Los robo advisor se están convirtiendo en un segmento influyente de la industria de las fintech. Uno de los cambios más grandes en el horizonte del sector de las finanzas es la integración de nuevas tecnologías, que se están comenzando a utilizar para hacer los sistemas financieros más eficientes. De hecho, cada vez las plataformas fintech tienen más integrantes.
El ecosistema de las fintech es complejo y todo el mundo parece querer tener parte en su evolución. Las compañías están ajustando sus sistemas para incluir pagos online, opciones móviles y biotecnología, por mencionar algunos ejemplos. Numerosas compañías tecnológicas están entrando en este terreno con soluciones para liquidaciones transfronterizas, intercambios basados en la tecnología blockchain, criptomoneda e infinidad de nuevos servicios. Nuevas ‘startups’ están ofreciendo plataformas de préstamo, análisis del Big Data y soluciones de seguridad; y servicios financieros están añadiendo robo advisor a su serie de prestaciones.
En el segmento de las fintech, la llegada de los robo advisor tiene el potencial de cambiar el terreno de juego. Encontramos tres grupos distintos de robo advisor: totalmente delegado, asistido y autodirigido.
Los clientes que optan por los primeros, confían sus inversiones a algoritmos que ofrecen consejos de inversión basados en perfiles de usuario que incluyen objetivos de inversión y tolerancia al riesgo.
Los robo advisor asistidos son para aquellos que quieren tener una mayor involucración en la gestión de su cartera, dando acceso al cliente a la estrategia de inversión y él puede elegir copiarla.
Finalmente, el modelo autodirigido simplemente agrega información de fondos y ofrece a los clientes una plataforma desde la que invertir donde él decida.
En conclusión, nos encontramos ante un desplazamiento de modelos basados en consejos humanos a modelos basados en algoritmos. Siempre existirá la necesidad del trato humano, pero millones de personas pueden obtener los servicios que realmente necesitan de los robo advisor.
Hace veinte años, los inversores debían personarse en la oficina de su asesor financiero. Hoy en día, las personas que buscan optimizar sus ahorros pueden navegar por internet para investigar las diferentes opciones que se ajusten a sus metas personales. Por lo tanto, podemos afirmar que los servicios financieros están cambiando.