“Un Robo Advisor, que básicamente es una herramienta de distribución por tipo de activo, de alguna manera hace uso del sentido común y lo presenta de manera amigable y user friendly”, señaló James Gorman, CIO de Morgan Stanley, en una conferencia del New York Times. “Si los sitios como nosotros no tienen esa capacidad, deberíamos hacer algo para tenerla, ya sea construyéndola o comprándola, deberíamos tenerla», añadió.
Empresas de fondos de inversión como Charles Schwab Corp y Vanguard Group Inc, ya han creado su propia oferta automática, incluso BlackRock adquirió el robo advisor americano FutureAdvisor en agosto pasado.
Los 14.563 asesores de Merril Lynch, que habitualmente gestionan clientes con patrimonios superiores a los 250.000 dólares, se encuentran entre los más productivos de la industria americana, ingresando 1 millón de dólares cada uno en ingresos anuales. Bank of America, tiene 2,4 “trillion” (billones españoles) en activos de clientes, el banco americano que más tiene. En 2010 lanzó Merrill Edge, una plataforma que buscaba captar a inversores con patrimonios bajos y ahora gestiona 117.000 millones de dólares para 2 millones de clientes.
En Estados Unidos se está apreciando un claro cambio de tendencia en el asesoramiento tradicional. Mientras el papel del robo advisor va creciendo y, en consecuencia, obteniendo un porcentaje mayor del total de patrimonio gestionado en EEUU, los beneficios se reducirán unos 12.000 millones de dólares, según un estudio de la consultora A.T. Kearney.
Las filas de los asesores financieros tradicionales se reducirán a medida que los consumidores cambien hacia los robots y los brokers empiecen a adoptar herramientas robots similares al robo advisor para ser más productivos.
Por su parte, los ejecutivos bancarios no creen que los asesores automáticos vayan a reemplazar al asesor tradicional ni el corto plazo ni en un futuro lejano. Aseguran que los clientes con patrimonios elevados necesitan planificación inmobiliaria, asesoramiento fiscal o acuerdos financieros complicados que los algoritmos no pueden manejar.
No obstante, estos ejecutivos creen que al igual que un fabricante de coches de lujo ofrece un modelo de bajo coste, un robo advisor puede ser la puerta de entrada a los productos más caros del banco.