Los mercados emergentes son aquellos países en vías de desarrollo con un rápido crecimiento de su economía, pero con una situación política y financiera cuanto menos inestable. Y dentro de ellos se encuentran los llamados mercados frontera, que tienen aún más riesgo pero, a su vez, mayor potencial de rentabilidad.
Este término fue acuñado por la Corporación Financiera Internacional Farida Khambata en 1992. Entre las características principales de los países fronteras destacan unos costes laborales muy competitivos y numerosos recursos todavía por explotar.
Ahora que los mercados desarrollados no pasan por su mejor momento, que los tipos de interés están por los suelos y resulta tan difícil encontrar un activo que dé una atractiva rentabilidad, quedan pocas opciones disponibles de inversión. Es por ello que los inversores están poniendo sus miras en los países emergentes y los mercados frontera.
No hace falta decir que los países frontera tienen un riesgo mayor que los desarrollados y los emergentes. Pero esta característica de los mercados frontera no tiene por qué ser negativa, ya que ese mayor nivel de riesgo viene asociado a una mayor rentabilidad. Su principal atractivo para los inversores son las perspectivas de alto crecimiento a largo plazo, y la posibilidad de diversificación de su cartera. No obstante, estos mercados frontera no son aptos para cardíacos, y los inversores que se atreven a depositar su dinero en estos mercados tienen una escasa aversión al riesgo.
En la imagen podemos ver el desglose de países frontera desglosado por continentes. Hay que destacar que esta es la lista vigente y que la composición de los países contenidos en ella puede variar cada año; ya que el hecho de introducir o expulsar a un país depende de los que componen estos índices, como puede ser Morgan Stanley, FTSE o S&P. Esencialmente tienen en cuenta aspectos cuantitativos y cualitativos que determinan su incorporación, o no, a estos índices.
En definitiva, los mercados frontera son los mas impredecibles, lo que los hace extremadamente volátiles. Si buscas una alta rentabilidad esta sería una opción perfecta, pero cuidado con meter todos los huevos en la misma cesta que en estos mercados es fácil quemarse las manos.
Como es fácil de imaginar, los mercados frontera tienen mayor riesgo que los mercados desarrollados y emergentes. Pero esto no tiene que ser malo por definición: de hecho, ese mayor riesgo viene asociado con un mayor potencial de rentabilidad anualizada en el futuro