Durante los últimos tiempos se está convirtiendo en un debate eterno la comparativa entre gestión activa y gestión pasiva en fondos de inversión debido al auge que esta está teniendo esta última en los últimos años entre la comunidad inversora.
En el siguiente post pretendemos desenmascarar la “mala” gestión activa y cómo esta está perjudicando notablemente a la buena gestión activa en las comparaciones con la gestión pasiva.
Esto lo están aprovechando no solo los “amantes” de los fondos indexados y ETF, sino también todos los gestores automatizados para ganar cuota entre los inversores frente a la verdadera gestión activa.
La gestión pasiva o indexada es buena y desde nuestro punto de vista es complementaria a la gestión activa y no por ello para empoderarla debes de tirar por tierra a la otra.
Creemos que a por lo que habría que ir es a por esa “mala gestión activa” que realmente es la que perjudica no solo a la verdadera gestión activa, sino también al sector de la gestión de fondos de inversión en general. La “mala gestión activa” no es más que gestión pasiva disfrazada de gestión activa. Es decir, es gestión que no se separa de los índices, pero con comisiones de gestión como si fuera gestión activa.
Antes de nada, vamos a tratar de poner perspectiva para ver desde dónde viene esto.
La buena fama creada por grandes gestores internacionales como Buffet, Lynch, Soros, etc…, que solían batir al mercado sistemáticamente, crearon un caldo de cultivo que las gestoras han sabido explotar muy bien. Sobre todo, las gestoras de las entidades bancarias aquí en España.
Las entidades han aprovechado esta buena fama de ciertos gestores activos para comercializar en sus redes bancarias infinidad de fondos de inversión que son en realidad falsos fondos de gestión activa con comisiones de gestión que rozan el robo. Nos suelen vender la idea de que poseen un equipo de gestión muy experimentado y con un sistema muy elaborado de selección de activos que nos va a generar una rentabilidad muy superior al mercado, etc… En definitiva, lo que buscan es engatusarnos vendiendo complejidad para atraer tu atención y los comerciales están entrenados para eso, no te quepa la menor duda. Sobre todo si eres un inversor sin experiencia.
Debemos tener una cosa clara. Los gestores de estas entidades que producen fondos de inversión como si fueran churros son profesionales que están gestionando su carrera profesional en vez de un fondo. Nos explicamos.
Estos gestores nunca van a arriesgar más allá de un límite, es decir, nunca van a aplicar una política de gestión que les separe mucho del mercado porque si por lo que fuera su filosofía de inversión no funciona y pierden una cantidad importante respecto al mercado, serán automáticamente despedidos.
¿Qué hacen en su defecto? Pues van controlando muy bien sus riesgos para no dispersarse mucho del mercado y si este tiene un batacazo gordo, ellos siempre podrán decir que “es que el mercado, mira cómo está”. ‘Mal de muchos consuelo de tontos’, como se suele decir. Ante esta situación, nunca serán despedidos. Ahora, eso sí, no se despegarán del mercado pero la comisión de gestión será como si hubiera gestionado el fondo de manera totalmente activa.
Esto ha provocado el crecimiento exponencial de una gran cantidad de fondos de baja calidad, por decirlo de una manera suave, que está mancillando la imagen de los verdaderos gestores que se dedican a la gestión activa de verdad.
Para que esto no nos quede muy largo, en la siguiente parte de este post que publicaremos en próximas semanas veremos un ejemplo de cómo funciona la mala gestión activa y cómo detectarla.