En el siguiente cuadro presentamos un desglose de las principales gestoras españolas y el patrimonio que manejan. Ninguna de las gestoras nacionales manejan cifras impresionantes si las comparamos con cualquier gestora internacional, pero resulta curioso la capacidad de estas gestoras para hacer dinero y repartirlo entre tantísimas personas. Ahora vamos a explicar cómo lo hacen.
Como se puede ver en el cuadro inferior, la gran mayoría de ellas cobran una comisión de gestión que ronda el 1%. Si la comparamos con el resto de gestoras internacionales, una comisión media del 1% no es nada descabellado, pero el dato que sorprende de este cuadro es los ingresos que reciben las gestoras por el cobro de esa comisión, y las retrocesiones que reparten entre los intermediarios que se encargan de colocar sus fondos.
Para que te hagas una idea, la gran mayoría de estas gestoras (salvo algunas excepciones) reparten comisiones para los intermediarios que colocan sus fondos, de alrededor del 70% de la comisión que cobran por la gestión. ¿Cómo puede ocurrir esto? La respuesta es simple: gastan más en comerciales que coloquen sus fondos que en gestionarlos. Esto significa que no necesitan una gran gestión de sus activos porque lo importante para su negocio no es el performance que hagan sus fondos, sino la cantidad de participaciones que puedan colocar en el mercado español.
Esto se traduce en que los asesores financieros, tanto algunos externos como los que trabajan en las sucursales, recomienden los fondos que más retrocesiones les vaya a otorgar y no el que mejor rentabilidad vaya a darle a la cartera de su cliente. Es verdad que con un buen asset allocation cualquiera de estos fondos de las gestoras españolas podrían encajar en nuestra cartera, pero el hecho de pagar más retrocesiones a los intermediarios supone obtener una menor rentabilidad en nuestra inversión. Si una gestora tiene la capacidad de reducir su comisión de gestión, debería reducirla al máxima ya que esto se traducirá en una rentabilidad superior y en un activo más apetecible de comprar y tener en cartera.
Pero esto, señoras y señores, no es culpa de las gestoras españolas, la culpa es de la incultura financiera del ciudadano español. Preferimos otorgarle plena confianza a los bancos sobre nuestros ahorros que buscar una mejor solución por nosotros mismos.
Pocos son los fondos españoles que destaquen en su categoría si los comparamos con los mejores de las gestoras internacionales. De la misma forma, son pocos los ciudadanos españoles que tienen en su cartera fondos internacionales.
En España hay más de 8.000.000 de personas que poseen alguna participación en un fondo de inversión, y un porcentaje altísimo ni siquiera sabe que lo tiene. Esto provoca el mercado español de fondos de inversión que tenemos actualmente, en el que poco importa la manera de gestionar el fondo ni superar la rentabilidad de sus competidores; ya que su destinatario final no va a conocer a sus competidores, y las personas encargadas de colocarlos que reciben las retrocesiones van a hacer todo lo posible por vender el producto.
Las finanzas son imprescindibles para gestionar nuestros ahorros, y ya es hora de que en España nos demos cuenta de que las entidades bancarias no son la mejor solución para ellos. Estas buscan hacer negocio vendiendo sus productos, algo mucho más importante para ellas que el bienestar de los ahorros de sus clientes.
Hola,
Si no me equivoco, esto no pasa solo con las gestoras españolas, sino con todas las gestoras que venden fondos en España, que pagan retrocesiones a los comercializadores. No se comenta que muchos bancos, asesores y plataformas de fondos en España venden fondos de gestoras internacionales como Blackrock o JPMorgan, a los que cobran retrocesiones. De hecho, creo que algunas han creado categorías especiales «minoristas» de sus fondos para poder pagar retrocesiones, o que sean más altas.
Aunque mayor cultura financiera ayudaría, no va a poder luchar contra una regulación favorable a esa práctica.
Quizá sería útil una medida que he oído mencionar pero no poner en práctica es la de obligar a todos los asesores a cobrar directamente del asesorado y no de las retrocesiones. Pero combinada obligatoriamente con extender esa obligación a los meros comercializadores sin asesoría… Ya que lo que veo es que si no, todos los bancos dirán que cobran cero por asesoría pero seguirán cobrando como comercializadores.
Hola Carlos,
Totalmente de acuerdo con tu comentario. Nosotros pretendemos que la formación financiera sea la clave para un buen asesoramiento financiero. Un saludo.