El mundo debe hacer una inversión anual de 2,4 billones de dólares (sí, billones) en energía limpia cada año hasta 2035 y eliminar casi por completo el uso de energías basadas en el carbón hasta 2050 para evitar un daño catastrófico debido al cambio climático, según científicos consultados por Naciones Unidas (UN).
El informe, publicado a principios de octubre, añade presión sobre los responsables políticos y las empresas para que tomen medidas contra el cambio climático, que está provocando un aumento en el nivel de los mares haciendo más violentas las tormentas y exacerbando la pobreza. La temperatura atmosférica es casi 1 grado centígrado mayor que al inicio de la Revolución Industrial y, si todo sigue igual, va camino de llegar a subir 3ºC para 2100, según dicho informe. Eso es el doble del objetivo que se fijó en el Acuerdo de París sobre el cambio climático en 2015, suscrito por casi 200 países.
Incluso una subida de 1,5ºC tendría consecuencias impactantes que incluirían una subida de varios metros del nivel de los mares de cientos a miles de años y una extinción masiva de plantas y animales. Con una subida en el termómetro de ese nivel, de las 105.000 especies estudiadas, un 6% de insectos, un 8% de plantes y un 4% de los vertebrados perderían su hábitat. Estas proporciones se duplican con un aumento de 2ºC.
Enviados a la Cumbre de París en 2015 preguntaron al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de UN que estudiaran qué se necesitaría para limitar el calentamiento global a 1,5ºC, un objetivo más ambicioso que los 2ºC previos. Los científicos concluyeron que las emisiones de dióxido de carbono deberían reducirse un 45% para 2030 desde los niveles de 2010 y luego reducirse a cero para 2050. Lo que en sus palabras requeriría “cambios sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad”, especialmente en la industria de la energía. El informe reconoce que esos cambios serían difíciles y costosos, pero no imposibles.
Para limitar el calentamiento a 1,5ºC se requeriría una inversión, según el informe, aproximadamente cinco veces mayor a la inversión anual promedio de 2015 en energías limpias. Los 2,4 billones de dólares suponen 7 veces la inversión en renovables hecha en 2017 según Bloomberg, que fue de 333.500 millones de dólares.
La Agencia Internacional de la Energía cifra en 1,8 billones de dólares el total de la inversión en energía en 2017, con 750.000 millones dedicados a la electricidad y 715.000 millones dedicados al gas y al petróleo.
Con estas cifras, se hace difícil vislumbrar la posibilidad de un cambio a corto plazo y más si se tiene en cuenta que el carbón supone un 37% de la energía utilizada a nivel mundial y el gas un 24%, según la Agencia Internacional de la Energía.