Para eliminar los combustibles fósiles y limitar el calentamiento global, la sociedad prevé un futuro en el que el hidrógeno verde se utilice por ejemplo como combustible para la calefacción, materia prima, solución de almacenamiento o para el transporte de energía a larga distancia.
La demanda de energía está aumentando, sobre todo en los países en desarrollo, y el hidrógeno verde puede ser una fuente de energía más limpia para el medio ambiente y contribuir a un futuro más sostenible.
En este podcast, Gerrit Dubois, especialista en inversión responsable de DPAM, explica todas las posibilidades que el hidrógeno puede ofrecer de cara a la transición energética. Está especializado en el pilar medioambiental ESG, una dimensión cada vez más relevante, en el contexto de la nueva taxonomía europea para las actividades sostenibles, muy centrada en el cambio climático y el impacto medioambiental.
¿Nos puedes explicar que es el hidrógeno y cuál es la razón de su creciente interés?
El hidrógeno es un elemento químico, uno de los más simples y abundantes en el universo. Actualmente, representa el 75% de los no metales y es uno de los elementos más ligeros de la tabla periódica. También tiene la capacidad de almacenarse y suministrar energía de combustión. Interesantemente, puede ser consumida en una celda de combustión y producir agua y electricidad. El hidrógeno no existe en la naturaleza como tal y debe ser producido por componentes que lo contengan. Estos pueden ser combustibles fósiles, gas natural u otros componentes como el agua.
Recordad la formula H2, como el agua que contiene 2 átomos de hidrógeno. Una vez producido, el hidrogeno tiene diversos usos y en diferentes industrias, desde el transporte de combustibles hasta la conservación de alimentos o la industria de los semiconductores.
Has mencionado que el hidrogeno no existe en la naturaleza como tal, ¿nos puedes dar más detalles de cómo se produce el hidrógeno?
Sabemos que el hidrogeno tiene que producirse de distintos compuestos que lo contengan. Basado en el tipo de compuesto y de proceso se pueden distinguir tres tipos de hidrógenos:
- En primer lugar, el hidrogeno gris que se produce por el combustible fósil. Por ejemplo, el gas natural.
- En segundo lugar, el hidrógeno azul, que es el hidrógeno gris combinado con carbón.
- Finalmente, el hidrógeno verde, que se produce de los electrolitos del agua que se usa en la energía renovable.
En este contexto, ¿cuál es el papel del hidrógeno en la transición energética?
Principalmente, el hidrogeno es utilizado en diferentes actividades, en especial en la producción de almacenamiento de alimento y no tanto en la de combustibles. El 98% de su producción es hidrogeno gris, lo que lo convierte en el más abundante con cerca de 2.3% de las emisiones globales.
Las compañías y los gobiernos alrededor del mundo se han puesto un ambicioso objetivo de disminuir las emisiones de gases invernadero. Para poder lograrlo deben producir más hidrógeno verde. Cuando analizamos el papel del hidrógeno verde en la transición energética, podemos destacar lo siguiente:
- En primer lugar, el hidrógeno verde resulta interesante en las industrias que no puedan tener la electrificación necesaria para su producción, como la industria del metal.
- En segundo lugar, es usado como una fuente para reemplazar el combustible fósil.
- En tercer lugar, puede ser utilizado como combustible de bajo costo en la industria del transporte.
- En cuarto lugar, el hidrogeno puede ser utilizado como un portador de energía, como una alternativa a las baterías.
Todas estas aplicaciones de bajo coste explican porque ha incrementado su interés especialmente para la transición energética.
¿Puede destacar los retos principales al desarrollo del hidrógeno verde?
La tecnología tiene un papel muy importante en el desarrollo del hidrógeno verde y existen diferentes técnicas para producirlo. Algunas de las nuevas técnicas no están tan desarrolladas ya que necesitan más investigación para su eficiencia. Sobre todo, los electrolizadores necesitan aumentar de 3 gigabytes a 900 gigabytes para que el hidrogeno verde sustituya el hidrógeno gris. El reto es grande. Además, necesitamos más energías renovables y a mejor precio. Es estimado que necesitamos un 30% más de lo existente.
Has mencionado los costes competitivos y las capacidades como retos principales. ¿Existen otros que valgan la pena mencionar?
Sí, la estructura para el almacenaje y transporte es un gran reto. El hidrógeno es extremadamente inflamable y requiere de compresión prioritaria cuando se transporta. Por ejemplo, todo el equipo de transporte del hidrógeno debe ser rediseñado para que sea más eficiente al igual que cuando se va a transportar gas natural. Todo esto toma tiempo, empezando con el desarrollo de los electrolizadores.
En resumen, el reto es enorme ya que no solo necesitamos descarbonizar el hidrógeno existente sino buscar nuevas usos e iniciativas para su transporte. El último gran reto es la regulación. Si se quiere generar hidrógeno verde a un coste competitivo, los precios del carbón deben disminuir para incentivar su consumo.
Por último, ¿qué posibilidades ofrece el hidrógeno al inversor?
Hay varias oportunidades de inversión con una amplia gama de industrias. Las estimaciones varían ya que el tamaño del mercado puede ampliarse hasta llegar a los 10 trillones de dólares para el 2050. Por supuesto, hay variables directas como los productores de electrolizadores o proveedores de equipos y, las industrias de gas dada su experiencia, con el manejo del hidrógeno. También hay beneficios indirectos, como por ejemplo el desarrollo de la energía renovable hasta los productores de electrolizadores.
Creemos que, para los inversores, en especial para los de renta variable, la cadena de valor puede llegar a ser interesante porque diversifica las carteras. Esto significa no solo enfocarse en la producción, sino en la manufactura de equipos, transporte y almacenamiento. Finalmente, para tener una mejor exposición a este mercado, los inversores en crédito también pueden tener oportunidades de inversión ya que vemos un incremento en los bonos verdes y bonos sostenibles con un enfoque verde y de bajas emisiones de carbono.