El mundo de las finanzas personales avanza y a los bancos les cuesta seguir el ritmo. Cada vez existen nuevas alternativas a los servicios tradicionales de los bancos, que además de ser más baratas, son más ágiles y efectivas.
Hoy día resulta cada vez más extraño encontrarnos con algún nativo digital (y usamos este término para referirnos a aquellas personas que no le tienen miedo a usar el ordenador para gestionar sus finanzas) que deje a una sola entidad financiera como única responsable de sus finanzas personales. Feelcapital es un ejemplo de fintech que utiliza la tecnología para abaratar los costes a la hora de crear carteras a medida para distintos perfiles de riesgo.
Cada vez más personas optan por tener una cuenta corriente en el banco en el que mantienen unos volúmenes de liquidez con los que cubrir sus gastos. Esta cuenta corriente les permite domiciliar sus gastos (como puede ser la luz, el gas, una inscripción a algún servicio…), además de disponer de una tarjeta de crédito/débito con la que poder sacar dinero en los cajeros, y realizar pagos en distintos establecimientos.
En cambio, para la custodia de activos financieros ya no recurren a los bancos. Existen brokers online cuyas tarifas por la custodia de activos es muy inferior a la de los bancos tradicionales. Incluso cabe la posibilidad de usar diferentes depositarios en función del activo en el que se invierta.
Fuente: Degiro.es
En esta tabla podemos ver una comparativa de precios según el activo y según el broker que usemos. Cabe destacar de esta tabla cómo los bancos tradicionales son los que cobran las tasas más elevadas por la custodia de activos.
El pequeño inversor está empezando a darse cuenta que el hecho de pagar comisiones elevadas con su broker supone una reducción de la rentabilidad de su cartera. Y las nuevas tecnologías están contribuyendo a modificar este ámbito de las finanzas, aportando nuevos competidores en un mercado que tradicionalmente ha pertenecido a los grandes bancos. Estos nuevos competidores, igual de seguros que sus competidores, aprovechan sus conocimientos tecnológicos para abaratar costes y de ese modo ofrecer precios más competitivos.