La OCDE define la educación financiera como «el proceso por el cual los consumidores mejoran su entendimiento de los productos, conceptos y riesgos financieros y, mediante información, instrucción y/o asesoramiento, desarrollan las habilidades y la confianza para llegar a ser más conscientes de los riesgos y oportunidades financieras, para realizar elecciones informadas, saber dónde dirigirse en caso de requerir ayuda y adoptar otras acciones efectivas para mejorar su bienestar financiero». En este post trataremos de ofrecer una visión del nivel de educación financiera en España basándonos en dos estudios.
El primer informe al que haremos referencia es el ya conocido informe PISA. El último sobre teoría financiera se elaboró en 2015 y evalúa a niños de entre 13 y 15 años. El 24,7% de los estudiantes no pasaron la prueba. Es decir, según el informe, 1 de cada 4 niños no son capaces de resolver asuntos sencillos de economía como entender una factura, explicar los principales productos financieros o utilizar una tarjeta de crédito. El promedio español era muy parecido al de la media de los países encuestados. Cercanos a países como Italia o EEUU, y muy lejos de otros como Holanda, Rusia o China.
Este problema no solo existe entre los niños españoles. En 2015, El Banco Mundial llevó a cabo un estudio entre personas mayores de 15 años. Consistía en realizar una encuesta de 4 preguntas que tenían que ver sobre la diversificación del riesgo, la inflación y tipos de interés. El 49% de los españoles encuestados fueron capaces de responder con solvencia al menos 3 de 4 preguntas planteadas. En el ranking ocupó el puesto 24 de 140. El promedio español, que superó al de la media mundial, está aún muy lejos de promedios como el de Noruega, Reino Unido, Alemania o Bélgica.
Se han tratado de tomar ciertas medidas y algunas organizaciones como el Banco de España y la CNMV han llevado planes acabo. «CNMV y el Banco de España han presentado un Plan de Educación Financiera con el objetivo de contribuir a la mejora de la cultura financiera de los ciudadanos, dotándoles de herramientas, habilidades y conocimientos para adoptar decisiones financieras informadas y apropiadas», se informa en la web del regulador; donde se señalan los beneficios sociales de una buena educación financiera, estrategias nacionales a llevar a cabo y las principales líneas de actuación. Son los únicos dos organismos públicos que más han hecho por buscar una solución a este problema.
Queda claro que en España hay que familiarizar a los ciudadanos con las cuestiones financieras y que, para ello, debemos centrarnos en los niños, a los cuales no solo hay que proporcionarles esa educación desde los colegios o institutos; además, los padres deben tener un papel clave en la formación financiera de los más pequeños.
Por último, recordar que muchos bancos se aprovecharán de este desconocimiento y que desde Feelcapital aconsejamos a aquellos clientes que quieran comenzar a invertir en fondos, formarse, en caso de no estarlo, para tener una buena base financiera. Tener conocimiento de los riesgos y oportunidades asociados a las inversiones es un aspecto clave.