En España, la contratación de los planes de pensiones ha ido históricamente asociada al diferimiento fiscal que ofrecen, convirtiéndose casi en la única razón por la cual se invertía en este tipo de productos.
Afortunadamente, la situación ha ido cambiando poco a poco y muestra de ello es el lanzamiento de planes de pensiones, como Feelcapital 50, por parte de gestoras de la industria ofreciendo una mayor competencia. No obstante, todavía queda mucho camino por recorrer ya que sigue siendo un sector dominado por la banca.
Recordemos que un ahorrador que invierta en un plan de pensiones puede reducir su base imponible hasta 8.000€. No obstante, la fiscalidad no es lo único beneficioso de tener un plan de pensiones. Su objetivo final es ofrecer al ahorrador una jubilación tranquila y no un diferimiento fiscal.
Si en lo único que nos vamos a fijar a la hora de contratar un plan de pensiones es en los 8.000€ que podemos diferir, contrataremos el primero que nos proponga nuestra entidad bancaria y de esta forma es normal que dominen el sector. Además, si únicamente nuestro objetivo es fiscal, nos estamos dejando otros muchos factores a tener en cuenta, como nuestro perfil de riesgo o nuestro horizonte temporal, que nos indican qué plan será el más idóneo para nosotros como inversores.
Tampoco tendremos en cuenta las comisiones, muy importantes porque se comen nuestra rentabilidad. La OCDE ya advirtió que los planes de pensiones en España son de los más caros y de los menos rentables del mundo. Esa baja rentabilidad se debe a que más de un 50% de estos productos financieros cobra la comisión máxima.
Además, se observa que la rentabilidad media de estos productos en España entre 2015 y 2016 fue del 1%, alejándonos muchísimo de países de referencia, en lo que a planes de pensiones privados se refiere, como Holanda (7,2%) o Dinamarca (5,9%). Es verdad que son productos a largo plazo y que la rentabilidad que se haya obtenido en un solo año no tiene una gran relevancia, pero hay que irse a un plazo de 26 años para obtener un rendimiento ligeramente superior al 4% de media en los planes españoles.
Con un escenario donde las pensiones públicas no parecen tener un futuro claro, el ahorrador tiene que ir mucho más allá de la fiscalidad que ofrece el plan de pensiones. Hemos podido observar que hay que tomar en consideración más factores a la hora de invertir en planes de pensiones, ya que lo que está en juego son los ahorros para nuestra futura jubilación.