Hemos hecho una pequeña serie de entradas en las que hablábamos sobre distintos indicadores que podíamos usar para conocer la calidad de una prueba de Tolerancia al Riesgo.
Esto que puede parecer trivial, es de suma importancia porque en función del resultado de la prueba de evaluación de la tolerancia al riesgo nos recomendarán una cosa u otra, por lo que es crucial saber si esta perfilación puede ser válida o no. Aquí va un pequeño resumen de lo hablado anteriormente.
Las directrices fundamentales que un asesor y /o un planificador debe tener en cuenta son las siguientes:
• La prueba debe tener buena validez aparente. Las preguntas de la prueba preguntarán acerca de opciones financieras y cuestiones relacionadas que son relevantes para el cliente
• La prueba ha sido validada. Concretamente, ¿qué datos se utilizan para comprobar la medida de tolerancia al riesgo? ¿Cuáles fueron los resultados de los análisis de los factores que se realizaron en el desarrollo de la prueba? ¿Qué factores permanecieron en la prueba final, y cuáles fueron las cargas de estos factores, y el número de elementos que representó cada factor?
• La prueba debe tener un buen nivel de fiabilidad. Si los resultados de un test varían notablemente de una manera que no se puede explicar, entonces la prueba no es fiable. Las medidas de tolerancia al riesgo que no reflejan diferentes pruebas de fiabilidad deben evitarse. Hay que evitar también el uso de formas de medición cortas, ya que tales pruebas tienen menores niveles de fiabilidad. Una prueba más larga es mejor que una prueba corta, porque cada pregunta añadida mejora la toma de muestras de la actitud.
• Las bases de la prueba deben estar disponibles de modo que sea posible informar a los clientes cómo es su puntuación de tolerancia al riesgo en comparación con los miembros de la población general de personas que también están buscando asesoramiento sobre planificación financiera de tus finanzas personales.