Normas de un test de Tolerancia al Riesgo en fondos de inversión

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Un asunto que diferencia una buena medida de una actitud frente al riesgo de otro más pobre es la facilidad de acceso a las normas de la prueba. En el caso de la tolerancia al riesgo, las normas de las pruebas ayudan al asesor y al cliente en la comprensión de cómo el nivel de tolerancia al riesgo de un cliente se compara con otros en la comunidad.

La puntuación correspondiente a un cliente que complete una prueba de tolerancia al riesgo se colocará en un punto determinado de la curva de distribución. Se mostrará si el cliente se encuentra dentro de un rango de, por ejemplo, el 50% de la población o si se trata más bien de un valor atípico y su puntuación es, digamos, un 99% más alto que la mayoría de personas de la población.

Cada prueba tiene un grupo de referencia en el que se basa la prueba. Por tanto, es importante para el planificador conocer la población utilizada y así establecer las normas del test. Un ejemplo extremo de base de prueba inadecuada sería basar un test de tolerancia al riesgo financiero en los clientes que viven en pequeñas ciudades costeras de una región concreta del país. Las puntuaciones de este grupo de referencia de personas posiblemente predominantemente conservadoras y jubilados no pueden compararse razonablemente a clientes que viven en las grandes ciudades, participando aún activamente en sus carreras profesionales.

Es importante saber en qué se ha basado la prueba. La población en la que esta está basada debe ser relevante para la población que realizará el test. Muchas pruebas de actitudes y medidas de personalidad están estandarizadas en poblaciones norteamericanas y europeas. En casi todos los casos, las bases son para una población total que se compone de hombres y mujeres de diferentes edades y procedencias.

Al pensar en la naturaleza de las bases para una medida de tolerancia al riesgo, algunos estudios revelan que los hombres están más dispuestos que las mujeres a asumir un riesgo financiero. Otros estudios no encuentran diferencias de género. Algunos informes muestran que las personas mayores tienden a tener mayor aversión al riesgo financiero. Pero, de nuevo, hay otra investigación que revela que la edad no tiene un efecto lineal en las actitudes acerca de las decisiones financieras (Harlow & Brown, 1990; Hershey y Wilson, 1997). Dados estos resultados mixtos, las bases para toda la comunidad son todas las que puedan ser necesarias en un test de tolerancia al riesgo.

Finanzas: Fiabilidad de una prueba de tolerancia al riesgo

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Hemos destacado en anteriores entradas que dos elementos clave para evaluar un test de tolerancia al riesgo son la validez y la fiabilidad. Ya hemos hablado de la validez y hoy nos toca analizar qué es la fiabilidad.

Debe haber evidencia en el material de apoyo sobre la prueba de tolerancia al riesgo de que se obtiene un resultado similar para la misma persona al completar la prueba durante periodos cortos de tiempo. Esto nos querrá decir que la prueba es fiable. Si una persona logra dos resultados completamente diferentes en la misma prueba a los pocos meses de la realización de la primera, puede ser una indicación de que la prueba no es fiable.

La fiabilidad del test es el grado en que las diferencias individuales en las puntuaciones de la prueba son atribuibles a verdaderas diferencias en las características consideradas y la medida en que estas diferencias puedan asignarse a los probables errores. Por lo tanto, la fiabilidad de una prueba es un indicador a considerar de mucha importancia.

Sin altos niveles de fiabilidad, la calificación de un test es, en un sentido genuino, no interpretable. Según los ratios de calificación de la fiabilidad, los altos niveles de fiabilidad son comúnmente aceptados como un nivel en 0,80 y superiores. Los niveles moderados de fiabilidad irían de 0,60 a 0,79, y por debajo de este nivel de fiabilidad, la prueba necesita un mayor desarrollo antes de que sus resultados de medición pueden ser aceptados con cierta confianza (Anastasi, 1990).

Los asesores y planificadores, sin embargo, tienen que ser conscientes de lo que significan las fluctuaciones razonables en las puntuaciones para un cliente que realiza la prueba dos veces. Hay muchas razones por las que un cliente puede no producir el mismo resultado en una prueba de tolerancia al riesgo en dos ocasiones diferentes.

Tales factores pueden incluir (a) cambios en las condiciones en las que se ha completado la prueba, (b) el cliente ha tenido una experiencia que le ha hecho repensar sus actitudes hacia la tolerancia de riesgo, (c) el resultado de la prueba anterior podría haber sido inexacta, o (d) el cliente tiene algún otro problema que causa una falta de concentración (Anastasi, 1990; Cronbach, 1990).

Fondos de inversión: Validez de una prueba de tolerancia al riesgo: Validez predictiva

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Como ya hemos comentado en anteriores entradas, los dos indicadores que determinan una buena prueba de tolerancia al riesgo son la validez y la fiabilidad. Hoy vamos a hablar de la validez predictiva. Siempre que desarrollemos o analicemos un test de tolerancia al riesgo, debemos tener en cuenta si el test predice una medida posterior de los resultados, es decir, si tiene validez predictiva.

En el ámbito de la tolerancia al riesgo, el concepto de «resultados» podría incluir la relación que se percibe entre la puntuación de un cliente en la prueba y su actitud acerca de las decisiones de inversión algunos meses más tarde.

Aquellos que califiquen con mayor tolerancia al riesgo, por ejemplo, deberán tener opiniones y comportamientos de inversión con otros productos financieros que sean consistentes con esta tolerancia al riesgo más alta. Otro indicador a tener en cuenta al hilo de la validez predictiva es el análisis factorial. Este procedimiento estadístico mide las relaciones entre los elementos o grupos de elementos de la prueba. Aquellos elementos que están altamente correlacionados se combinan en factores.

Estos factores son identificados como la representación de comportamientos particulares. Es importante para un asesor que entienda cómo se representan muchos factores y qué elementos de la prueba contribuyen a cada factor o dimensión. Teóricamente estos factores deben ser relevantes en la actitud de tolerancia al riesgo. En un test no debería haber demasiados factores distintos y debe haber por lo menos tres si no cuatro preguntas sobre cada factor.

Algunas pruebas de tolerancia al riesgo que informan de los resultados de los análisis factoriales revelan que la construcción de la tolerancia al riesgo es unidimensional. Es decir, la tolerancia al riesgo se representa como un solo factor (por ejemplo, el Sistema de Perfiles de Riesgo ProQuest). Otras medidas revelan un máximo de dos dimensiones (Boettner Institute of Financial Gerontology , USA; Cutler, 1995), pero es probable que estas dos dimensiones sean en realidad extremos o polos opuestos de un mismo factor de tolerancia al riesgo.

Finanzas: La economía colaborativa revoluciona Amsterdam

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La economía colaborativa es un concepto cada vez más de moda en todo el mundo, y ahora Ámsterdam ha sido nombrada la primera ciudad colaborativa de Europa después de que numerosas iniciativas, colectivos y empresas pusieran de manifiesto el interés por este nuevo fenómeno económico.

«La idea es transformar Ámsterdam en una ciudad colaborativa y utilizar las posibilidades que ofrece esta nueva modalidad económica en las áreas de sostenibilidad, cohesión social y economía y, a su vez, formular las respuestas a los retos que este fenómeno presenta», explicó a Efe el cofundador de la iniciativa social SharingNL, Harmen van Sprang.

SharingNL ha sido la plataforma encargada de impulsar la cultura del compartir en la capital holandesa, una iniciativa promovida por el propio gobierno municipal.Además, han creado una red de embajadores para impulsar este fenómeno, entre los que se encuentran el propio Ayuntamiento, el aeropuerto de Schiphol o la Biblioteca Pública, con la que están organizando ciclos para enseñar a los ciudadanos a implicarse en la economía colaborativa.

Un estudio realizado en 2013 por el cofundador de la plataforma SharingNL, Pieter van de Glind, que fue uno de los gérmenes de este movimiento «imparable» en la capital holandesa, ya reveló que el 84 % de los ciudadanos encuestados estaría dispuesto a formar parte de algún tipo de consumo colaborativo.

Los principales factores tenidos en cuenta en esta encuesta fueron el social –el hecho de ayudar a otras personas en el barrio–, el carácter sostenible de las iniciativas de consumo colaborativo y el tema financiero, ya que «este tipo de prácticas mejoran la economía personal».

El valor de la experiencia

Una tendencia que hoy implica a sectores muy diferentes, desde alojamiento, turismo, transporte o educación, y que representa cada vez más una oportunidad tanto para empresas como consumidores.
De hecho, han surgido empresas tan diversas como «Peerby», una aplicación donde vecinos intercambian objetos prestados; «Konnektid», que pone en contacto a ciudadanos que quieren enseñar con los que quieren aprender; «Rewear», una plataforma de alquiler de prendas y accesorios de diseño, o «Floow2», un mercado de intercambio de equipos comerciales, entre muchos otras.

En la misma línea, para la creadora de Rewear, Marloes Pomp, su iniciativa «permite sacar provecho a ropa y accesorios que no solemos llevar y ganar dinero extra», pero también «invertir en artesanía y piezas de diseño con el fin de romper el ciclo de la producción en masa y el consumismo».

La economía y el consumo colaborativo es un fenómeno mundial creciente que promueve el compartir en lugar de poseer e incrementa el valor de la experiencia frente al de la posesión de bienes y las finanzas, según sus partidarios.

Una modalidad motivada por la crisis financiera mundial, mayor preocupación por los problemas ambientales y la sostenibilidad, el desarrollo de internet y las redes sociales o la revalorización de conceptos como comunidad o colaboración.

En Ámsterdam, al igual que en otras ciudades como Seúl, Barcelona o Bristol (Reino Unido), «este movimiento se está desarrollando fuerte y, en lugar de ignorarlo, debemos impulsarlo», reconoció Van Sprang.

Fuente ABC