Trump como catalizador de la gran rotación de renta fija a renta variable
Los inversores que han llevado a los mercados americanos a máximos de récord esperando un estímulo fiscal por parte de la administración Trump, pueden llevarse una sorpresa.
Si bien es cierto que rotar hacia políticas de un mayor gasto público y una bajada de impuestos puede prolongar la expansión económica en Estados Unidos, los legisladores republicanos se harán cargo de que estas nuevas medidas fiscales no eleven el déficit. Aunque el nuevo presidente Donald Trump tenga éxito a la hora de llevar a cabo los estímulos, estos no tendrán un impacto real hasta el próximo año.
La inesperada victoria de Trump en las presidenciales de noviembre pasado ha llevado a los inversores a cambiar los bonos por acciones, acelerando el gran cambio en el flujo de los fondos que algunos inversores venían anticipando por el inminente fin del extenso rally en los bonos. El valor de la renta variable global pasó de los 65 billones* de USD a los 68 billones el día antes de las elecciones estadounidense, mientras que los bonos perdieron en ese mismo periodo 2 billones de USD. (*Nota: 1 billón = 1.000.000.000.000)
Gran Rotación sí o no
Los analistas financieros y los inversores están divididos sobre la continuidad de la tendencia, también conocida como “gran rotación” de renta fija a renta variable. Muchos anticipan que quedan muchos años de tendencia, mientras otros aseguran que lo más probable es que los bonos (renta fija) reboten porque es posible que el crecimiento se mantenga a un ritmo lento.
Los niveles de incertidumbre globales están a unos niveles nunca vistos con ‘brexit’, Trump, las elecciones en Europa y una posible guerra comercial entre EEUU y China, por lo que algunos inversores no dan por “muerto” todavía al mercado de renta fija. Su postura se resume en que existen todavía muchos riesgos impredecibles para los inversores y estos siempre mantendrán un ojo en los activos más seguros.