Como ya comentamos en otra entrada de nuestro blog, en la teoría económica clásica hablamos de tres sectores industriales: primario, secundario y terciario. No obstante, en el mundo de la inversión los sectores industriales se clasifican de diversas maneras, siendo la más habitual la clasificación GICS (Global Industry Classification Standard), o Estándar global de clasificación en nuestro idioma, que fue desarrollada en 1991 por MSCI y Standard & Poor’s.
En la revisión anual de 2017 de esta clasificación GICS, S&P Dow Jones Indices y MSCI anunciaron que habría cambios importantes en la manera de clasificar estos sectores.
El 24 de septiembre de 2018, el sector que hasta ahora se denomina S&P Telecommunication Services (Servicios de Telecomunicaciones) pasará a llamarse Servicios de Telecomunicaciones a secas e incluirá algunas de las empresas de los sectores de Consumo Discrecional y Tecnologías de la Información. Según comunicaron, los cambios buscan reflejar mejor la manera en la que la sociedad se comunica a día de hoy.
¿Qué se busca con estos cambios y cómo afectan al mundo de la inversión?
Lo que se pretende con estos cambios es potenciar la presencia de los Servicios de Comunicación y reducir el peso del sector Tecnología en el índice S&P 500.
También se persigue que el sector Servicios de Telecomunicaciones tenga una representación más global y que EEUU deje de tener tanto peso, añadiendo algunos nombre de Tecnología y de Servicios de Comunicación.
¿Cómo queda el S&P 500?
Como se muestra en la infografía inferior, el sector Servicios de Telecomunicaciones aumenta considerablemente de peso: del 1,8% hasta el 10,4% a costa de un 5,5% en el sector Tecnologías de la Información y de un 2,9% en Consumo Discrecional.
Con estos cambios, el sector Servicios de Telecomunicaciones pasará a tener un mayor perfil growth con menor endeudamiento y mayor margen operacional. Lo que supondría un ROE (Return on Equity) menos volátil evitando que sea un proxy de los bonos.