El miércoles 29 de marzo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, recibió la carta, firmada la noche del día anterior, en la que Theresa May, la primera ministra británica, solicitaba formalmente la invocación del artículo 50 del Tratado de Lisboa. Se inicia así el proceso de negociaciones que llevarán a Reino Unido a abandonar, en un plazo máximo de dos años, la Unión Europea y marcará el futuro de Reino Unido en Europa.
Ahora empiezan las negociaciones, los tira y afloja, que van a definir los términos en los que quedarán Reino Unido y la Unión Europea. Bloomberg ha hecho hincapié en cuáles son los factores determinantes de estas negociaciones.
Inmigración
Hay 2,2 millones de europeos trabajando en Reino Unido y pese a que May ha dado a entender que impondrá mayores restricciones, muchas empresas han pedido que estas no sean muy estrictas para evitar minar una fuente de talento y habilidades muy necesaria en los distintos sectores.
Los países de la UE que más ciudadanos tienen trabajando son: Polonia con 916.000, Irlanda con 332.000, Rumanía con 233.000, Portugal con 219.000, Italia con 192.000 y Francia con 165.000.
Comercio
Al abandonar la UE, Reino Unido pone en riesgo el acceso a su mayor mercado que compra aproximadamente un 45% de sus exportaciones. Aunque Reino Unido también es un gran consumidor para las grandes multinacionales europeas.
Si no llega a un acuerdo o a un acuerdo de transición antes del 30 de marzo de 2019, las exportaciones se verán expuestas a las tarifas de la Organización Mundial del Comercio.
Aportación al presupuesto de la UE
La marcha de Reino Unido supondrá un gran agujero para el presupuesto de la Unión Europea, ya que aportaba mucho más de lo que recibía. Por poner un ejemplo, en 2015 aportó 11.500 millones de euros más de lo que recibió en ese mismo año de la UE.
Los presupuestos de la UE se establecen a varios años vista por lo que los miembros no tienen que cubrir de manera inmediata lo que se comprometen. Así, puede darse el caso que se pida a Reino Unido que haga frente a compromisos pasados. Esta cifra puede ir desde los 24.500 hasta los 72.800 millones de € en función de una serie de escenarios.
Ahora queda en manos de los negociadores de ambas partes ver qué están dispuestos a conceder y a cambio de qué.