Las mujeres nos preocupamos por el presente y futuro de la economía familiar. Otra cosa es saber cómo contar con un ingreso regular y cómodo, disponer de un colchón para mantener mi nivel de vida para hoy y mañana. Hay que prever y planificar nuestra vida financiera tanto para el presente como para el futuro.
La pregunta es, ¿cómo nos relacionamos las mujeres con el dinero? Me cuesta contestar a esto, ya que como mujer me gustaría que fueran otras las respuestas. Después de leer muchos artículos sobre el tema, esto es lo que se dice:
-No nos relacionamos con el dinero de una forma fluida o con confianza y es algo de lo que nos cuesta hablar.
-A lo largo de la historia la mujer ha tenido un papel secundario en cuestiones de dinero, asesoramiento y gestión empresarial fuera del hogar. Para abrir una cuenta en el banco, pedir un préstamo o sacar el pasaporte, las españolas necesitaron la autorización de sus padres o maridos hasta 1975.
-En la mayoría de las familias no se habla de dinero y mucho menos se da educación financiera, aunque es anecdótico que siempre se diga que la economía familiar la administran nuestras madres.
”¿Queréis saber lo que es contabilidad? Preguntad a vuestras madres, ellas son las mejores contables”, ¿quién no ha oído comentar esto a algún profesor?, pero ¿quién llevaba las inversiones y tomaba las decisiones? En la mayoría de las ocasiones eran nuestros padres.
Con estos antecedentes, es fácil adivinar por qué a la mujer le cuesta tanto trabajo tomar el control de sus finanzas, la palabra finanzas o asesoramiento financiero nos asusta. Para nosotras, el dinero es ante todo garantía de seguridad y protección.
En líneas generales, los temas de la economía que le interesan a la mujer son todos lo que tengan que ver con lo cotidiano y con los objetivos económicos de mediano y largo plazo de la familia. Por ejemplo, la nueva casa, la educación de los hijos, los fondos para las vacaciones, etc. Está relacionado con el sentido práctico de las mujeres.
La mayoría de las mujeres respondemos al patrón del concepto consumidor inteligente, que significa decidir muy racionalmente las compras, planificar el consumo para aprovechar cuotas, descuentos y otros beneficios.
Las mujeres que están preparadas para la inversión, tienen un perfil muy interesante. Son muy analíticas y logran resultados iguales o mejores que los de los hombres. Por eso la mejor manera de perder el miedo a algo es conociéndolo, hay que educarse a nivel financiero, tenemos que conocer las nuevas técnicas de asesoramiento automático.