Diversificación y gestión de la correlación son claves para preservar el capital
Cuando un inversor quiere tomar una decisión de inversión debe tener en cuenta el valor esperado en el futuro, y éste depende principalmente de los beneficios futuros esperados y de su valor actual. Por lo general, en la mayoría de activos (renta variable, renta fija corporativa, deuda pública, etc) la valoración del valor futuro está sujeta a predicciones de variables económicas inciertas, por lo que es importante valorar la correlación de nuestras inversiones con estas variables y con los demás activos de la cartera.
Por tanto, diversificar adecuadamente la cartera de inversión e incluir activos con una correlación negativa es fundamental para preservar el capital invertido. De esta forma podemos corregir las caídas de unos con subidas de otros, suavizar la curva de resultados y ser rentable en regímenes bursátiles y económicos diversos.
Después de varios años con rentabilidades al alza tanto de la renta variable como de la renta fija, ahora están comenzando a verse síntomas de agotamiento en la rentabilidad de estos activos, en especial los de renta fija. Lo que está llevando a inversores institucionales a variar la estructura de sus carteras de inversión de los últimos años y buscar activos no tradicionales dentro de sus actuales decisiones.
El entorno actual, por tanto, está acentuando la importancia de la gestión de la correlación y la diversificación dentro de una cartera de inversión cuyo objetivo sea la preservación de capital.
El crowdlending: rentabilidad, diversificación y correlación
La aparición del crowdlending (préstamos directos a pequeñas y medianas empresas) como alternativa de inversión, tanto para los inversores particulares como los institucionales, ofrece la posibilidad de invertir en un nuevo tipo de activo que, además de aportar una rentabilidad atractiva, permite diversificar la cartera de inversión con activos descorrelacionados.
Con rentabilidades entre el 5% y 8%, lo importante es entender como minimizar y gestionar el riesgo de la inversión: el impago.
Con el objetivo de preservar el capital, el sistema permite una buena diversificación de cartera de préstamos (diluyendo el impacto de un posible impagado), y la devolución mensual de cuotas constantes de capital e intereses también disminuye el riesgo y ofrece una cierta liquidez por si nuestras preferencias de inversión cambian.
Incluir por tanto, el activo “crowdlending” en una cartera nos permite invertir en activos descorrelacionados que contribuyen a conseguir la rentabilidad absoluta de una cartera, que no es otra cosa tan deseable que obtener rentabilidad positiva todos los años, independientemente de cómo se comporten otra clase de activo, lo que finalmente contribuye a la tranquilidad de nuestros inversores.