Tras las Navidades y con toda la incertidumbre en el terreno político después de las elecciones generales, toca hablar de 2016. Se presenta un año apasionante, con muchos retos pero también con muchas oportunidades en todos los mercados. Echando la vista atrás, hace doce meses, lo cierto es que el escenario global no ha cambiado mucho. A principios de 2015 nos encontrábamos con una rentabilidad de la renta fija en mínimos históricos. Unos tipos de interés a nivel global cercanos a cero y los estímulos monetarios de los bancos centrales habían disparado los precios de los bonos, situando sus rentabilidades en niveles nunca vistos. Hoy, esa situación se ha incluso agudizado, con muchos bonos gubernamentales ofreciendo rentabilidades negativos en plazos de hasta dos años. Por ello, al igual que hace un año, el activo más atractivo para los inversores sigue siendo la renta variable, especialmente la europea.
En Invesco tenemos claro que la clave para obtener una atractiva rentabilidad a largo plazo son las valoraciones. Y las valoraciones más atractivas de todos los mercados desarrollados de renta variable se encuentran en Europa. Nuestro análisis fundamental a largo plazo nos dice que cotiza con un descuento superior al 30% respecto a sus medias históricas ajustadas al ciclo. Ningún otro mercado de ninguna región geográfica mantiene un descuento de esa magnitud, que además es aún más significativo si nos centramos en la renta variable de la zona euro.
Desde el punto de vista macroeconómico, las buenas noticias se mantienen. Desde el punto de vista de la demanda interna, la actividad económica europea sigue avanzando a buen ritmo, acelerándose progresivamente. Pero además varios factores externos apoyan esta tendencia: un precio del petróleo en mínimos, la debilidad del euro y el mantenimiento de los estímulos de política monetaria por parte del Banco Central Europeo. Todo esto tiene un impacto positivo en los resultados empresariales y, por ende, en las valoraciones de las compañías europeas. Por si esto fuera poco, en 2016 es muy probable que veamos nuevas subidas de tipos en Estados Unidos, e históricamente la bolsa europea y más concretamente los sectores cíclicos han subido en este escenario.
Por otro lado, la renta fija seguirá siendo un activo difícil, aunque al ser una parte imprescindible de cualquier cartera diversificada, seguimos recomendando lo mismo: hay que apostar por fondos de renta fija muy flexibles y activos con gestores muy experimentados en todos los ciclos de mercado.