A pesar de su variedad, la mayoría de las estrategias de análisis de fondos de inversión se pueden dividir en dos categorías. La primera es esencialmente un proceso de eliminación en base a si pasa o no las pruebas. Cada prueba se aplica de forma independiente y sólo a los fondos que sobreviven a todo el movimiento se les aplica un análisis cualitativo.
Este proceso de selección tradicional está fácilmente entendido y ejecutado. El planificador selecciona los criterios de selección (por ejemplo, 3 años de rentabilidad total anualizada, índice de gastos, la tenencia de la gestora, etc.) y el universo a examinar (por ejemplo, grandes fondos de acciones nacionales), y el software se encarga del resto.
Las herramientas están disponibles a través de proveedores tales como Morningstar y Value Line. Los planificadores buscan más profundidad y flexibilidad a través de sus revisiones mediante la importación de datos de fondos en hojas de cálculo y luego clasificando en base a sus criterios preferidos. Los fondos que hacen su camino a la cima de la lista para cada categoría pueden luego pasar a una etapa de «due diligence» más cualitativa.
Desafortunadamente, los procesos de selección tradicionales tienen defectos inherentes también. Estos provienen de tres fuentes principales:
1. Los fondos son retirados de consideración, incluso si no logran el criterio menos importante en una cantidad mínima.
No hay grados de éxito o fracaso en una revisión de pasa o no pasa. Un fondo bien pasa o no. Un fondo podría pasar a todos los demás por un amplio margen, pero si falla uno solo en una pequeña cantidad sería eliminado.
2. Todos los criterios tienen la misma ponderación.
Los procesos de selección básicos son sencillos: aprobado y fallo de pruebas. Si no se cumple cualquiera de los criterios es suficiente para eliminar un fondo de la consideración. Como resultado, esto complica la capacidad del planificador para incorporar su experiencia en el proceso.
3. Los fondos sólo pueden ser evaluados en un criterio a la vez en lugar de simultáneamente.
Es una prueba de pasa o no pasa contra cada criterio individual en lugar del grupo en su conjunto. Como consecuencia, al igual que la revisión, no ofrece ningún medio para distinguir entre los fondos que no pasan, ni tampoco ofrece ningún medio para diferenciar entre los que pasan. En los modelos de factores ponderados, el segundo enfoque sirve para financiar el análisis, el rendimiento integral, ordenar los resultados, evitando todas las debilidades básicas del cribado.
FUENTES
“Evaluation and Elimination in Mutual Fund Selection”
Klein Decisions
Robert L. Padgette, CFA, CIMA
Ted A. Ponko, CFA