El desmarque estadounidense: ¿un desarrollo duradero?

Gestoras

Brendan Mulhern, estratega global en Newton, analiza la actual trayectoria de doble carril del crecimiento mundial. ¿Puede Estados Unidos continuar disparándose? ¿Y sufrirán nuevas caídas Europa y Asia?

En 2017, el mundo volvió a crecer de forma sincronizada por primera vez desde la crisis financiera, y las economías de todas las grandes regiones aceleraron su avance. También fue el primer año desde la crisis en que el mercado de renta variable estadounidense se rezagó frente a las acciones globales, como suele ocurrir en periodos de crecimiento mundial simultáneo.

La expectativa a comienzos de 2018 era que esta coyuntura se prolongaría, que las acciones globales prolongarían su fase alcista, y que la bolsa norteamericana continuaría rezagada, sobre todo frente a aquellos mercados que habían sufrido más tras la crisis. Sin embargo, transcurridos nueve meses del año, el mercado de renta variable estadounidense se ha anotado fuertes rentabilidades y vuelve a estar en cabeza, mientras que muchos otros mercados han perdido terreno.

De continuar su ritmo de avance, 2018 será su segundo mejor año en el calendario poscrisis (por detrás de 2011) en términos de rentabilidad excedente. ¿Qué desarrollos han beneficiado a Estados Unidos? ¿O acaso habría que preguntar qué ha perjudicado al resto del mundo?.

La economía estadounidense se ha beneficiado del impulso brindado por los recortes impositivos y el mayor gasto público a la renta de los hogares, que ha compensado con creces el impacto de las subidas de los tipos de interés implementadas por la Reserva Federal.

Por su parte, las acciones americanas también se han beneficiado del paquete de reformas fiscales, de forma tanto directa (a través de mayores márgenes de beneficio de las empresas) como indirecta (a través de recompras de acciones propias financiadas con beneficios extranjeros repatriados). Por consiguiente, ¿qué ha ido mal en el resto del mundo?

La combinación de política fiscal acomodaticia y política monetaria relativamente restrictiva en Estados Unidos se asemeja a la situación de comienzos de los años ochenta bajo el presidente Reagan.

Por aquel entonces, Henry Kaufman, economista jefe en Salomon Brothers, advirtió de que los déficits gubernamentales desplazarían a los prestatarios del sector privado. A diferencia de los años setenta –en que la Fed aplicaba una política de estímulo ampliando su balance y fomentando los déficits fiscales–, el gobierno estadounidense competía con los prestatarios privados por un capital financiero escaso, pero los primeros en verse desplazados fueron los prestatarios en dólares extranjeros.

La transferencia de capital financiero de Estados Unidos al sistema financiero extraterritorial en dólares se secó completamente, lo cual condujo a un endurecimiento de las condiciones financieras que perjudicó a los países que se habían financiado en el billete verde.

Hoy en día, Estados Unidos vuelve a aplicar políticas fiscales acomodaticias y políticas monetarias restrictivas, y los mercados financieros vuelven a enfrentarse a un endurecimiento de las condiciones financieras en el sistema financiero en dólares offshore, que está elevando el coste del capital y dañando a las economías con pasivos en dólares.

Esta presión no disminuirá hasta que la Fed deje de endurecer su política monetaria.

¿Una combinación tóxica?

Al mismo tiempo, 2018 ha sido escenario de una ralentización del crecimiento global, debido sobre todo a que las autoridades chinas redujeron sus medidas de estímulo en la segunda mitad de 2017. Esto ha supuesto un obstáculo especialmente para el gigante asiático y para aquellos mercados emergentes que dependen en gran medida de una fuerte demanda procedente de China. En nuestra opinión, la combinación de menor crecimiento global y coste creciente del capital es letal para los mercados emergentes.

China ya ha anunciado recientemente medidas para estimular a su economía, y los mercados están evaluando si esto bastará para encarrilarla nuevamente y brindar alivio al universo emergente.

En base a los datos disponibles a día de hoy, todo apunta a que la magnitud del estímulo no será ni mucho menos la de los paquetes de 2009/2011, 2012/2013 y 2015/2017, con lo que es poco probable que logre reflotar a la economía china, por no hablar de la economía global.

Si el entorno macroeconómico del gigante asiático se deteriora, es probable que sus autoridades opten por un esfuerzo de reflación más coordinado, pero con un superávit por cuenta corriente muy inferior, el desmesurado sistema financiero chino es cada vez más vulnerable a las condiciones financieras globales.

Hasta la fecha, la experiencia de 2015 quizá refleje la restricción cada vez más seria a la que se enfrentan los artífices de la política china. Cuando el Banco Popular de China comenzó a expandir su balance para proporcionar liquidez a los bancos comerciales del país, desencadenó salidas de capital y la depreciación del yuan, socavando con ello los esfuerzos para estimular la economía.

No fue hasta que la Fed dejó de endurecer su política que el gobierno de Beijing tuvo libertad para reflotar la economía china.

De momento, la Fed tiene todos los ases. A no ser que se ralentice el crecimiento global y que las condiciones financieras más duras a nivel mundial empiecen a hacer mella en los mercados financieros y la economía estadounidenses, es poco probable que la Fed interrumpa su programa de endurecimiento monetario.

A este respecto, el aparente “desmarque” de Estados Unidos no podrá sostenerse para siempre, y el resto del mundo representa una proporción de los ingresos y beneficios de las empresas estadounidenses que a comienzos de los ochenta.

Tarde o temprano, la deflación de la economía extranjera en dólares que está provocando la actual política estadounidense acabará infectando a los mercados y la economía estadounidenses, pero de momento parecen imperturbables. Nuestra expectativa es que la Fed continuará endureciendo su política monetaria, y que las cosas van a empeorar antes de mejorar para los mercados emergentes.

 


 

BNY Mellon Investment Management es una organización de gestión de activos, e incluye a las gestoras de inversiones, de patrimonios y distribuidoras globales afiliadas a BNY Mellon. BNY Mellon es la marca corporativa de The Bank of New York Mellon Corporation y sus filiales. La información proporcionada va dirigida exclusivamente a Clientes Profesionales, no está destinada para su ulterior distribución y los Clientes Particulares no deben utilizarla como base para tomar sus decisiones. Únicamente para fines de marketing. Los pareceres y opiniones expresados son vigentes en la fecha de publicación de la información, son susceptibles de sufrir cambios en función de las condiciones económicas y bursátiles, y no representan necesariamente los puntos de vista de BNY Mellon o de cualquiera de sus afiliadas. La información se proporciona solamente como comentario general sobre el mercado y no constituye asesoramiento o consejo jurídico, fiscal, contable, de inversión o de otro tipo; tampoco representa predicción alguna de rendimientos futuros, y no debería interpretarse como una oferta o incitación a vender o a comprar valor alguno en jurisdicciones donde no esté permitido hacerlo. La información se proporciona sin tener en cuenta los objetivos de inversión, la situación financiera o las necesidades de ninguna persona en particular. BNY Mellon y sus afiliadas no se hacen responsables de ningún consejo de inversión basado en la información proporcionada. Esta información no representa análisis de inversión ni es una recomendación basada en dicho análisis a efectos regulatorios, al no constituir análisis o investigación significativos. En la medida en que este material contenga aseveraciones sobre rentabilidades futuras, dichas aseveraciones son predicciones y están sujetas a varios riesgos e incertidumbres. La información y las opiniones presentadas se han obtenido o derivado de fuentes que BNY Mellon consideraba fiables, pero BNY Mellon no se pronuncia sobre su precisión o completitud. BNY Mellon no asume responsabilidad alguna por pérdidas resultantes del uso de este material. A no ser que se indique lo contrario, todas las cifras están sin auditar. Las rentabilidades obtenidas en el pasado no son indicación alguna de rentabilidades futuras. El valor de una inversión puede tanto subir como bajar, con lo que al venderla cabe la posibilidad de que el inversor obtenga una suma inferior a la invertida originalmente. Esta información no está destinada para su distribución a, o empleo por, ninguna persona o entidad en cualquier jurisdicción o país en el que tal distribución o empleo no esté permitida por la regulación o legislación locales. La información no podrá ser distribuida o utilizada para realizar ofertas o incitaciones a adquirir títulos en ninguna jurisdicción ni en ninguna circunstancia en la que dicha oferta o incitación sea ilegal o no esté autorizada, o allí donde tal distribución conlleve requisitos nuevos o adicionales de registro. Las personas que reciban esta información deberán informarse sobre cualquier restricción aplicable a la distribución de la misma en su jurisdicción, y adherirse a ella. Queda prohibida la publicación de esta información en formato impreso, electrónico, a través de internet o de cualquier otro medio accesible por el público sin la autorización de BNY Mellon Investment Management. Entidades emisoras Esta información ha sido aprobada para su distribución global y es emitida en las siguientes jurisdicciones por las siguientes entidades o divisiones locales: Europa, Oriente Medio, África y América Latina (excluidos Suiza, Brasil y Dubái): BNY Mellon Investment Management EMEA Limited (BNYMIM EMEA), BNY Mellon Centre, 160 Queen Victoria Street, Londres EC4V 4LA, registrada en Inglaterra bajo el nº 1118580. Autorizada y regulada por la Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido (FCA). Las entidades emisoras mencionadas son propiedad de The Bank of New York Mellon Corporation. Información sobre BNY Mellon BNY Mellon Cash Investment Strategies es una división de The Dreyfus Corporation. • Los servicios de asesoramiento de inversiones en Norteamérica se prestan a través de cuatro asesoras de inversiones distintos registradas con la SEC bajo la marca Insight Investment: Cutwater Asset Management Corp y Cutwater Investor Services Corp. The Insight Investment Group engloba a Insight Investment Management (Global) Limited, Insight Investment Funds Management Limited, Cutwater Asset Management Corp y Cutwater Investor Services Corp. Esta información no constituye ninguna oferta para vender, ni una oferta o incitación a comprar, ningún fondo o servicio de la firma a inversores estadounidenses, o en jurisdicciones donde esté prohibido hacerlo. • BNY Mellon es propietaria de la mayor parte del capital de BNY Mellon Asset Management North America Corporation, y el resto se halla en manos de empleados de la firma. • The Newton Group (“Newton”) se compone de las siguientes empresas afiliadas: Newton Investment Management Limited, Newton Capital Management Limited (NCM Ltd) y Newton Capital Management LLC (NCM LLC). El personal de NCM LLC es supervisado por NCM Ltd y NCM LLC no proporciona asesoramiento de inversión, el cual es llevado a cabo íntegramente por NCM Ltd. Solamente NCM LLC y NCM Ltd ofrecen servicios en los Estados Unidos. • BNY Mellon tiene una participación del 20% en Siguler Guff & Company, LP y ciertas entidades relacionadas (incluida Siguler Guff Advisers LLC). INV01436. Exp. 21 de diciembre de 2018.

Margen de seguridad

Gestoras
margen de seguridad

Este año está resultando ser bastante inestable. El riesgo inflacionista, la guerra comercial, el ruido político y la crisis de las divisas emergentes son algunas de las variables que están azotando a los mercados en 2018.

En momentos como estos se nos viene a la cabeza uno de los conceptos más importantes que desarrolló Benjamin Graham, ampliado posteriormente por Seth Klarman en un magnífico libro que se ha convertido en una inversión en sí mismo (es uno de los libros más caros que puede encontrarse en Amazon): el margen de seguridad. Y el margen de seguridad “se encuentra en aquellas compañías con capacidad para generar beneficios” (B. Graham, El inversor Inteligente). Efectivamente, compañías con capacidad para generar beneficios es lo que necesitamos más que nunca.

Para ello debemos hacer hincapié en el análisis fundamental de las compañías. La mejor manera de conocer y comprender un negocio es mediante una investigación profunda del mismo. De esta forma, podremos entender cuáles son las oportunidades y riesgos a los que se enfrenta un negocio y cuáles son los recursos de los que dispone para aprovechar esas oportunidades y superar los riesgos. En definitiva, mediante el análisis fundamental entenderemos cuáles son las ventajas competitivas de las compañías y, por tanto, cuál es su capacidad para generar beneficios de forma sostenible a largo plazo.

Por supuesto, hay otra variable de ese margen de seguridad que tiene que ver con el precio que pagamos por esos negocios. De esta forma, cuanto mayor sea la calidad del negocio y menor sea el precio que pagamos por él, mayor será el margen de seguridad de nuestra inversión.

Históricamente, ambas variables (calidad y precio) mantienen una correlación positiva muy fuerte, es decir, a medida que la calidad del negocio aumenta, su precio sube, y viceversa. Ante esta situación, es complicado encontrar oportunidades que ofrezcan un margen de seguridad amplio. Pues bien, 2018 nos está permitiendo ampliar nuestro margen de seguridad.

Estamos asistiendo a un entorno de mercado en el que las compañías de calidad se quedan baratas simplemente por la miopía del señor mercado a la hora de diferenciar las compañías dentro de un mismo sector. Está ocurriendo, por ejemplo, en el sector del automóvil, donde los profit warnings comunicados por compañías como Daimler o Continental han arrastrado al resto de compañías del sector.

Algunas compañías de este sector son compañías de calidad, con crecimientos fuertes y muy bien gestionadas, como es el caso de Cie Automotive o Gestamp. Sin embargo, el mercado trata de la misma forma a estas compañías, que no han mostrado ningún deterioro de su negocio, que a aquellas que han comunicado un impacto relevante de los aranceles en sus cuentas de resultados, principalmente en ingresos y márgenes. Aunque también bien es cierto que estas compañías han podido aprovechar la excusa de los aranceles para sacar a flote problemas internos. En cualquier caso, el mercado nos brinda la oportunidad de comprar negocios excelentes a precios atractivos y, de esta forma, aumentar nuestro margen de seguridad.

El problema de estas oportunidades es que suelen aparecer en momentos de tensión, y como seres humanos nos cuesta aprovechar estas oportunidades cuando el sentimiento del mercado es negativo. El riesgo inflacionista, la guerra comercial, la crisis de las divisas emergentes y el recurrente ruido político no ayudan a calmar el sentimiento de mercado y poner la atención en lo que realmente importa: los fundamentales de las compañías. Creemos que vivimos tiempos inestables, pero como dijo recientemente Sir John Scarlett, caballero de la Orden del Imperio Británico, “ha devenido una perogrullada pensar, y comentar, que vivimos tiempos excepcionalmente inestables […].

El mundo siempre ha sido inestable y el futuro es impredecible por naturaleza”. En efecto, inestabilidad e incertidumbre hemos tenido y tendremos siempre. Solo cambian las variables que desatan la inestabilidad y generan nuevas incertidumbres. Por ello, una buena alternativa para capear la inestabilidad y la incertidumbre es invertir en activos de calidad. Y los negocios excelentes comprados a precios excelentes nos parecen la mejor inversión. Ahora más que nunca tenemos la oportunidad de aumentar nuestro margen de seguridad, así que aprovechémosla. Como dijo Warren Buffet, “sea temeroso cuando otros son codiciosos, y sea codicioso cuando otros son temerosos”.

 

Autor: Álvaro Jiménez, analista en Gesconsult.

 

Deuda de mercados emergentes: un activo que merece la pena mantener en el largo plazo

Gestoras
deuda de mercados emergentes

La deuda de mercados emergentes comenzó el año con fuerza. A partir del segundo trimestre, la fortaleza del dólar llevó a los inversores a centrarse en ciertos problemas específicos de determinados países. Además, los rendimientos más elevados en Estados Unidos y los factores idiosincráticos en Argentina y Turquía (credibilidad de la política del banco central), Brasil (huelga de transportistas e incertidumbre política), Sudáfrica (reforma agraria y preocupaciones sobre los derechos de propiedad) han sido la principal causa del débil rendimiento de la deuda de mercados emergentes desde el comienzo del año.

En Degroof Petercam Asset Management mantenemos actualmente un posicionamiento cauteloso, dadas las valoraciones ajustadas que presentan algunos países, especialmente en África subsahariana y Latinoamérica, y a comienzos de año orientamos la cartera de DPAM L Bonds Emerging Markets Sustainable hacia mercados de beta baja. Esto ha dado como resultado un mejor rendimiento en lo que va de año (-4,01% para la clase F a 31 de agosto de 2018) en comparación con sus pares y con los índices Barclays Local Currency EMD y JP Morgan GBI EM, que han perdido en torno a un 10% y un 8%, respectivamente. El fondo tiene una rentabilidad a tres años anualizada del 4,67% y a cinco años anualizada del 5,45%.

Nuestro enfoque de sostenibilidad selecciona países con sólidos valores democráticos y excluye aquellos que no son regímenes democráticos (por ejemplo, nos abstenemos de invertir en Rusia, China…) y nuestra amplia diversificación es decisiva a la hora de reducir la volatilidad en términos absolutos. El análisis de sostenibilidad de los países hace posible identificar riesgos y oportunidades de inversión basándose en un enfoque holístico y fundamental que es independiente de los índices del mercado. En periodos de volatilidad, la contribución del filtro sostenible se vuelve más importante debido a su perfil defensivo.

La perspectiva para el crecimiento global sigue siendo sólida, la liquidez global sigue siendo abundante y los PMI globales son buenos. Además, la trayectoria futura de la Reserva Federal, con menos subidas de tipos, podría proporcionar cierto alivio para los mercados emergentes. A pesar de los riesgos de contagio al universo en general de los mercados emergentes, el riesgo de un aumento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y los posibles flujos de salida en la deuda de mercados emergentes, creemos que las valoraciones en los países que mantienen sus balances exteriores bajo control están ganando atractivo. Este es, entre otros, el caso de Indonesia, México, Colombia, India y Brasil.

La deuda de mercados emergentes es una clase de activo que merece la pena mantener en el largo plazo. Los países que forman parte de nuestra cartera tienen fundamentales sólidos y la clase de activo proporciona una buena diversificación dentro de una cartera tradicional de renta fija.

Autor: Michaël Vander Elst, gestor de Degroof Petercam AM

Levántate y huele el cappuccino

Gestoras

La semana pasada intentamos proporcionar consuelo a los insomnes inversores de bonos soberanos italianos. Entre otras cuestiones, nos referíamos a las próximas revisiones de la agencia de rating sobre la deuda italiana, resaltando que algunas agencias podrían limitar sus acciones sólo a cambios en las perspectivas. El pasado viernes Fitch confirmó nuestra visión al mantener el rating de Italia a un intermedio BBB y sólo cambió su perspectiva desde “estable” a “negativa”.

No deje que la palabra “negativa” le engañe. Desde mayo, el mercado de CDS estaba anticipando un rating de Italia de BB+, algo que es demasiado riguroso. La decisión de Fitch sobre la perspectiva es una buena noticia y hace que una rebaja por debajo del grado de inversión sea un evento muy improbable. De hecho, Fitch prevé que el déficit se vaya hasta el 2,6% en 2016 (algo muy elevado), dando al país espacio para maniobrar. Como resultado, anticipamos que los diferenciales se reducirán en unos 80 puntos básicos con el tiempo, especialmente si se impone el cauto presupuesto del ministro de finanzas, Giovanni Tria.

Es más, incluso con una previsión de déficit más elevado, Fitch espera que Italia debería seguir reduciendo su ratio de deuda/ PIB, aunque a un ritmo más bajo.

Fitch ha reiterado que Italia es una economía diversificada de alto valor cuya renta per cápita es mucho más fuerte que la de muchos otros países de rating BBB. Su generación de superávit es sostenible y la deuda del sector privado es moderada (Italia tiene mucho ahorro privado). Nosotros realmente coincidimos con esas declaraciones.

Así que, después de unos meses muy volátiles en el mercado de bonos italiano, los inversores deberían enfrentarse ahora cada mañana a una atmósfera más relajada y tomarse su tiempo para disfrutar de un cappuccino y un croissant.


El presente documento se ofrece exclusivamente a título informativo y su información no constituye invitación, oferta o recomendación para comprar o vender instrumentos financieros, ni para realizar transacciones o cualquier otra operación. Aunque Vontobel Asset Management AG («Vontobel») considera que la información facilitada en este documento se basa en fuentes fiables, no puede asumir responsabilidad ninguna por la calidad, corrección, oportunidad o exhaustividad de la información contenida en este documento. Excepto en los casos permitidos por las leyes de derechos de autor vigentes, nada de esta información puede ser reproducido, adaptado, cargado a un tercero, enlazado, enmarcado, representado en público, distribuido o transmitido en ninguna forma ni por medio de ningún proceso sin el consentimiento específico por escrito de Vontobel. En la medida máxima permitida por la ley, Vontobel no será responsable de ninguna pérdida o daño que usted pudiera sufrir por utilizar o acceder a esta información, o porque Vontobel no hubiere suministrado esta información. Nuestra responsabilidad por negligencia, violación de contrato o contravención de cualquier ley que pudiera resultar de no haber suministrado esta información o alguna parte de ella, o de cualquier problema relacionado con esta información, que no pueda ser excluida conforme con la ley, se limita, a nuestra discreción y en la medida máxima permitida por la ley, a suministrarle a usted de nuevo esta información o alguna parte de ella, o a pagar por suministrarle a usted de nuevo esta información o alguna parte de ella. Ni este documento ni ninguna copia del mismo podrán ser distribuidos en ninguna jurisdicción donde su distribución pueda estar restringida por la ley. Las personas que reciban este documento deberían informarse al respecto y respetar cualquier restricción vigente. En particular, este documento no se distribuirá ni entregará a personas estadounidenses y no se distribuirá en Estados Unidos.

 

Autor: Mondher Bettaieb, director de crédito corporativo de Vontobel AM