¿Por qué compra la gente bonos con TIR negativas?

Gestoras

Vivimos tiempos interesantes en los mercados financieros. Los medios de comunicación nos bombardean a diario con noticias sobre malestar político, altibajos en los mercados y previsiones económicas. Desde 2008, la popularidad de las «inversiones refugio» percibidas como seguras –especialmente la deuda soberana de países core como Alemania, Estados Unidos o el Reino Unido– se ha disparado. Sin embargo, la mayor demanda de estos bonos ha conllevado una subida de sus precios, y sus rentabilidades de inversión esperadas han caído (gráfico 1). Esta tendencia refleja perfectamente el entorno de aversión al riesgo en el que nos encontramos actualmente: la preservación del capital parece haber reemplazado al crecimiento del capital como prioridad principal de los inversores.

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Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.

¿Cómo afecta un bono con TIR negativa a los inversores?

En julio, por primera vez en su historia, el gobierno alemán emitió un bono a 10 años con una rentabilidad (TIR) negativa. Básicamente, esto significa que los inversores tienen que pagar por el hecho de prestarle dinero al gobierno, en lugar de obtener interés por dicho préstamo. Por consiguiente, con el tiempo, los inversores en estos bonos recibirán una cantidad inferior a la que invirtieron inicialmente. Desde este punto de vista, comprar bonos con TIR negativas no parece una decisión de inversión racional. Examinemos a continuación las posibles razones por las que una persona podría llevar a cabo una operación como esta:

 

  1. Vender los bonos a otra persona a un precio más alto

Una de las principales maneras en las que un inversor puede lograr una rentabilidad positiva es vendiendo su activo a otra persona a un precio más elevado. En este caso, lograr beneficio dependerá de si la demanda de los bonos continúa creciendo y los precios siguen subiendo.

Como ya hemos visto, esta evolución tiende a provocar una caída de las rentabilidades esperadas: ¿Habrá siempre «alguien más ingenuo» dispuesto a comprar un bono como este?

  1. La expectativa de deflación a largo plazo  

El pensamiento económico convencional sugiere que su dinero tiene más valor hoy que en el futuro, con lo que los inversores deberían recibir interés sobre su liquidez para compensar dicha depreciación. No obstante, si uno se halla en un entorno de deflación (precios decrecientes), podría darse el caso de que 100 € dentro de diez años tengan más poder adquisitivo que 100 € ahora.

Sabiendo que las autoridades de todo el mundo están haciendo todo lo posible para evitar la deflación, confiar en que esta continuará estando presente en los próximos diez años –para compensar por unas TIR negativas a día de hoy– parece un tanto audaz.

  1. Seguridad

Si en algo estarán de acuerdo la mayoría de los inversores es en la perspectiva muy probable de que uno pueda recuperar su dinero cuando compre deuda soberana de países core, aunque algo menos que su inversión original cuando estos bonos se adquieran en TIR negativas.

Por desgracia, los activos pueden conllevar el mayor riesgo cuando parecen ser «los más seguros», debido sobre todo a que la popularidad de los instrumentos «refugio» suele elevar sus valoraciones hasta cotas excesivas. Además, parecen muy vulnerables a cambios en el sentimiento del mercado, lo cual sugiere que los inversores en deuda de países core podrían ser más susceptibles si cabe a caídas adicionales de sus rentabilidades de inversión…

Evidentemente existen pros y contras en todas las clases de activos. Sin embargo, el actual entorno de mercado presenta el siguiente interrogante: ¿qué deberíamos hacer cuando un «activo seguro» ya no se percibe como tal?

 

El valor de las inversiones fluctuará, por lo que el precio de los fondos puede subir o bajar, y es posible que no recupere la inversión inicial.

Los puntos de vista expresados en este artículo no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión. No podemos ofrecerle asesoramiento financiero. Si no está seguro de que su inversión sea apropiada, consúltelo con su asesor financiero.

Por favor, consulte nuestro glosario [link to: http://www.mandg.es/inversores-particulares/como-invertir/glosario/ ]si desea obtener información sobre cualquiera de los términos destacados con el símbolo ‡ en el artículo.

Esta información no constituye una oferta ni un ofrecimiento para la adquisición de acciones de inversión en cualquiera de los fondos de M&G. Promoción financiera publicada por M&G International Investments Ltd. Domicilio social: Laurence Pountney Hill, Londres, EC4R 0HH, Reino Unido, autorizado y regulado por la Autoridad de Conducta Financiera en el Reino Unido y su sucursal M&G International Investments Ltd., Sucursal en España con domicilio social en Plaza de Colón 2, Torre II, Planta 14, 28046, Madrid, inscrita en el Registro Mercantil de Madrid al Tomo 32.573, folio 30, hoja M-586297, inscripción 1ª con CIF W8264591B y con número de registro de la CNMV 79.

Simplifica tu vida con los fondos de inversión

Diario, Fondos de inversión
Simplifica tu vida con los fondos de inversión

Pensar que el banco mantiene tus ahorros ‘a buen recaudo’ por amor al arte es no vivir en el mundo real. Nadie hace su trabajo a cambio de nada y menos si hablamos de un banco. Lamentablemente, el altruismo no es la regla general. Por lo tanto, ya que ahorras ¿por qué no sacarle el mayor rendimiento posible a tu dinero?

Los fondos de inversión pueden ayudarte en esta misión. Un fondo de inversión es una institución de inversión colectiva. A cada inversor se le denomina partícipe. Y cada partícipe es propietario de una parte del fondo. Entonces, ¿por qué elegir los fondos de inversión?

En primer lugar, los fondos están registrados en Registros Oficiales y controlados por entidades estatales sólidas como la CNMV en España. De esta forma, se garantiza la seguridad jurídica del producto y de las entidades que lo gestionan. Además, muchos fondos no exigen inversión mínima. Esto amplía considerablemente la población inversora potencial y permite no cerrar puertas al pequeño inversor.

Por otra parte, la transparencia en estos productos financieros es muy elevada: cada fondo cuenta con un folleto propio donde se informa a los interesados sobre la política de inversión (en qué activos invierte) y sobre el nivel de riesgo, la entidad gestora y toda la información relevante sobre el mismo. Se trata de una información pública que debe ser ofrecida obligatoriamente por la gestora. Tal información también se recoge de forma resumida en el DFI o KIID (Datos Fundamentales para el Inversor). Asimismo, los partícipes reciben periódicamente informes sobre el estado de sus inversiones (rentabilidad, evolución, etc.).

Otra razón por la que los fondos de inversión son una apuesta segura es porque tienen la obligación de diversificar por imperativo legal. Es decir, cada fondo está formado por varios títulos de renta fija, renta variable, monetarios o sobre una combinación de ellos. Sin embargo, la gran ventaja de los fondos de inversión en España es la Fiscalidad cero. Esto es, los fondos se pueden traspasar sin que ello suponga un gasto fiscal: el partícipe de un fondo puede pasarse a otro sin pagar nada a Hacienda.

La última razón por la que deberías hacerte amigo de los fondos de inversión es por los robo advisor (asesor robot). Son asesores financieros automáticos que ofrecen su servicio por Internet a través de una plataforma digital. Empezaron en Estados Unidos y llegaron a España y Europa hace dos años de la mano de Feelcapital. Es la comodidad deseada hecha realidad. Son entidades que están reguladas por la CNMV en el caso de España o por la entidad equivalente en el extranjero. Los robo advisor, además, efectúan un seguimiento continuado de sus clientes. Es decir, no se trata de un asesoramiento puntual sino permanente. El servicio es 24 horas y low cost (15€ al mes o 150€ al año en el caso de Feelcapital).

Sobrevivir en un mundo de tipos cero

Gestoras
Sobrevivir en un mundo de tipos cero

El inversor conservador se encuentra en un callejón sin salida pues sus inversiones conservadoras no le generan rentabilidad. En la medida que profundizan las medidas de política monetaria del BCE, las alternativas del inversor conservador se ven cada vez más limitadas en la búsqueda no ya de rentabilidad sino de encontrar un refugio que le aleje de rendimientos negativos para su liquidez.

Lógicamente, uno de los activos más afectados son los fondos monetarios y los de renta fija ultra corto plazo, que ven como su abanico de instrumentos válidos cada vez es menor y que su gestión, tradicionalmente pasiva, no llega a cubrir, en muchos casos, sus costes de gestión.

Ante esta situación, los caminos del inversor conservador se bifurcan entre elegir incrementar su perfil de riesgo hacia inversiones más agresivas, algo que como sabemos no suele terminar bien o, por el contrario, optar por aquellos productos que se han caracterizado por una gestión activa, incluso en los perfiles más conservadores.

En un escenario de tipos cero y/o negativos, el trabajo del gestor de los productos conservadores se complica enormemente y obliga a abandonar la gestión pasiva que tradicionalmente ha acompañado a este tipo de productos. La necesidad de utilizar todos los medios al alcance, de buscar alternativas rentables y de proteger las carteras ante la volatilidad deben ser características fundamentales en la gestión de este tipo de productos.

Y todo ello se puede hacer sin alterar sensiblemente el perfil de riesgo de la cartera. A modo de ejemplo, Gesconsult Corto Plazo obtiene en 2016 una rentabilidad de 0.46%(0.95% anualizada en los últimos tres años), su volatilidad es de 0.392% (Vs 0.297% en los últimos tres años) y su perfil medio de crédito es BBB.

No es casualidad que los fondos que están empleando este tipo de gestión sean los más destacados este año, como tampoco lo es que sean los que mejores rendimientos ofrecen en el largo plazo. Una vez más, la gestión activa se muestra como una necesidad en un mundo cambiante y cada vez más incierto.