En esta ocasión vamos a tratar un tema que cada vez comienza a tener más relevancia debido al hecho de tener un sistema de pensiones en España que es totalmente deficitario y que, para poder mantenerse en pie, se van a tener que tomar medidas en contra de los ciudadanos que mermarán sus ingresos si no toman un camino paralelo para poder asegurar su jubilación.
Vamos a tratar el ahorro en España y lo vamos a poner en perspectiva con Europa. La forma de ahorrar de los españoles da un poco de miedo si analizamos los datos comparándonos con el resto de Europa y analizando el último barómetro del ahorro publicado por Inverco.
La primera conclusión que se extrae es que el producto de ahorro preferido de los inversores españoles, independientemente de su edad, son los depósitos. Este último año, sin ir más lejos, se ha batido el récord en depósitos con más de 900.000 millones de € en estos productos y efectivo. En un contexto en el que los tipos de interés están en el 0% o incluso en tasas negativas, no creemos que pueda ser muy halagüeño para el ahorro de los españoles, debido a que, principalmente, el silencioso monstruo de la inflación sigue arañando prácticamente un 2% año a año.
Según los datos publicados por Inverco, estos productos, tanto las cuentas corrientes como los depósitos, representan el 40% de todo el ahorro de las familias. Solo superados por Portugal y Austria, lo que deja un escenario preocupante ya que el español ahorra poco y encima lo poco que ahorra lo invierte en productos muy conservadores que ni si quiera le sirven para superar la inflación. Esta es una de las grandes diferencias respecto a Europa, donde ahí sí, los ahorradores no son tan conservadores y les ha permitido aprovecharse del incremento patrimonial que ha supuesto estar invertido en renta variable en los últimos años.
Aparte de invertir en activos de bajísimo riesgo y de nula rentabilidad, los españoles tienden a invertir mucho en el mercado inmobiliario respecto a lo que lo hacen el resto de europeos, donde predominan más las inversiones en productos financieros. Estas diferencias se dan debido a que el inversor español tiende a invertir más en activos palpables que en activos menos tangibles, como pueden ser los activos financieros. Bien es cierto que este miedo suele venir provocado por casos como las sonadas estafas de las preferentes, Gescartera o Fórum Filatélico, casos que no ayudaron en nada a generar confianza al ahorrador a la hora de invertir.
Otra de las diferencias respecto a Europa en términos de ahorro es que la jubilación no es ni por asomo una de las preocupaciones para casi la mayor parte de ahorradores excepto para la generación de los “baby boomers”. El español medio tiene interiorizado casi desde que nace que ya está ahorrando para la jubilación a través de las cotizaciones a la Seguridad Social, pero no ve el riesgo que tiene fiarlo todo a una pensión pública que está en entredicho.
Gran parte de culpa de esta situación no la tiene el propio ahorrador, que posiblemente se haya criado en un ambiente donde la educación financiera brillaba por su ausencia y hablar dinero y ahorro era prácticamente tabú, si no que mucha responsabilidad la tiene el sistema, que es incapaz de educar a sus ciudadanos en una materia tan importante para la sociedad como la administración de sus finanzas.
Y lo tranquilos que están los españoles que tienen su dinero en depositos en este mismo momento en el que el corona virus está haciendo estragos en todas las bolsas del mundo
Hola Miguel Ángel,
El efecto del coronavirus en los mercados será algo anecdótico dentro de un año mientras que mantener el dinero en depósitos es perder poder adquisitivo año tras año. Esto no es una opinión, es un hecho teniendo en cuenta que los tipos de interés están en negativo y que hay inflación, baja pero la hay. En Feelcapital asesoramos a nuestros clientes en fondos de inversión conforme a su perfil de riesgo en horizontes temporales a medio y largo plazo para poder cumplir sus objetivos de inversión más allá de las coyunturas puntales del mercado. Gracias por tu comentario. Un saludo.