Los mercados se anticipan a la Fed

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deuda

Autor: David Norris, gestor de TwentyFour AM (Boutique de Vontobel AM)

La pendiente bajista de la curva de tipos de los bonos del tesoro estadounidense ha sido sin duda la noticia protagonista de 2021 para los inversores en renta fija, muchos de los cuales habrán sentido el impacto adverso de la venta generalizada en sus carteras.

Podría ocurrir que la FED tuviera que responder a la rápida recuperación de la economía estadounidense que está tomando forma. Sobre todo después de que la rentabilidad del bono del tesoro estadounidense a 10 años haya tocado el nivel de 1,6% por segunda vez este año y justo antes de la reunión del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC) de la FED que se celebra hoy y mañana en medio de comentarios que indican que los rendimientos del treasury podrían, incluso, tocar el 2% este año. Sin embargo, este discurso no procede de la Fed.

En nuestra opinión, la Fed considera que está bien posicionada en este momento y ha comunicado su plan de forma eficaz y coherente. Su mandato es el de lograr el pleno empleo y una inflación sostenible del 2%, con un nivel de tolerancia por encima de esta tasa objetivo; y por lo tanto la Fed no ve la necesidad de actuar en este momento.

Sin embargo, dado el ritmo de los últimos acontecimientos, es fácil entender por qué algunos participantes en el mercado se están poniendo nerviosos. La aprobación de un paquete de estímulo de 1,9 billones de dólares, la rápida introducción de vacunas y la publicación reciente de algunos datos macro importantes y positivos han incrementado aún más las expectativas de crecimiento en EE.UU., lo que ha hecho que los tipos de interés de los bonos del Tesoro de EE.UU. a largo plazo hayan descontado muchas buenas noticias en un plazo muy corto. Dada la solidez de los fundamentales, no nos sorprende ver los rendimientos de los bonos del tesoro estadounidense en estos niveles, pero sí la rapidez con la que se han alcanzado.

Esta celeridad no ha pasado desapercibida en la Fed, cuyos miembros han expresado su preocupación por el ajuste desordenado de los rendimientos de los bonos Tesoro y su disgusto por cualquier endurecimiento asociado de las condiciones financieras. Sin duda, esperamos que la Reserva Federal actúe si empieza a ver indicios de un endurecimiento importante.

El empleo es otro punto de desconexión aparente entre el mercado y la Reserva Federal. Aunque hemos visto una mejora en el último dato de las nóminas no agrícolas, el diablo está en los detalles. La gran mayoría de los puestos de trabajo creados se encontraban en los sectores del ocio y la hostelería, que serán, naturalmente, algunos de los primeros segmentos empresariales que se beneficiarán a medida que la economía mejore y comiencen a abrirse más estados. También hay que tener en cuenta que, por lo general, se trata de puestos de trabajo mal pagados, lo que, en todo caso, habrá hecho bajar las cifras de los ingresos medios por hora (AHE), un indicador que se sigue muy de cerca. Hasta ahora, el principal objetivo del presidente de la Fed, Jerome Powell, ha sido restaurar los millones de puestos de trabajo destruidos desde el comienzo de la pandemia, y la institución tiene que recorrer un largo camino antes de alcanzar algo parecido al pleno empleo; estos primeros impulsos pueden resultar los más fáciles de conseguir.

Un área en la que el mercado parece haberse adelantado a las comunicaciones de la Reserva Federal es la de la inflación, ya que las expectativas de la evolución de los precios en EE.UU. han vuelto a aumentar en las últimas semanas. El paquete de estímulo de 1,9 billones de dólares de la administración Biden ha sido un factor clave en este sentido, y aunque queda por ver qué parte del estímulo volverá a la economía, dado que la mayoría se ha destinado a cheques (465.000 millones

de dólares) y a la ampliación de las prestaciones por desempleo (350.000 millones de dólares), la economía debería recibir un impulso considerable. Por ahora no esperamos que el estímulo altere drásticamente el criterio de la Fed, que considera que los recientes indicadores inflacionistas son transitorios.

La gran incógnita en este caso es la evolución en el proceso de vacunación y la rapidez con la que se traducirá en la recuperación económica y el crecimiento. En caso de que los objetivos de inflación y empleo de la Fed se alcancen antes de lo previsto, la autoridad monetaria estadounidense deberá hacer frente a estas preocupaciones de manera oportuna, dado su enfoque basado en el forward guidance.

En última instancia, seguimos pensando que EE.UU. seguirá liderando la recuperación económica por delante de Europa y el Reino Unido, lo que debería traducirse en una curva más empinada para los bonos del Tesoro de EE.UU. que para los del Reino Unido y Europa. Creemos que la Fed mantendrá el rumbo hasta que vea un avance importante en el mercado laboral.

Dado el ritmo de este nuevo ciclo económico, y la velocidad de la subida algo desordenada de los rendimientos del Tesoro, es fácil pensar que, o bien los mercados se están adelantando a la Fed, o bien la Fed será demasiado lenta para actuar en caso de que sea necesario.

Desde nuestro punto de vista, los recientes aumentos de las previsiones de crecimiento de EE.UU. para 2021 son difíciles de ignorar, y es fácil que los rendimientos del Tesoro sigan subiendo. Sin embargo, no debemos subestimar la posibilidad de que la Fed haga algo, y dada la posición técnica de los bonos del Tesoro en este momento, los rendimientos podrían bajar si lo hace. La reunión del FOMC de esta semana y la conferencia de prensa posterior podrían ser la oportunidad de Powell para al menos hablar de alguna acción.

La OPEP sorprende a los mercados y los precios del petróleo suben

Gestoras
alta volatilidad

Autor: Michel Salden, Head of Commodities, Vontobel Asset Management.

La OPEP no ha modificado las cuotas de producción de abril, frente a la previsión de consenso de un aumento de 1,5 mbpd (millones de barriles diarios)

Los precios del petróleo subieron un 4% tras el comunicado, alcanzando los 66,75 dólares para el Brent y los 64,75 dólares para el crudo WTI

Rusia y Kazajstán consiguieron aumentar su producción en 0,15 mbd combinado

Arabia Saudí mantiene su recorte voluntario de la producción de 1 mbpd durante al menos un mes y señala que no tiene prisa por terminarlo.

Ayer, la OPEP+ volvió a sorprender a los mercados al mantener sin cambios sus cuotas de producción para abril, frente a las expectativas de consenso de un aumento de 1,5 mbpd. Arabia Saudí volvió a conseguir mantener la disciplina de producción entre los miembros de la OPEP. También Rusia, que no es miembro de la OPEP, muestra su pleno compromiso con las políticas actuales.

Es probable que el exceso de almacenamiento de petróleo a nivel mundial siga superando los 100 millones de barriles, pero la decisión de ayer de la OPEP acelerará la reducción de los inventarios de petróleo hasta alcanzar el nivel medio de los últimos 5 años. Dada la actual situación de desabastecimiento, los inventarios mundiales de petróleo se están reduciendo en 2 millones de barriles por día (MBPD) y lo más probable es que todo el exceso de inventarios se agote en junio de este año. Esta reducción de los inventarios viene acompañada de un fuerte repunte de la demanda de petróleo en el segundo trimestre, cuando se hacen visibles en la movilidad los efectos de la vacunación. Esto representa un buen momento para que la OPEP cree tensión en el mercado y dirija las curvas del petróleo. Para finales de 2021, es probable que veamos una normalización completa de vuelta a los niveles de demanda de petróleo de 2019 (100 mbpd frente a los 94 mbpd actuales), lo que implica una de las aceleraciones más pronunciadas de la demanda de petróleo jamás registradas en la historia. Si este escenario se cumple, las curvas del petróleo se internarán en una situación aún mayor de backwardation, lo que elevará los precios al contado y reducirá los precios del petróleo a más largo plazo. Esto frenará el repunte de la producción de crudo a largo plazo de los productores no pertenecientes a la OPEP, ya que los precios del petróleo a más largo plazo se negocian entre 10 y 12 dólares menos que en el mercado al contado. Esto significa que, mediante la gestión de la curva, la OPEP dificulta a las grandes petroleras y a los productores de esquisto la cobertura de los precios de producción rentables

Las declaraciones de Arabia Saudí revelan que no han subido porque confían en que se han posicionado para aumentar significativamente su cuota de mercado en los próximos meses. Por lo tanto, su postura no se debe a las dudas sobre la debilidad de la demanda o al temor a la vuelta del petróleo de esquisto. El crecimiento de la producción fuera de la OPEP está en una senda de declive estructural, ya que las grandes petroleras occidentales sienten la presión de sus grupos de interés centrados en el ASG. La subida de los precios del petróleo suele ser una buena noticia para los productores de esquisto de EE.UU., pero esta vez los elevados costes de financiación y la incertidumbre política están dificultando cualquier crecimiento de la producción este año.

En general, este escenario es extremadamente alcista para los futuros del crudo. Los precios crecerán hasta los 75 dólares en el tercer trimestre y se mantendrán ahí durante un tiempo. Y lo que es más importante, la backwardation del petróleo se acerca al 10% sobre una base anualizada, lo que lo convierte en una de las coberturas inflacionistas de mayor rendimiento. A la luz de la reciente agitación del mercado de los bonos del Tesoro de EE.UU. debido a las crecientes expectativas de inflación, es probable que las coberturas contra la inflación que se encuentran en la exposición a las materias primas tengan una fuerte demanda ahora y en los próximos meses.

This is the personal opinion of the author and does not necessarily reflect the opinion of Vontobel Asset Management.

Observando las altas valoraciones de la renta variable

Gestoras
mercados de valores

Autora: Johanna Kyrklund, directora global de inversiones multiactivos de Schroders

Las valoraciones de los mercados de renta variable están, por ahora, respaldadas por algunos factores, pero la historia puede cambiar en primavera.

El aumento de la participación de los inversores minoristas ha seguido una tendencia curiosa durante la pandemia, que culminó con la subida y bajada de las acciones de GameStop.

Como sector, nos preocupa la desconexión de los inversores particulares de los mercados financieros, los centros de creación de riqueza. La propiedad directa de acciones por parte de los particulares lleva décadas disminuyendo. Por ello, hay que celebrar el creciente fervor por la inversión en acciones que ha ido creciendo a lo largo de 2020. Sin embargo, el más reciente estímulo a los inversores novatos para que compren acciones disparatadamente infladas no debería serlo.

Para muchos, la adquisición de títulos de GameStop será la única vez que compren una acción, y sólo se quedarán con el recuerdo de su participación en la «burbuja furiosa» y con una dolorosa pérdida. Me preocupan los riesgos que se corren en un momento en que la economía y la salud son ya una preocupación acuciante.

Nuestra expectativa de que las vacunas proporcionarían una inyección para las acciones de recuperación ha demostrado ser así. Los mercados han subido bastante desde entonces y, como señalamos el mes pasado, las valoraciones de los principales mercados parecen caras en comparación con las bases históricas.

En el siguiente gráfico el color denota lo caro que está el mercado en comparación con su histórico de los últimos 15 años. Así, los cuadrados rojos más oscuro muestran que, según esa medida de valoración concreta, el mercado está un 20% más caro que la media de los últimos 15 años. El verde muestra los mercados que están entre un 0 y un 10% más baratos que la media de los últimos 15 años.

Pero no es motivo para dejar de creer en la renta variable

Mientras seguimos con restricciones y sin control del virus, es fácil sentirse abatido. Sin embargo, el trabajo de nuestra Data Insights Unit sugiere que deberíamos empezar a ver los beneficios de las vacunas en EE.UU. y Reino Unido a medida que nos acercamos a la primavera. Los brotes verdes están empezando a surgir y los bancos centrales no querrán pisotearlos con el endurecimiento de la política monetaria.

Sencillamente, la magnitud de la tensión económica creada por los cierres hace improbable la retirada de las medidas de estímulo, una opinión reforzada por la Reserva Federal el mes pasado.

Esto nos lleva a pensar en un escenario en el que las economías se recuperen y los rendimientos de los bonos se mantengan bajos, lo que contribuye a respaldar las valoraciones de las acciones. Los mercados parecen burbujear, pero las burbujas tienden a pincharse cuando suben los tipos y, por ahora, los banqueros centrales mantienen sus agujas a buen recaudo.

¿Qué pasa con la inflación? Se habla mucho de los locos años veinte y de la consiguiente presión sobre los precios. Pero es demasiado pronto para preocuparse. Hay pocos indicios de una peligrosa presión inflacionista. De hecho, un poco de inflación apoyaría la recuperación mundial, pero no sería suficiente para incitar a los bancos centrales a subir los tipos.

Cuando nos adentremos en la primavera, es posible que las noticias sobre el virus sigan mejorando. En ese momento podría ser el momento de tomar algunos beneficios y disfrutar un poco del sol.

Información importante

Los inversores deben ser cautelosos con la tentación de comparar simplemente una métrica de valoración de una región con la de otra. Las diferencias en las normas contables y la composición de los distintos mercados bursátiles hacen que algunos coticen siempre con valoraciones más caras que otros.

Esta información no constituye una oferta, solicitud o recomendación de compra o venta de ningún instrumento financiero ni de adopción de ninguna estrategia de inversión. Los inversores deben tener siempre presente que las rentabilidades pasadas y las pautas históricas del mercado no son una guía fiable para el futuro y que su dinero está en riesgo, como ocurre con cualquier inversión.

Adecuándonos a la revolución tecnológica

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La próxima era de la computación en la nube tiene implicaciones significativas no solo para las empresas, sino también a nivel geopolítico y medioambiental. Desde Walter Scott nos explican porqué.


El ciclo vital de la computación moderna consta de múltiples periodos de innovación en un plazo temporal relativamente corto. En el marco de su aceleración continuada, se divisa otro movimiento sísmico en el horizonte.
Según Matthew Gerlach, gestor en Walter Scott, las empresas se adaptarán o quedarán rezagadas a medida que la cantidad de datos, la urgencia con la cual se transmiten y los dispositivos que los producen cambian ante nuestros ojos.
La primera era de gran innovación tuvo lugar en los años sesenta y setenta, durante el cambio de grandes computadoras centrales a miniordenadores. El segundo, ocurrido en los ochenta y los noventa, fue la transición hacia los ordenadores personales. Y el más reciente —hace muy poco tiempo— fue la adopción de la computación móvil y en la nube. No obstante, Gerlach afirma que ya hemos comenzado el siguiente capítulo: el llamado edge computing.
El Internet de las cosas (IdC) representa una red de dispositivos tecnológicos modernos equipados con sensores y software para comunicarse a través de internet. En opinión de Gerlach, la mayor adopción de estos aparatos ha conducido al nacimiento del edge computing, una arquitectura que permite la conectividad masiva a niveles
inauditos.

En el componente de “actores secundarios” de la estrategia, las empresas pueden ser de capitalización mediana a grande: Novartis, Roche y Sanofi son ejemplos de grandes firmas europeas en este espacio, según Mellon.

En el caso de las grandes empresas, participar en la creación de un fármaco genético es tan solo una pequeña parte de su negocio total, aunque potencialmente la de mayor crecimiento, añade el gestor. Estos “actores secundarios” también pueden ser bastante proclives a comprar otras empresas, con lo que en esta área abundan las oportunidades de fusiones y adquisiciones.
En esencia, el edge computing trata de responder las necesidades de más datos de los dispositivos tecnológicos de vanguardia (de IdC), desde teléfonos inteligentes y coches autónomos hasta sensores y robots para la automatización de fábricas. Dado que estos dispositivos generan más y más datos de creciente complejidad, el edge computing (o la descentralización del almacenamiento de datos) aumenta las capacidades de computación acercando dicho almacenamiento al usuario final. “Lo logra mediante servidores locales que actúan como conducto entre la nube (grandes centros de datos centralizados) y el usuario final —explica Gerlach— y la tecnología 5G es crucial en esta transición.”

Adaptación

Por lo que respecta al paisaje cambiante de la computación, Gerlach piensa que las empresas pueden dividirse en dos categorías: “La primera corresponde a aquellas que se adaptan con éxito y continúan floreciendo en la nueva era de la computación, y la segunda abarca a las que no lo logran y preparan el camino para que nuevos proveedores de soluciones obtengan cuota de mercado. Estos ciclos de innovación suelen expresarse como curvas en forma de S. Su adopción es gradual, y en cualquier caso más lenta de lo que anticipa la gente inicialmente; no obstante, una vez ganan tracción son casi imparables.”

En aquellas empresas que eligen adaptarse, Gerlach explica que los equipos directivos. La primera gira entorno a cómo adaptar con éxito plataformas que ya han desarrollado, mientras que la otra intenta identificar qué tipos de productos y estrategias serán importantes en la próxima era. Actualmente, esta próxima era estará dominada por la creciente complejidad y urgencia del os datos, opina el gestor.

Evolución de los datos
De momento, los dispositivos “edge” tradicional es como smartphones , cámaras de seguridad y ordenadores portátiles representan la mayor parte del crecimiento en transmisión y almacenamiento de datos. No obstante, Gerlach piensa que será necesaria nueva innovación en cuanto a la manera de gestionar datos para una nueva ola de dispositivos, entre ellos coches autónomos, robots colaborativos y ascensores inteligentes. Los nuevos dispositivos IdC operan mediante sensores, software y equipamiento que emplean datos del mundo real, con lo que generan datos mucho más complejos(temperatura, presión, velocidad, aceleración, ubicación, etc.).
“En los orígenes dela creación de datos, la información constaba de largas series de texto y números. En el mundo actual del as redes sociales, incluye miles de millones (si no billones) de imágenes, audio e incluso vídeo”, explica.
Dicho esto, no solo está aumentando la complejidad de los datos, sino también su urgencia. “Si uno considera los requisitos de toma de decisiones de un vehículo conectado, una fábrica conectada o un sistema de monitorización de pacientes a distancia, el riesgo y el coste de eventuales errores es mucho mayor”, afirma el gestor. Dado que un error puede ser literalmente de vida o muerte, la ciber seguridad ha sido otro beneficiario del avance de los datos. Las empresas que juegan un papel en la facilitación, protección y transmisión de información estarán a la vanguardia de la transición. No obstante, la nube no basta para hacer realidad la visión de conectividad masiva entre un amplio rango de sectores, de ahí la necesidad del edge computing, opina Gerlach.
“En la práctica, esto se traduce en una densa red de torres de telefonía móvil, estaciones base y centros de microdatos —todos respaldados por 5G—que traslada las funciones de almacenamiento, computación y análisis, alejándolas de la nube y acercándolas a los dispositivos propiamente dichos”, explica. “Creemos que, a su vez, la nube se convierte en un almacén para los tipos de datos más valiosos y en un lugar donde la inteligencia artificial (IA) se implementará a escala.”
Aunque esto pueda sonar futurista, Gerlach opina que la transición es muy real y determinará el futuro de muchas compañías tecnológicas.

Áreas a seguir de cerca
Gerlach cree que cuatro tipos de empresas están especialmente bien posicionadas para beneficiarse de esta tendencia:
1 . Innovadoras de equipamiento de detección y visión artificial.
2 . Fabricantes de semiconductores/chips analógicos.
3 . Inteligencia artificial.
4 . Ciber seguridad.
En la primera categoría, el equipo de análisis de Walter Scott está siguiendo a dos fabricantes, uno japonés y otro estadounidense. Ambas empresas apuestan fuerte por la automatización de fábricas, pero también han encontrado otros canales de venta para sus productos, como la automatización de la logística, del comercio minorista y de las ciencias biológicas, explica Gerlach. “Cerca de un 70% delos productos dela japonesa son los primeros de su clase, mientras que la estadounidense se gasta de un 15% a un16% de sus ventas en investigación y desarrollo cada año. Así,
creemos que ambas compañías están bien posicionadas para beneficiarse de estas tendencias”, afirma.
La segunda área de interés, la fabricación de chips analógicos, está dominada por un actor clave estadounidense, opina el gestor. Esta empresa tiene el doble de cuota de mercado que su competidor más cercano.
Los chips analógicos son esenciales para la próxima era de la computación, porque convierten señales analógicas del mundo real en señales digitales, comprensibles para los dispositivos edge.

Últimamente, esta compañía ha gozado de una amplia adopción de sus chips, “desde aeroespacial y defensa hasta automoción (donde se beneficia especialmente de los vehículos eléctricos) y otros mercados como electrodomésticos, automatización de fábricas y mucho más. La empresa ha invertido de forma significativa en varias iniciativas directas al cliente, tratando de sacar partido a su escala sin precedentes para capturar cuota de mercado y mejorar tanto sus beneficios como su rentabilidad del capital invertido.”
La tercera área a seguir de cerca, en torno a la inteligencia artificial, ha obligado a muchas de las grandes tecnológicas a diseñar sus propios chips, al darse cuenta de la importancia estratégica de esta tecnología en el largo plazo. La competencia en este segmento también ha propiciado la llegada de varias empresas excepcionalmente bien capitalizadas.

“En una fase tan temprana del desarrollo de la IA y con una competencia tan intensa, es muy difícil identificar a los futuros ganadores, pero creemos que existen algunos candidatos probables”, afirma Gerlach.
“El futuro es muy excitante. Esta próxima era de la computación en la nube tiene implicaciones significativas no solo para las empresas, sino también para otras áreas como la geopolítica, el diseño de medidas y regulación, e incluso el medioambiente”, concluye.

El valor de las inversiones puede caer y los inversores podrían no recuperar la suma invertida.


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