documento cuando se toman decisiones individuales de inversión y/o estratégicas. Las rentabilidades pasadas no son una guía para las rentabilidades futuras y es posible que no se repitan. El valor de las inversiones y los ingresos de las mismas pueden disminuir o aumentar, y los inversores pueden no recuperar las cantidades invertidas originalmente. Todas las inversiones implican riesgos, incluido el riesgo de una posible pérdida de capital. Se cree que la información aquí contenida es fiable, pero Schroders no garantiza su integridad o exactitud. No se debe confiar en las opiniones y la información de este documento cuando se toman decisiones individuales de inversión y/o estratégicas. Los dictámenes de este documento incluyen algunos pronósticos. Creemos que estamos basando nuestras expectativas y creencias en suposiciones razonables dentro de los límites de lo que sabemos actualmente. Sin embargo, no hay garantía de que se vayan a realizar previsiones u opiniones. Estos puntos de vista y opiniones pueden cambiar.