¿Nos hemos parado a pensar alguna vez cómo sería el mundo si no pudiésemos ejecutar pagos a través de internet? La era digital y la proliferación de las llamadas fintech nos permiten, entre otras cosas, acercarnos a todo tipo de productos procedentes de cualquier parte del mundo, y tener a golpe de clic cualquier objeto o servicio que deseemos gracias a la sofisticación y seguridad que han alcanzado los pagos online. Aun así, todavía existen prejuicios que hacen que el usuario no finalice una transacción por internet.
Hoy en día las empresas de pago digital han adquirido el nivel de seguridad suficiente para que nadie se tenga que preocupar por el robo de datos personales en el momento de ejecutar una transacción pero no han logrado desprenderse del sambenito de inseguro que hace que muchos usuarios recelen de esta forma de pago frente al dinero en efectivo.
No obstante, la mayor parte de las fintech que se crean están enfocadas a métodos de pago y es que grandes empresas como Apple y Google están desarrollando aplicaciones para competir en este sector, probablemente, porque es un sector con unos beneficios potenciales muy elevados.
Empresas como Paypal y Stripe llevan años creciendo en volúmenes de transacción en los pagos por internet. Paypal cerró 2015 con más de 281 mil millones de dólares en volumen de pagos, a una comisión media del 0,8% por intermediar hace de los pagos online un negocio muy jugoso.
Otra de las claves en los pagos online es la experiencia de usuario así como la facilidad para acabar una transacción son dos de los principales problemas que deben atajar aquellos e-commerce que quieren evitar que un potencial cliente deseche la idea de operar con ellos.
Las formas de finalizar un pago deben ser lo más ágiles posibles ya que todo lo que suponga una ralentización del proceso de pago como puede ser pedir demasiados datos para proceder al registro como cliente, introducir contraseñas con muchos requisitos o tener que transitar por varias pantallas hasta realizar el pago final del producto puede suponer la pérdida de la transacción.