La construcción de la cartera con más probabilidades de alcanzar sus objetivos financieros requiere obtener dos cosas bien. En primer lugar, es necesario identificar la asignación de activos correcta; y en segundo lugar, debe implementar la asignación de activos de la manera correcta. Para muchos inversores, la implementación de una asignación de activos consiste en la contratación de gestores profesionales, ya sea a través de una cuenta separada o un fondo de inversión, para construir y mantener las diferentes carteras de clases de activos.
Sin embargo, mientras la mayoría de los inversores están familiarizados con los ratios que hacen que las acciones de una empresa sean atractivas – altas ganancias, potencial de crecimiento, valoración barata, etc – el proceso de selección de gestores es poco conocido. Todos sabemos que el que un gestor haya funcionado bien en el pasado no es una razón para creer que él o ella va a hacerlo mejor que otros en el futuro. Pero ¿cómo predecir el rendimiento futuro?
Al igual que la ciencia, el proceso debe ser formal, estructurado y repetible para crear puntos de datos comparativos a través de instituciones y gestores de activos. Al igual que el arte, el proceso debe ser informado por una filosofía que guía nuestro juicio colectivo, que integre nuestros hallazgos objetivos de una manera creativa. La combinación de estos enfoques nos da la confianza para recomendar a los gerentes que hemos identificado para nuestros clientes.
Casi inevitablemente, las discusiones sobre la selección de gestores quedan atrapadas en el debate sobre si los gestores de inversiones en general son capaces de agregar valor a lo largo de un índice con el tiempo, pero no hacen referencia a las diferencias entre la gestión activa y la indexación. De hecho, creemos que no es un lugar para los dos estilos de gestión de inversiones en las carteras, y tratamos de entender la personalidad financiera de cada cliente para determinar cuál es la estrategia de inversión más adecuada.