La Reserva Federal aprobó el pasado día 26 de septiembre un nuevo incremento de los tipos de interés del 0,25%, quedándose así en una horquilla de entre el 2% y el 2,25%. Ante la noticia, son muchos los inversores que se preguntan de qué modo puede afectarles esta decisión y dudan si podría afectarles o no a esa parte de su cartera de fondos de inversión invertida en renta variable.
Lo primero que hay que tener claro es que cuando la Reserva Federal o los bancos centrales deciden modificar los tipos de interés, el objetivo es controlar el precio del dinero. Más concretamente, el precio que hay que pagar por pedir dinero prestado. Por tanto, esos cambios en los tipos tienen un fin primordial: el control de la inflación. Sin embargo, este mecanismo de control del precio del dinero tiene también otras consecuencias al ser modificados en la economía en general.
El impacto más común de una subida de tipos en la bolsa es su pérdida de atractivo debido a que otros activos, como la renta fija o los depósitos bancarios, aumentan su rentabilidad esperada con un menor riesgo. Además, teniendo en cuenta que en la bolsa se cotizan acciones con un precio ligado a las perspectivas de las empresas, cuando suben los tipos aumentarán los costes de financiación de las compañías puesto que endeudarse e invertir ahora será más caro. No obstante, tampoco es motivo de alarma. Cuando las variaciones de los tipos son pequeñas, como están siendo las llevadas a cabo en Estados Unidos por parte de la FED, el efecto es mínimo.
Aunque si hay una familia de activos de la renta variable que salga perjudicada por el incremento de los tipos de interés americanos, esta es la renta variable emergente. Una subida de tipos en EEUU se traduce en una apreciación del dólar frente a divisas emergentes y aquellos países que tengan deuda emitida en dólares, si esta es a tipo variable, aumentará. También tendrá un gran impacto en su comercio exterior, ya que la mayoría de bienes básicos y materias primas cotizan en dólares en el mercado internacional.
En resumidas cuentas, la subida de tipos por parte de la FED no es motivo de alarma. Por norma general, estas subidas nunca serán exageradas, todo lo contrario, serán suaves y graduales. No obstante, hay que tener ojo con nuestras inversiones en emergentes, que como se puede comprobar este año son las más perjudicadas cuando EEUU decide aumentar los tipos de interés (el índice de referencia MSCI Emerging Markets ha caído un -4,26% de enero a cierre de septiembre).