Vinay Thapar, Gestor del AB International Health Care Portfolio
Tradicionalmente considerado como una oportunidad defensiva en periodos de volatilidad, el sector salud también presenta características que podrían convertirlo en una asignación de renta variable básica. La innovación, las megatendencias favorables a largo plazo, las valoraciones atractivas y la fuerte rentabilidad crean atributos de resistencia para los inversores en el sector, así como un potencial de crecimiento a largo plazo.
Reconocer las mejores oportunidades en un sector que evoluciona rápidamente requiere un enfoque disciplinado centrado en la salud del negocio.
Invertir en los negocios y no en predecir la ciencia.
Tres factores estimulan actualmente el cambio en el sector salud: la innovación, las estructuras de precios y las políticas. Sin embargo, esta dinámica a menudo choca con las perspectivas de inversión de un producto o una empresa y las complica. ¿Pagarán más las personas por un tratamiento revolucionario si no está cubierto por un sistema sanitario? ¿Es posible que un gobierno subvencione decididamente nuevas tecnologías de diagnóstico? ¿Los precios actuales son sostenibles a largo plazo? Las preguntas como estas varían de un país a otro, según las políticas de sus gobiernos, la economía nacional y el gasto o las preferencias culturales.
A pesar de estas dificultades, creemos que hay formas de extraer juicios informados en todo el sector que pueden llevar a los inversores a fuentes de rentabilidad y rendimientos de la inversión sólidos. El primer paso es evitar una falacia común: no hacer predicciones sobre ensayos farmacológicos. Ni siquiera los mejores científicos del mundo pueden predecir con certeza los resultados de los ensayos, así que ¿por qué habrían de jugársela los inversores? Haga lo contrario: fórmese una imagen clara de cómo la innovación, los precios y el dinamismo de las políticas podrían afectar a la rentabilidad y a la tasa de crecimiento de una empresa.
1. Innovación médica
La innovación científica lleva décadas sustentando los avances sanitarios. Sin embargo, la revolución tecnológica en el sector salud todavía está en sus primeras etapas en numerosos aspectos. Los inversores deben mirar más allá de los equipos vanguardistas o la investigación en biotecnología para comprender cómo la innovación reformulará el sector. Por ejemplo, aunque el uso de big data y de la inteligencia artificial es todavía relativamente limitado en el desarrollo de fármacos, es probable que, con el tiempo, se conviertan en herramientas integrales en la mejora de la eficacia de los ensayos farmacológicos.
Los nuevos avances incidirán en numerosos ámbitos. La robótica ya está cambiando los procedimientos quirúrgicos. Los tratamientos para la enfermedad de Alzheimer y trastornos cardiovasculares contribuirán a combatir los costes físicos y económicos del cambio demográfico. El desarrollo de soluciones para problemas relacionados con la edad, desde el resfriado común hasta el cáncer, es solo cuestión de tiempo.
2. Disrupción de los precios
Sin embargo, las innovaciones trascendentales no siempre tienen sentido desde el punto de vista económico. Comprender cómo se determinan los precios para un nuevo producto o servicio es esencial para medir el potencial de beneficios de una empresa.
La innovación y la fijación de precios guardan una curiosa relación en el sector salud. En el tecnológico, es bien sabido que la innovación potencia las mejoras de rendimiento y reduce exponencialmente los costes. Por ejemplo, hace 25 años, los pacientes con cáncer pagaban unos 200 dólares al mes por la quimioterapia y el éxito era limitado; actualmente, algunos tratamientos de quimioterapia pueden curar el cáncer con menos efectos secundarios, pero con un coste de 100.000 dólares.
3. Dinámica de las políticas
Las políticas públicas sobre el sector salud son un determinante clave de si una empresa alcanzará el éxito o fracasará. El gasto sanitario per cápita varía drásticamente de un país a otro y la calidad ofrecida no siempre es reflejo del precio que se paga. Por ejemplo, Estados Unidos gasta más en salud que casi cualquier otro país del mundo, pero la calidad de la atención que se presta es inferior a la del Reino Unido y Alemania, países que gastan mucho menos.
Fundamentales de las empresas
En nuestra opinión, una empresa relacionada con el sector salud innovadora posicionada para triunfar a largo plazo en un contexto de presiones de precios y arenas movedizas políticas debería presentar los siguientes atributos:
– Rentabilidad del capital invertido (ROIC) elevada o en proceso de mejora
– Elevadas tasas de reinversión
– Balances sólidos
– Negocios con ventajas competitivas duraderas
Sea precavido con aquellas empresas que busquen el crecimiento de las ganancias a costa de la rentabilidad. Las empresas muy codiciosas también deben analizarse detenidamente, en especial, si acumulan un gran volumen de deuda o ventas que se concentran en un grupo reducido de productos. Además, creemos que las empresas cuyo crecimiento futuro depende del éxito de un único ensayo farmacológico deben manejarse con suma atención.
Para invertir de forma efectiva en acciones del sector salud se requiere un conjunto de competencias único; no se trata de percepciones científicas. Aplicando un proceso de inversión disciplinado que integre los diversos factores que afectan a las empresas del sector salud, los inversores pueden acceder a fuentes de sólida rentabilidad potencial capaces de vigorizar una cartera de renta variable a largo plazo. Por eso, desde AllianceBernstein, vemos que la clave está en invertir en los negocios, no en intentar predecir la ciencia.