Mucha gente quiere ganar dinero invirtiendo, por lo que recurre a los fondos de inversión con la esperanza de capitalizar el crecimiento a largo plazo del mercado de valores. Pero antes de empezar a invertir es importante saber cómo funciona un fondo de inversión.
¿Qué es un fondo? Un fondo de inversión es un conjunto de activos en manos de varios inversores con el fin de invertir. El fondo se compone normalmente de una mezcla de acciones, bonos, dinero en efectivo y otros valores, el cual es administrado por un profesional. Para la gente interesada en invertir, la compra de un fondo de inversión es una manera simple de desarrollar una cartera diversa cuidadosamente vigilada y atendida por un gestor de fondos.
Tener a un profesional al mando de las inversiones ofrece un gran nivel de seguridad para el inversor medio; es una de las razones por la que los fondos de inversión son tan populares. Entre la compra-venta de activos, la toma de decisiones financieras y mantener una cartera diversificada y equilibrada, involucrarse en el mercado de valores puede ser difícil para los inversores que carecen de tiempo, experiencia y conocimientos.
Debido a que los fondos de inversión reciben contribuciones de varias personas, el fondo permite a los inversores poseer más exposición al mercado con una cantidad de dinero menor de lo que podrían por sí solos. Esa cantidad total es invertida por el gestor del fondo en una variedad de activos. Esto les da a los inversores individuales la posibilidad de poder poseer una gran variedad de acciones, bonos y otros valores.
La capacidad de estar invirtiendo en una amplia gama de acciones y bonos no sería posible para el inversor medio sin la ayuda de un fondo de inversión. La totalidad de la cartera de los fondos de inversión se conoce como activos bajo gestión. El gestor del fondo es compensado por sus esfuerzos, los cuales se espera que incluya el crecimiento del valor del fondo, a través de lo que se conoce como la comisión de gestión, o ratio de gastos. Un ratio de gastos promedio de un fondo de inversión gestionado es de alrededor del 1 al 1,5 por ciento.
Cuando un gestor aumenta con éxito el valor de un fondo, el valor de la cartera aumenta junto con el valor medio neto o NAV. La forma en la que el NAV se calcula es dividiendo el valor total de todos los valores que tiene el fondo entre el número de acciones del fondo. Utilizando el ejemplo anterior, si un fondo de inversión se inició con un valor total de 10.000 € y la gestora incrementa el valor total del fondo a 15.000 €, las 10 acciones originales del fondo tendrán ahora un valor de 1.500 €.
Fuente: Artículo de Daily Finance