El mundo está cambiando a una velocidad nunca antes vista y los problemas a los que nos enfrentamos difieren mucho de los que tuvimos que lidiar hace dos o tres años. Esto es un decálogo de algunas de las tendencias que pueden significar fuentes de incertidumbre de cara a 2024.
1. Elecciones
En 2024 habrá elecciones en 70 países donde viven 4.200 millones de personas, más de la mitad de la población mundial. En un momento en el que la democracia pende de un hilo habrá que observar el resultado de dichas elecciones y sus implicaciones en la geopolítica mundial. Ni que decir tiene que pese a haber elecciones en 70 países no todas serán libres ni justas.
2. Donald Trump
Los votantes y los tribunales dictarán veredicto sobre Donald Trump que pretende volver a presentarse a las elecciones presidenciales en EE.UU. El resultado final puede depender unas decenas de miles de votos en un puñado de swing states pero las consecuencias serán globales afectando desde la política climática hasta el apoyo militar a Ucrania. El futuro de Putin dependerá más de las elecciones estadounidenses que de las rusas.
3. Ucrania
Europa deberá dar un paso al frente y, ante el riesgo de que Trump sea reelegido y retire su apoyo a Ucrania, establecer un plan de apoyo militar y económico que acabe formalizando a Ucrania como miembro de la UE.
4. Oriente Medio
Los ataques de Hamás en Israel y las represalias israelíes en Gaza han puesto la región patas arriba. Una región con muchos intereses externos y muy caliente puede implicar un conflicto mucho más amplio en el mapa geopolítico.
5. Aumento de zonas calientes
Pese a que podíamos esperar un aumento de la tensión entre China y EE.UU. por Taiwan, han aumentado las zonas de conflicto: la guerra en Ucrania, Gaza, el Alto Karabaj, la zona del Sahel. Estos conflictos territoriales y los que puedan aparecer suponen una fuente de tensión a tener en cuenta en 2024.
6. EE.UU. vs China
A medida que la economía china se ralentiza, crecen las tensiones sobre Taiwan y EE.UU. continúa limitando el acceso chino a “tecnologías avanzadas” la relación entre los dos países pasa por sus momentos más críticos. Las empresas occidentales intentarán reducir su dependencia de China, pero no va a resultar tarea fácil.
7. Transición energética
La transición hacia energías más limpias está redibujando el mapa de recursos energéticos. El litio, el cobre y el níquel son mucho más valiosos mientras que el gas y el petróleo han visto reducida su influencia. La competencia por estos recursos “verdes” está remodelando la geopolítica y el comercio global.
8. Incertidumbre económica
Las economías occidentales lo hicieron mejor de lo esperado en 2023 pero no han dejado los problemas atrás. Los tipos de interés parece que estarán altos durante una buena temporada y esto afectará irremediablemente a empresas y consumidores. Aunque se puedan evitar recesiones habrá que estar pendiente de los bancos, especialmente aquellos con exposición a propiedad comercial. Incluso China podría caer en deflación.
9.IA
Las empresas la están adoptando, los reguladores regulando y las tecnológicas siguen mejorándola. Seguirá habiendo debate sobre su uso y sobre su regulación y seguirán apareciendo usos negligentes y abusos pero que representa el futuro nadie lo pone en duda.
10. ¿Algo de esperanza para la unidad?
En 2024 se celebran los Juegos Olímpicos en París, que “renacieron” gracias al barón de Coubertain bajo los valores de: excelencia, amistad y respeto, y podría ser un buen momento para adoptar globalmente dichos valores y poner a un lado nuestras diferencias. Sin lugar a duda ésta es la tendencia más compleja de las diez.