En estos momentos, el mundo de la inversión parece inundado de mensajes, productos y servicios relativos a todas las cuestiones relacionadas con el medio ambiente, los aspectos sociales y la gobernanza. Pero, ¿cómo pueden los inversores distinguir entre los gestores de activos con un enfoque ESG verdaderamente integrado y los que solo tienen capacidades limitadas?
Cómo eliminar el ruido
Solo en Europa, los flujos de fondos sostenibles alcanzaron unos 55.000 millones de euros durante el segundo trimestre de 2020. Esta cifra supone más del doble de los cerca de 20.000 millones de euros que se registraron en el primer trimestre de 2019, según Morningstar1.
Aprovechando esta ola, hay muy pocas gestoras de activos que no hablen de la integración ASG en su proceso de inversión. Pero saber quiénes son quienes cumplen realmente con lo que dicen puede ser una tarea compleja. Muchas empresas de inversión cuentan con equipos de especialistas en ASG que elaboran multitud de estudios, un activo que no dudan en promocionar. Sin embargo, los inversores no tienen ninguna garantía de que este análisis se refleje en las decisiones que toman sus gestores de fondos.
Creemos que hay tres pruebas que pueden aportar mucha información sobre la filosofía y las prácticas de trabajo en materia ASG de un gestor de activos. Con tres sencillas preguntas, se puede evitar el ruido y ayudar a encontrar las empresas que integran las consideraciones ASG en cada paso de su proceso de inversión.
Prueba 1 – Pensar a largo plazo
La primera prueba es cuestionar si un gestor de activos ha puesto su mirada en el largo plazo.
En los últimos años, hemos asistido a un aumento de la volatilidad en los mercados derivado de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, el Brexit y, ahora, la crisis del Covid-19. En este entorno, muchos inversores han sucumbido a la tentación de hacer operaciones a corto plazo con la esperanza de obtener un beneficio rápido. Esto demuestra el potencial de los factores a corto plazo, como el sentimiento del mercado y el ruido de las cifras trimestrales, para influir en las decisiones de inversión.
Sin embargo, en Aberdeen Standard Investments (ASI), sostenemos que las consideraciones a corto plazo no forman parte de un enfoque ASG totalmente integrado. No buscamos el crecimiento a cualquier precio. Esto se debe a que nos centramos en el crecimiento sostenible que no está impulsado por el ciclo, sino que está respaldado por factores estructurales a largo plazo.
En esencia, un enfoque ASG totalmente integrado debe tener un horizonte de tres a cinco años. Y debe centrarse directamente en la estrategia de la empresa, que es lo que en última instancia impulsa el valor fundamental. Si un gestor de activos está más interesado en lo que le espera a la vuelta de la esquina, es poco probable que esté dando prioridad a los factores ASG.
Esto es clave porque centrarse en las cuestiones ASG desde la perspectiva de la empresa es un importante factor de sostenibilidad y de valor a largo plazo. Las compañías que se fijan objetivos ambiciosos, como los relacionados con el medio ambiente y el bienestar social, tienden a ser más resistentes a los imprevistos. Este elemento de mitigación del riesgo ayuda a explicar por qué muchos fondos ASG han obtenido resultados superiores durante la pandemia.
Prueba 2 – Lazos más estrechos
La segunda prueba de la verdadera integración ASG consiste en evaluar el grado de implicación del gestor en el proceso de compromiso (engagement) con las empresas en las que se invierte.
A menudo, la labor de engagement de los gestores y las empresas se lleva a cabo por diferentes departamentos y equipos. Pero a menos que el gestor directamente responsable de la cartera desempeñe un papel de liderazgo en esa tarea, probablemente no influirá realmente de la toma de decisiones.
El compromiso con las empresas es un ingrediente esencial para integrar plenamente las consideraciones ASG en el proceso de inversión. Y, a medida que esta inversión se ha vuelto más sofisticada, el compromiso se ha vuelto aún más importante.
Ya no basta con excluir una práctica empresarial, por ejemplo. Para hacer un trabajo responsable, se necesitan recursos para comprender los problemas e identificar cuando se producen cambios en una empresa.
Prueba 3 – Convertir el análisis en una práctica
Y ahora, la tercera y última prueba de la integración ASG: cuestionar si las ideas que provienen del análisis están impulsando la toma de decisiones de inversión y pedir ejemplos tangibles. ¿Puede un gestor de fondos señalar inversiones que ha realizado, o que no ha realizado, y demostrar cómo el análisis efectuado por la empresa motivó dichas decisiones? Si la respuesta es negativa, lo más probable es que todo el análisis ASG que están produciendo no consiga, en última instancia, generar valor para sus clientes.
Consideraciones finales
En el mercado actual, no faltan gestores de activos que afirman ofrecer a sus clientes conocimientos de inversión centrados en los factores ASG. La pregunta es: ¿cuál de ellos puede superar las tres pruebas?
1 https://www.morningstar.co.uk/uk/news/204525/sustainable-fund-flows-hit-record-in-q2.aspx
Un artículo de Aberdeen Standard Investments