Desde el lanzamiento de Spotify en octubre de 2008, el crecimiento de la plataforma para escuchar música en streaming ha sido espectacular. En la actualidad tiene más de 50.000.000 de usuarios y este número no para de crecer.
La razón de su éxito es simple, ofrecieron un producto rompedor. Nos dieron la oportunidad de disponer de toda la música que quisiéramos escuchar, a un precio fijo, y sin movernos de casa. Algo muy parecido a lo que ofrecemos en Feelcapital. Aunque ambas empresas se dedican a dar servicios en sectores totalmente diferenciados, existen una gran variedad de similitudes entre las dos.
Feelcapital, al igual que Spotify, ofrece un producto rompedor. Somos el primer robo advisor creado en Europa y la primera empresa regulada para dar asesoramiento automático del Viejo Continente. Esto nos permite tener un track record que demuestra nuestra capacidad para obtener rentabilidad a largo plazo.
El hecho de poseer un algoritmo que cree carteras a medida para cada cliente de manera automática, nos da la posibilidad de crear infinidad de carteras sin ningún coste extra para nuestro balance, lo que nos permite cobrar una tarifa fija muy inferior a la de la competencia. El hecho de que los costes por asesoramiento sean inferiores, se traduce en menos gastos para la cartera y por tanto mayores rentabilidades.
Por otra parte, también nos parecemos a Spotify por el hecho de dar un servicio online. Nuestros clientes pueden gestionar sus inversiones sin moverse de casa. En nuestra web pueden encontrar toda la información relativa a su cartera: fondos que la componen, posiciones ejecutadas, necesidad de realizar algún ajuste, etc.
Al igual que Spotify ha revolucionado el mundo de la música, Feelcapital ha llegado para revolucionar el mundo del asesoramiento financiero. Se acabó el pagar altas comisiones por asesoramiento. Se acabó el suscribir los fondos con comisiones más altas para que el asesor se embolse las retrocesiones. Se acabó el tener que acudir a la oficina de nuestro asesor a pedir explicaciones. Feelcapital es el futuro y ha llegado para quedarse.