A medida que acaban los confinamientos y se van levantando restricciones en el mundo desarrollado la gente empieza a salir y a gastar de nuevo. En el mundo de la economía otro tipo de gasto está en pleno auge.
El gasto en capital post pandemia está disparado, generando un tipo de optimismo post crisis nada habitual. Después de la crisis económica del 2007/09 se tardaron dos años en recuperar el nivel real de inversiones globales. Sin embargo, pese a que la inversión cayó más al inicio de la pandemia el rebote ha sido mucho más rápido. Las perspectivas de Capex para lo que queda de 2021 auguran que la economía global no va a repetir lo que pasó en la década del 2010, donde el crecimiento de la producción y del PIB se quedaron en niveles preocupantemente bajos pre-crisis. La inversión en nuevos productos, tecnologías y prácticas empresariales deberían suponer las bases para mayores salarios y una mejor calidad de vida. Entonces, ¿el auge del Capex será puntual y repetiremos lo que pasó en 2010 o es una tendencia que ha venido para quedarse y habrá una mejora real en la economía?
Es cierto que, a día de hoy, la recuperación en los niveles de inversión se concentra en unas pocas industrias. En general, las grandes tecnológicas van a aumentar su Capex un 42%. Por ejemplo, Apple ha anunciado que va a invertir en EE. UU. 430.000 millones de dólares en un periodo de cinco años, un 20% más que en planes anteriores. Otro ejemplo es la taiwanesa TSMC, la mayor “fabricante” de semiconductores, recientemente anunció que invertirá 100.000 millones de dólares en los próximos tres años. Y así la mayoría de las compañías que se encuentran en sectores hambrientos de Capex.
El gasto de estas tecnológicas se entiende por las nuevas demandas creadas por la pandemia. Hay más compras que se realizan online, el teletrabajo ha venido para quedarse y esto hace que se necesiten nuevos equipos y software para que todo funcione sin problemas.
No sólo la pandemia ha creado nuevas demandas en las tecnológicas. El consumo discrecional aumentó su Capex un 36% anual en el primer trimestre del año y es que los minoristas son otra industria que ha experimentado una necesidad de ampliar su capacidad por el aumento en el gasto en bienes domésticos. Casi cualquier producto de hogar tiene problemas de escasez. La empresa Pelotón, fabricante de bicicletas estáticas, ha anunciado un aumento significativo en su inversión para acelerar los procesos de traslado de sus bicicletas desde Taiwán, donde son fabricadas.
Por otra parte, Maersk, que se dedica al transporte de mercancías, ha anunciado recientemente que compraría más contenedores para aliviar el cuello de botella que hay con las exportaciones desde Asia. La demanda por reservar espacio en uno de los mega barcos que traen mercancías desde Asia ha aumentado del 9% en octubre de la flota existente al 15% en abril.
Pero ¿puede ser esto un simple estado transitorio consecuencia de la reapertura del mundo? En la otra cara de la moneda nos encontramos a las grandes petroleras que están recortando los niveles prepandemia que tenían de Capex, tal vez por la esperable baja demanda ante las tasas por el calentamiento global. Las aerolíneas también están reduciendo su gasto, presumiblemente porque todavía falta para que las personas puedan viajar libremente. Los responsables de las materias primas, que llevan décadas de austeridad tampoco van a “volverse locos” en gasto de capital. La realidad es que las previsiones de Capex para 2022 en el S&P son más ambiciosas que las de este año por lo que veremos si se convierte en tendencia o es cosa de “flor de un día”. Sólo la situación temporal por la Pandemia del Covid-19 puede ser un impulsor del Capex como nunca lo hemos visto en la economía mundial.