Diario

Fondos de inversión: la lucha por la digitalización en Wall Street

Fondos de inversión

En la etapa precrisis los traders de Goldman Sachs generaban miles de millones de dólares en beneficios y se convirtieron en la envidia de sus colegas al usar el balance de la compañía para tomar riesgos; y las gestoras de fondos de inversión tradicionales dominaban la gestión de activos, pero todo estaba a punto de cambiar.

Una mañana de agosto del año 2013, las órdenes bursátiles simuladas que deberían haberse quedado dentro de los sistemas electrónicos de Goldman Sachs salieron con dirección al mercado de opciones de la New York Stock Exchange. Fue tal el número de órdenes que salieron que, a las 8:44 am, los cortafuegos de Goldman Sachs saltaron y cortaron la comunicación entre la empresa y las Bolsas.

Tardaron un mundo en darse cuenta de la anomalía. A las 9:01 am un empleado vio el bloqueo y lo levantó dando lugar a un río de órdenes indebidas. Minutos después, el volumen hizo saltar otro mecanismo de suspensión, y luego otro y otro más, etc.

Cuando las órdenes se bloquearon por última vez, menos de una hora más tarde desde que empezaron, Goldman Sachs había ejecutado órdenes para vender más de 1,5 millones de opciones por 1 dólar. ¿El motivo?, un programador se había confundido al programar un router para mandar marcadores de posición como órdenes reales. Si no hubiera sido por los favores de las Bolsas, el banco habría perdido 500 millones de dólares, según la SEC. Las cancelaciones y los ajustes de los precios redujeron la cifra hasta los 38 millones.

El error puso de manifiesto un punto débil en los controles y la tecnología de uno de los mayores negocios de uno de los mayores bancos de Wall Street. A pesar de ser, probablemente, la mayor entidad de compra venta de acciones en EEUU, sus operaciones electrónicas se habían convertido en una ocurrencia tardía.

Tras el inicio de lo que sería uno de los mercados alcistas más largos de la historia, los selectores de compañías se esforzaron por generar retornos adecuados. Sin apenas volatilidad debido a las inyecciones de los Bancos Centrales, millones de dólares se movieron de estrategias activas a pasivas favoreciendo a las plataformas electrónicas que automatizaban el proceso de trading. Esto ha permitido a estas empresas, como el hedge fund Renaissance Technologies, aumentar sus activos bajo gestión.

Asimismo, esto ha provocado una lucha entre Goldman Sachs, Morgan Stanley y JPMorgan por ponerse al día y llevarse un mercado de 58.000 millones de dólares anuales.

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