Durante años, una de las grandes preocupaciones de Wall Street ha sido que los gigantes de Silicon Valley vuelvan patas arriba el mundo de la economía y el sector financiero. Facebook cree haber encontrado la manera: quiere lanzar su propia criptodivisa en 2020, Libra.
No es el primer acercamiento de Facebook al mundo de la economía, que ya intentó popularizar su propio servicio de pagos con poco éxito. Tampoco es que la empresa de Zuckerberg sea la candidata ideal para custodiar dinero ajeno dado su historial de abusos en las políticas de privacidad y su historial de evasión de impuestos. Pero no podemos negar que su idea tiene mucho sentido.
La digitalización de las finanzas y la economía promete al usuario hacerle la vida más barata y sencilla. Hoy en día las transferencias ordinarias entre países tienen un 5% de comisión media y los tres grandes emisores de tarjetas suelen cobrar un 0,25% de las transacciones que ejecutan, cuyo montante supondría alrededor de 30.000 millones de dólares de ingresos anuales.
Lo cierto es que muchos de los esfuerzos para rediseñar las finanzas occidentales han resultado ser poco fiables. Las criptomonedas como el Bitcoin no tienen ningún valor intrínseco y carecen de cualquier tipo de supervisión, por lo que son vulnerables al fraude además de que para crearse se necesitan grandes cantidades de electricidad y de poder computacional. Por otro lado, los sistemas de pago digitales como PayPal y Apple Pay se constituyen sobre el sistema actual de tarjetas de crédito y débito aumentando el coste del servicio en lugar de reducirlo.
¿Cómo quiere enfocar Facebook este “asalto” a la economía y las finanzas?
El valor de Libra se fijaría en base a una cesta de las principales divisas. Podría manejar grandes volúmenes de transacciones y ya cuenta con el apoyo de otras 28 empresas que ya han afirmado que se unirán para respaldar la criptodivisa. Si los 2.400 millones de usuarios que tienen Facebook adoptan Libra para comprar y para hacer transferencias, se podría convertir en una de las mayores entidades financieras.
Estaría respaldada al 100% por un fondo de reserva con bonos gubernamentales, limitando su volatilidad. La criptodivisa sería administrada por una entidad independiente que vigilará una base de datos centralizada con un registro de transacciones anonimizadas. Será un sistema abierto para que cualquier empresa pueda crear carteras digitales gratuitas para que sus clientes usen Libras. Uber, Vodafone y Spotify son algunas de las empresas grandes que están dispuestas a ejercer de referencia.
Esto supondría una revolución real en el mundo de la economía y de las finanzas, pero correría el riesgo de implicar una fuente de inestabilidad adicional al sistema por no hablar de la reducción de la soberanía económica de los gobiernos, de la que tanto adolecemos en Europa.
Principales riesgos
– Podría suponer un desestabilizante del sistema financiero. Si cada cliente de Occidente moviese un 10% de sus ahorros a Libras su fondo de reserva tendría más de 2 billones de dólares, lo que le convertiría en una de las principales fuerzas en el mercado de bonos. Los bancos podrían afrontar problemas de solvencia y los países emergentes con problemas en sus balances podrían ver cómo grandes flujos de dinero traspasan fronteras sin poder reaccionar.
– Las cuestiones derivadas de gobernanza de Libra. Pese a que se busque una entidad independiente para la gestión, no dejaría de estar contratada por un conglomerado de empresas de las que, presumiblemente, Facebook sería la accionista mayoritaria y tendría en última instancia el control sobre ella.
El dinero digital tiene el potencial para cambiar el mundo de la economía y de las finanzas a mejor pero también de hacer mucho daño. Tendremos que esperar para ver cómo se desarrollan los acontecimientos.
