Invertir en deuda de alto rendimiento a través de Petercam

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Los bajos tipos de interés y las bajas remuneraciones que ofrecen los activos considerados “más seguros” han propiciado que los inversores tengan que ampliar su universo de inversión para obtener mayores rentabilidades. En este sentido, dentro del mercado de renta fija, el segmento de deuda de alto rendimiento ofrece buenas oportunidades, aunque por supuesto entraña un riesgo mayor que la deuda con grado de inversión. No obstante, existen fondos, como los de Petercam, que permiten invertir en high yield con una baja volatilidad y un sesgo hacia la preservación del capital.

Petercam L Bonds EUR High Yield Short Term es un fondo que invierte en deuda de alto rendimiento, sin restricciones sectoriales ni geográficas, con un vencimiento residual inferior a cuatro años en el momento de su adquisición. Tiene una volatilidad muy baja, con un sesgo defensivo, que trata de preservar el capital, y puede presumir de no haber registrado ningún impago en su cartera desde que fue lanzado en 2010.

Si lo que se pretende es aprovechar las oportunidades en bonos más largos está el Petercam L Bonds EUR Corporate High Yield. Fondo que invierte en papel global de alto rendimiento en euros con una duración modificada de 4,27%. Está pensado para inversores que tengan un horizonte temporal de al menos cuatro años y que quieran aprovechar el potencial de la deuda corporativa, excluyendo la del sector financiero.

O si se prefiere aprovechar todas las divisas en High Yield, incluyendo las regiones emergentes una opción es Petercam L Bonds Higher Yield, un fondo fondo Multiestrategia Total Return pionero en el universo de High Yield global, con sesgo hacia emisores europeos. Lanzado hace 15 años, captura la prima de riesgo sobre bonos soberanos en periodos largos, con inferior volatilidad a largo plazo. Está específicamente diseñado para inversores y ahorradores con base en euros, que tengan un horizonte temporal de entre tres y cinco años. Su estrategia de inversión se basa en una gestión activa diversificada, un buen análisis de crédito y una estrecha relación con el equipo analista de crédito, que añadido a un análisis macroeconómico, permite hacer una mejor selección/diversificación de los activos y divisas globales.

La oferta de fondos High Yield de Petercam permite por tanto acceder al mercado de deuda de alto rendimiento y elegir el riesgo que se quiere asumir sin tener que renunciar a la rentabilidad y a una gestión activa.

 

Resumen mensual de los Fondos Cartesio X y Cartesio Y

Gestoras

 

Cartesio X

Aguantando el envite…

Cartesio X sube un 0,19% en Mayo y acumula una rentabilidad del 4,63% en el año. Desde su inicio (31 de Marzo 2004), Cartesio X ha obtenido una rentabilidad anual del 5,51 % (81,96 % acumulada) con una volatilidad del 3,2%.

Es pronto para saber si la expansión monetaria del Banco Central Europeo está dando sus frutos y si efectivamente el miedo a la deflación va a desaparecer en Europa, pero por lo menos parece que la renta fija ha dejado de ser una opción obvia para el que no quería sobresaltos: la renta fija Europea a largo plazo (EUG4TR) ha caído un 1,5% y acaba con casi toda la rentabilidad acumulada en el año.

Nuestro fondo se ha comportado bien gracias a una baja duración y a una baja exposición a la renta fija (37%). Nuestra renta fija está más expuesta al riesgo de crédito que al de duración ya que, además de ofrecer éste una mayor rentabilidad esperada, es una opción consistente con nuestra visión de normalización de beneficios y desapalancamiento gradual del sector privado en Europa.

Seguimos constructivos en Europa y dispuestos a subir el nivel de inversión en renta variable (actualmente en el 14%) en caso de que veamos una corrección. Mantenemos el nivel de renta fija ya que aún estamos lejos de plantearnos asumir más riesgo de duración.

 

Cartesio Y

Turbulencias tras el despegue…

Cartesio Y sube un 0,89% en Mayo y acumula una rentabilidad del 11,9% en el año. Desde su inicio (31 de Marzo 2004), el fondo ha obtenido una rentabilidad anual del 7,15% (116,3% acumulada) con una volatilidad del 9,8%. Otro mes en el que el mercado sigue digiriendo las fuertes subidas de principios de año. Si bien hemos cerrado el mes en positivo, el final del mes ha estado marcado por las correcciones motivadas por la situación en Grecia y las renovadas dudas sobre el crecimiento en Estados Unidos y en Europa.

Creemos que el riesgo de Grecia está relativamente acotado y que la política monetaria del BCE puede estar dando sus frutos si efectivamente el miedo a la deflación ha pasado a un segundo plano. Por otro lado, más allá del debate de cuándo se producirá la primera subida de tipos en Estados Unidos, no vemos tal subida como algo necesariamente negativo. Creemos que supondrá una normalización desde niveles anormalmente bajos y no un intento de frenar una economía que se sobrecalienta.

El fondo se está comportando bien en las correcciones gracias al buen comportamiento de la cartera y al haber reducido en Marzo nuestro nivel de exposición a renta variable. Seguimos constructivos en Europa y dispuestos a volver a subir el nivel de inversión en caso de que las correcciones se intensifiquen.

 

La influencia de las emociones humanas en los precios de los activos y en la evaluación del riesgo

Gestoras

 

Juan Nevado, cogestor del fondo M&G Dynamic Allocation Fund

 

A algunas personas, el aplicar conceptos del campo de behavioural finance al mundo de la inversión podría sonarles como un enfoque excesivamente académico. En mi opinión, se reduce a un concepto muy sencillo que puede tener un valor inestimable a la hora de comprender cómo se mueven los mercados financieros y dónde pueden surgir riesgos y oportunidades. Esencialmente, el behavioural finance –o psicología del comportamiento financiero– reconoce un hecho vital: que los inversores son seres humanos. GG

Las teorías financieras «tradicionales», como por ejemplo la hipótesis del mercado eficiente (según la cual los mercados son plenamente eficientes y no se les puede ganar, ya que los precios de los activos reflejan toda la información relevante), asumen que los inversores siempre se comportan de forma lógica y racional. Como todos sabemos, este no es el caso de la naturaleza humana. Como seres humanos, todos somos vulnerables a la influencia de nuestras emociones a la hora de tomar decisiones. Esto significa que nuestras decisiones suelen basarse en impulsos irracionales, alimentados por características psicológicas del ser humano que conducen a varios tipos de sesgos cognitivos o emocionales. Esto puede ser muy peligroso al invertir, pues permite que la intuición y las emociones como el miedo o la avaricia nos distraigan de los hechos subyacentes o de los principios fundamentales que rodean a una inversión.

El behavioural finance identifica el hecho de que las personas cometen sistemáticamente errores de apreciación a la hora de tomar decisiones de inversión. Cuando estos errores los repite toda la comunidad inversora, provocan movimientos ilógicos en los precios de los activos. Estas ineficiencias pueden ofrecer una ventana de oportunidad a quienes reconocen cuáles son los motores de estos movimientos de precios y desarrollan estrategias para explotarlos.

Este concepto es la piedra angular de la filosofía de inversión del equipo Multi-Activos de M&G. En nuestra opinión, estas situaciones surgen con relativa frecuencia; de hecho, las emociones humanas y el «ruido» que conllevan determinan un porcentaje considerable de los movimientos bursátiles, imponiéndose a los atributos fundamentales de una inversión. Esto puede provocar periódicamente anomalías transitorias en los precios, que podrían ofrecer oportunidades de inversión: nuestra creencia es que los fundamentales son el principal motor del verdadero valor de un activo en el largo plazo, con lo que estas anomalías acabarán corrigiéndose. No obstante, aplicar un enfoque basado en el behavioural finance no es siempre tan fácil como suena.

Tomar decisiones opuestas a la visión de consenso puede ser difícil: a corto plazo puede dar la sensación de ser «erróneo», lo cual le resulta incómodo a cualquiera; pero si uno toma decisiones sobre la base de hechos fundamentales, no debería dejar que este malestar emocional le distraiga de sus convicciones. No obstante, hay que destacar que un enfoque basado en la psicología del comportamiento financiero no es lo mismo que un enfoque «contrarian». El behavioural finance no consiste en ir a contracorriente, ni en afirmar que uno sabe más que los demás sobre el futuro; más bien lo contrario: es crucial reconocer que sabemos muy poco sobre el futuro y así evitar predecir o pronosticar los movimientos del mercado. En lugar de ello, pensar en el behavioural finance nos anima a distinguir entre qué aspectos de nuestra visión inversora son atribuibles a hechos que podemos conocer, y cuáles se basan en nuestras emociones. De este modo, nos ayuda a evaluar en qué medida las emociones de las demás personas han distorsionado los precios, para a continuación integrar esta información en el proceso de toma de decisiones.

En última instancia, el behavioural finance no trata de ignorar el factor humano; de hecho pretende reconocerlo, confirmar su importante influencia, y a continuación eliminarlo del proceso analítico con el fin de tomar decisiones de inversión con éxito.

En mi opinión, el panorama de inversión actual ofrece un entorno fértil para quien sea capaz de reconocer el considerable efecto que las respuestas emocionales del ser humano pueden tener sobre los precios de los activos. Creo que las influencias conductuales siempre desempeñan un papel importante en los mercados financieros, pero cuando los inversores experimentan un golpe tan duro como la crisis financiera de 2008, recordamos lo potente que puede ser esta influencia.

Un factor emocional que ha sido particularmente evidente desde 2008 es el papel de la memoria en la evaluación del riesgo por parte de los inversores. Creo que las valoraciones actuales, tanto de la renta variable como de los bonos, sugieren que los inversores continúan traumatizados por su experiencia y que son excesivamente adversos al riesgo, comprando activos que perciben como «seguros» a cualquier precio. Por este motivo, la mayoría de los bonos soberanos me parecen caros; en cambio, y pese a las fuertes subidas experimentadas recientemente por las acciones, todavía existen mercados de renta variable que presentan valoraciones razonables.

Esto puede presentar oportunidades atractivas en un mundo post-crisis, a medida que estos recuerdos se difuminan y los activos de riesgo vuelven inevitablemente a subir de precio. No obstante, el camino puede ser muy accidentado y deberíamos anticipar periodos de considerable turbulencia en los precios de los activos. 

 

El valor de las inversiones fluctuará, por lo que el precio de los fondos puede subir o bajar, y es posible que no recupere la inversión inicial.

M&G Investment Funds están inscritos para su distribución pública en virtud del art. 15 de la Ley 35/2003 sobre instituciones de inversión colectiva del siguiente modo: M&G Dynamic Allocation Fund nº de inscripción 843. Esta información no constituye una oferta ni un ofrecimiento para la adquisición de acciones de inversión en alguno de los fondos mencionados en la presente. Las adquisiciones de un fondo deben basarse en el Folleto actual. La Escritura de Constitución, el Folleto, el Documento de Datos Fundamentales para el inversor (KIID), el Informe de Inversión anual o provisional y los Estados Financieros se pueden solicitar gratuitamente al DCA: M&G Securities Limited, Laurence Pountney Hill, Londres, EC4R 0HH, Reino Unido o Allfunds Bank, Calle Estafeta, nº 6, Complejo Plaza de la Fuente, La Moraleja, 28109, Alcobendas, Madrid. Antes de efectuar su suscripción, debe leer el Folleto que incluye los riesgos de inversión relativos a estos fondos. La información que aquí se incluye no sustituye al asesoramiento independiente. Promoción financiera publicada por M&G International Investments Ltd. Domicilio social: Laurence Pountney Hill, Londres, EC4R 0HH, Reino Unido, autorizado y regulado por la Autoridad de Conducta Financiera en el Reino Unido y su sucursal M&G International Investments Ltd., Sucursal en España con domicilio social en Plaza de Colón 2, Torre II, Planta 14, 28046, Madrid, inscrita en el Registro Mercantil de Madrid al Tomo 32.573, folio 30, hoja M-586297, inscripción 1ª con CIF W8264591B y con número de registro de la CNMV 79.

  

Glosario:

Riesgo: La posibilidad de que la rentabilidad de una inversión acabe siendo distinta de la esperada. El riesgo incluye la posibilidad de perder parte de la inversión original.

Activo: Cualquier elemento con valor comercial o de intercambio, que es propiedad de una empresa, una institución o una persona.

Valoración: El valor o la valía de un activo o una compañía en un momento dado.

Renta variable: instrumento financiero cuya rentabilidad no está definida de antemano, sino que depende de distintos factores entre los que destacan los beneficios obtenidos y las expectativas de negocio de la sociedad emisora.

Bono: Un bono es un título de deuda, con frecuencia a una empresa o gobierno, normalmente a un tipo de interés fijo por un plazo determinado, al final del cual es reembolsado.

Deuda pública (bonos soberanos): Títulos de deuda (letras, bonos y obligaciones) emitidos por un gobierno.

 

Mercados: lo que nos espera en lo que queda del 2015

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Schroders

 

Mercados: lo que nos espera en lo que queda del 2015

El año 2015 ha empezado con resultados dispares para las diferentes clases de activos y regiones, por lo que resulta difícil realizar una previsión única para lo que queda de año. A continuación, tenemos las perspectivas de distintos expertos de Schroders: Keith Wade, economista jefe, Rory Bateman, responsable de renta variable europea y Gareth Isaac, gestor de fondos de renta fija.

 

Economía global – Keith Wade

La visión sobre la economía global de Keith Wade es muy positiva, aunque existen varias fuentes con potencial para generar volatilidad en el mercado o malestar económico. Uno de los temas clave que genera expectativas positivas para el crecimiento mundial es el bajo precio del petróleo, cuyos efectos están todavía por ver. Evaluar estos efectos significa, en realidad, ser capaz de identificar el lapso de tiempo que transcurrirá hasta que éste tenga un efecto directo en los consumidores. Hay que ser conscientes de que el precio del petróleo es menor y de que se va a mantener así hasta que el consumidor cambie su comportamiento, pero todavía no ha llegado a este punto.

Aunque las expectativas iniciales de los inversores de que la caída del precio del petróleo conllevaría presiones deflacionistas están justificadas, los temores de cara a una tendencia deflacionista permanente están fuera de lugar. Estamos entrando en deflación, pero no es algo malo. Todos consumimos energía y la caída en los precios de la energía actúa como una rebaja de impuestos, lo que será beneficioso.

Un acontecimiento menos positivo para los mercados sería una subida de los tipos de interés por parte de la Fed, prevista para este año. La tasa de desempleo en Estados Unidos se ha reducido de manera significativa. Actualmente se sitúa en el 5,4%, lo cual es coherente con la denominada NAIRU [Non-Accelerating Inflation Rate of Unemployment (tasa de desempleo no aceleradora de la inflación)], o el punto de equilibrio del desempleo. Cuando el desempleo se sitúa por debajo de la tasa NAIRU, se acelera el incremento de los salarios y esto es exactamente lo que está pasando. El banco central tiene que tomar nota de esto.

Un desvío en la línea dura de la política de la Fed podría dar lugar a episodios significativos de volatilidad en los mercados globales, a los que los inversores deberán prestar atención. Sin embargo, mientras que la apertura de un ciclo de ajuste ha llevado históricamente a reveses en el mercado a corto plazo, una vez que los inversores se posicionan en la temática de crecimiento impulsada por el aumento de los tipos de interés, los mercados tienden a funcionar bien.

 

Renta variable europea– Rory Bateman

Con unos beneficios del 15% en lo que va de año, el mensaje de Rory Bateman para los inversores en renta variable europea también es positivo, pero con un poco de precaución. Muchos inversores siguen estando totalmente a favor de posicionarse en acciones europeas durante 2015, pero Bateman cree que podrían estar adelantándose. Las valoraciones fundamentales han impulsado el atractivo de los mercados europeos en los últimos tres años, pero ahora estamos presenciando cómo la diferencia de valoraciones con otros mercados está desapareciendo.

La diferencia entre el mercado estadounidense y el europeo se refleja en el diferencial de beneficios y el de beneficio por acción. En Estados Unidos, los beneficios por acción han alcanzado su máximo. En Europa, no se ha presenciado un aumento en los ingresos en los últimos seis años ni se ha dado una recuperación en los beneficios.

Así, los inversores tienen que creer en la temática del crecimiento de los beneficios para ser partícipes de la misma a partir de ahora. La buena noticia es que existen varias ventajas. La debilidad de la moneda única es un catalizador considerable de la rentabilidad. Esto, junto con el descenso del precio del petróleo, las políticas monetarias acomodativas y las condiciones de concesión de crédito deberían tener repercusiones positivas en los beneficios, lo que ya está empezando a reflejarse en los números.

Según Bateman, durante el primer trimestre EE. UU. sufrió caídas generalizadas, pero en Europa se ha vivido un aumento de los beneficios por primera vez en cuatro años. Con la excepción de los sectores relacionados con las materias primas, que presentan problemas, prevemos un crecimiento de los beneficios del 15% para este año.

 
Renta Fija – Gareth Isaac

Gareth Isaac concuerda con la opinión de Wade de que la economía global parece cada vez más estable, pero advierte que, precisamente por esto, algunos de los segmentos del mercado de bonos podrían presentar más riesgo del que los inversores tienen en cuenta. Según Isaac, la reciente volatilidad del mercado de bonos debería estabilizarse a la baja a corto plazo. No obstante, recomienda que los inversores no se acomoden demasiado.

Durante los últimos veinte años aproximadamente, la rentabilidad de los bonos, en general, ha caído. La inflación se ha mantenido a la baja y las últimas políticas aplicadas por los bancos centrales han fomentado la caída de las rentabilidades de la renta fija hasta niveles nunca vistos. Sin embargo, Isaac considera que las rentabilidades ya han tocado fondo. Con la subida de tipos por parte de la Fed a la vuelta de la esquina, podría ser un buen momento para que los inversores reevalúen sus posiciones en renta fija.

La percepción de los inversores sobre los bonos ha sido, durante mucho tiempo, que el riesgo crediticio, históricamente asociado a la inversión en renta fija, es el único riesgo que puede perjudicar al capital invertido. No obstante, la tasa de inflación y el riesgo de tipos de interés también se deben tener en cuenta. La deuda pública, incluso la considerada «refugio», como los bonos del Tesoro o los Gilts británicos, presentan más riesgo de lo que muchos creen. Los inversores se posicionan en estos activos sin darse cuenta de qué parte de su capital puede estar en riesgo.

Isaac no cree que el reciente revés del mercado haya marcado el inicio de un mercado bajista, ni que se darán revalorizaciones con la primera subida de tipos de la Fed. Los activos monetarios no son una alternativa para la mayoría de los inversores. Sin embargo, en 2016, cuando, según Isaac, los tipos básicos habrán aumentado hasta un nivel más normalizado, los mercados de bonos podrían enfrentarse a obstáculos reales».

 

 

“Los expertos de Schroders han expresado sus puntos de vista y opiniones en este artículo y estos pueden cambiar. Los pareceres y opiniones de nuestros expertos no representan necesariamente las opiniones expresadas o reflejadas por Schroders en otras comunicaciones, estrategias o fondos.

La rentabilidad registrada en el pasado no es un indicador fiable de los resultados futuros. El precio de las acciones y los ingresos derivados de las mismas pueden tanto subir como bajar y los inversores pueden no recuperar el importe original invertido.”