Con Christine Lagarde cambiando el FMI, de la que ha sido presidenta desde el 2011, en octubre por el BCE vamos a explicar brevemente qué es el FMI, una organización clave en la economía global, y quién podría ser su próximo presidente.
FMI o IMF en inglés son las siglas de Fondo Monetario Internacional (International Monetary Fund), es una organización financiera internacional cuya vocación es promover el crecimiento de la economía global, la estabilidad financiera, fomentar el comercio internacional y reducir la pobreza. Su sede se encuentra en Washington, D.C., y está formado actualmente por 189 países miembros, cada cual representado en proporción a su importancia financiera, de tal manera que los países más potentes en la economía global son los que mayor poder de voto tienen.
El FMI nace el 22 de julio de 1944 en los acuerdos de la conferencia monetaria y financiera de las Naciones Unidas de Bretton Woods, una reunión de 730 delegados de 44 países aliados de la Segunda Guerra Mundial, entrando en vigor oficialmente el 27 de diciembre de 1945.
Sus principales funciones son:
– Supervisión: El FMI recaba grandes cantidades de datos económicos y proporciona regularmente previsiones económicas a nivel nacional e internacional.
– Creación de capacidad: El FMI proporciona asistencia técnica, formación y asesoramiento normativo.
– Préstamos: El FMI presta dinero a países que atraviesan dificultades económicas para prevenir o mitigar crisis financieras. Los miembros contribuyen con dinero para estos préstamos con un sistema de cuotas. El total de fondos es de 661.000 millones de dólares a 22 de marzo de 2019.
¿Quién será el próximo presidente?
Por motivos de toma de decisiones, los 189 miembros del FMI se dividen en 24 circunscripciones de diferente forma y tamaño. Ghana, por ejemplo, pertenece al mismo grupo que Afganistán, y Ecuador se sienta con Timor Oriental. Pero a la hora de elegir al próximo jefe del FMI, la circunscripción más decisiva puede que sea la llamada “Nueva Liga Hanseática”, que incluye a ocho países nórdicos de pequeño tamaño y buen rating crediticio que, como perdieron la lucha por conseguir puestos en la UE, podrían tener algo que decir sobre la elección europea del próximo presidente.
Los principales nombres que se barajan son Mark Carney, el carismático presidente del Banco de Inglaterra, apoyado por Irlanda, uno de los miembros de la “Nueva Liga Hanseática”. Su principal rival asiático es Tharman Shanmugaratnam, un antiguo ministro de finanzas y viceministro de Singapur, que también preside su autoridad monetaria.