Fiscalidad: España es el único país del mundo en el que el traspaso entre fondos de inversión no tributa a Hacienda. Esto quiere decir que puedo cambiar mi inversión de un fondo a otro de manera íntegra sin pagar peaje fiscal, el cuál pagaré cuando reembolse las participaciones del fondo.
Si a esta ventaja le sumamos el poder que tiene el interés compuesto sobre los beneficios de un fondo, podemos darnos cuenta de la gran ventaja que supone invertir en fondos de inversión (siempre y cuando seas un inversor particular).
Asequibilidad: Los fondos de inversión están abiertos a cualquier inversor que cumpla con el mínimo de entrada establecido. Estos, además, tienen distintas clases con distintos mínimos de entrada para que cualquier inversor pueda acceder a él.
Mantenimiento de registros: La compañía de fondos de inversión hace un seguimiento de la cantidad de acciones que un inversor haya comprado o reembolsado y las fechas de las transacciones. La mayoría de las compañías de fondos de inversión envían a los inversores informes periódicos, además de un resumen anual. El resumen anual suele informar sobre:
La cantidad de dinero y la fecha de la distribución de dividendos del fondo (no las existencias de los fondos) al inversor durante el año, y si los dividendos se reinvierten.
La cantidad de dinero y la fecha de cualquier suscripción o reembolso realizados por el inversor durante el año.
La base de coste (importe de la inversión) de las acciones reembolsadas.
El período de tenencia con fines fiscales (a corto plazo o a largo plazo).
Precios de valoración diarios (NAV): El precio de la acción de un fondo de inversión se determina al final de cada día de negociación, como se describe anteriormente. Esto significa que, independientemente de la hora del día a la que el inversor compra acciones de un fondo de inversión, el precio por acción se establece en el cierre de la jornada bursátil.