La renta variable global sigue registrando nuevos máximos, liderada por Estados Unidos y los mercados emergentes. Sin embargo, la bolsa estadounidense produjo un retorno negativo en euros, ya que la divisa europea se fortaleció significativamente. Las bolsas europeas registraron resultados mixtos, a pesar de que los indicadores de confianza económica alcanzaron sus niveles máximos en una década. Obviamente, el fuerte incremento en el euro está comenzando a tener un impacto en los mercados europeos, especialmente en los mayores exportadores.
Por su parte, el BCE se ha vuelto un poco más contundente en sus comunicaciones, alimentando la incertidumbre respecto a un posible tapering en las compras de activos hacia el final del año. En el lado político, las negociaciones del Brexit comenzaron con mal pie, mientras en Estados Unidos el presidente Trump sigue atascado en peleas políticas internas y no logró sacar adelante su reforma del sistema sanitario. En la renta fija, el rendimiento del bono alemán siguió aumentando y los diferenciales de la deuda periférica siguieron estrechándose, con un mejor resultado para los mercados español e italiano. El mes también estuvo marcado por el fuerte rebote del precio del petróleo.
A nivel sectorial, los materiales se beneficiaron de la estabilización en los precios de las materias primas y la recuperación en las acciones de compañías del acero y la minería, mientras el sector financiero contó con el apoyo del incremento de los rendimientos de los bonos. Los servicios de telecomunicaciones y la energía también estuvieron entre los mejores. Los sectores defensivos, como el consumo básico, la sanidad y los exportadores en general sufrieron. Los estilos cíclicos y factores como valor, alto riesgo y small-caps tuvieron un mejor rendimiento, mientras las acciones con alto rendimiento por dividendos tuvieron un momento más difícil debido al aumento de los rendimientos de los bonos y las grandes compañías de consumo básico y sanidad sufrieron con la fortaleza del euro.
En este contexto, el fondo DPAM Equities L Europe Behavioral Value tuvo otro mes fuerte en julio y superó al índice de referencia, MSCI Europe Net Return Index. También superó el índice equivalente value gracias a su mejor asignación por sectores y selección de compañías. El fondo se benefició principalmente de su selección de acciones en consumo básico, industria y el sector financiero. En general, la selección de acciones en cada sector contribuyó positivamente excepto para nuestras posiciones en servicios de telecomunicaciones, un segmento que tuvo un rendimiento relativamente plano para nosotros.
El objetivo de DPAM Equities L Europe Behavioral Value es el crecimiento del capital a largo plazo, invirtiendo en renta variable europea. La política de inversión se adhiere a los principios de las finanzas conductuales (Behavioral Finance), un campo académico basado en la psicología para el análisis de los mercados financieros. El fondo invierte en acciones que se consideran infravaloradas y muestran un buen precio.
La estrategia de inversión está guiada por la implementación estricta y disciplinada de una valoración propia y el momentum de los beneficios empresariales en cada grupo sectorial. El objetivo es estar completamente invertido (máximo 3% de efectivo), diversificado en cada sector e industria y respetar la disciplina de compra y venta del proceso. En lo que respecta al factor value, las evoluciones recientes de los mercados han empujado la dispersión en las valoraciones (esto es, el diferencial en la valoración entre la acción más cara y la más barata de cada sector) a niveles históricamente atractivos.
Philippe Denef, gestor de Degroof Petercam Asset Management