La inteligencia artificial, los objetos conectados, el aprendizaje automático y los logaritmos son noticias de primera línea hoy en día. Y todos tienen una cosa en común: big data. Este concepto describe el gran aumento en el volumen de datos de las tecnologías de la información durante los últimos años. Sin embargo, los incesantes flujos de datos no implican nada salvo que puedan ser analizados y empleados. Algunos participantes, independientemente del sector, están encontrado que el big data es una mina de oro para la creación de valor.
UN DESARROLLO QUE NO PUEDE IGNORARSE
El 90% de los datos actuales se crearon en los dos últimos años y Gartner, una firma estadounidense de análisis en tecnología de la información, ve que la generación de datos va a aumentar un 800% en los próximos cinco años. Las fuentes de datos nos rodean por todas partes, como por ejemplo, en los mensajes que enviamos, los videos que compartimos en Internet, la información del tiempo, las señales de GPS o las transacciones online. Entre 50.000 y 100.000 millones de objetos estarán conectados en 2020*.
El big data es un gran desafío para las compañías, un desarrollo que no puede dejarse escapar que es al menos tan importante como lo fue la llegada del Internet en su día. Tanto las firmas del sector de la tecnología de la información como las compañías más tradicionales pueden lograr ventajas estratégicas al digitalizar sus negocios. Esto puede implicar tener en cuenta a muchos más parámetros para optimizar el proceso de toma de decisiones, mejorando áreas como la reducción de costes y la productividad de las ganancias, creando nuevos productos y potenciando las relaciones con los clientes y el conocimiento de estrategias de comercialización mucho más orientadas a los objetivos.
Los primeros en sumergirse en el mar de datos fueron, de manera poco sorprendente, las firmas de tecnología de la información. Desde hace ya algún tiempo, los grupos punteros como IBM, Cisco y Microsoft han estado estableciendo centros de datos y soluciones dedicadas de análisis de tecnologías de la información. Sectores como el de los seguros o el de los automóviles también están realizando grandes esfuerzos para recolectar tantos datos como puedan sobre el comportamiento de los consumidores para optimizar el análisis de riesgos e identificar nuevos mercados.
La explosión de datos también representa una oportunidad sin precedentes para la innovación en el sector sanitario al identificar factores de riesgo, mejorar la asistencia en el diagnóstico, seleccionar tratamientos y supervisar su efectividad, y ayudar en áreas como la farmacovigilancia y la epidemiología , etc. Gracias al big data, las conocidas “4p” o enfoque predictivo, preventivo, personalizado y participativo al sector sanitario, están emergiendo.
* Fuente: IBM y Oliver Wyman.
EL BIG DATA PROPULSARÁ A LOS COCHES DEL FUTURO
Los sensores llevan tiempo estando presentes en nuestros coches, por ejemplo, para medir la presión de los neumáticos o los niveles de gasolina y aceite. Pero la llegada del big data ha transformado completamente el sector, haciendo la conducción más segura, responsable y ecológica. Los nuevos coches de hoy en día salen de fábrica equipados con, de media, 100 sensores, incluyendo radares, cámaras de alta definición y sensores térmicos y ópticos. Ahora ofrecen aplicaciones que ayudan a la conducción, como el control de trayectoria, frenos de emergencia, cambios de marcha para reducir el consumo de gasolina y soluciones de detección de fatiga para animar a los conductores a que descansen.
Un precursor de la industria automovilística como la muniquesa BMW Group está tratando de aprovechar al máximo la revolución de datos al construir un universo digital para mejorar la experiencia del usuario. La firma ha situado la innovación en el corazón de su estrategia de crecimiento durante más de cien años. Y para celebrar su primer siglo de existencia en 2016, el equipo directivo desveló su “Visión de los próximos 100” para imaginar cómo serán los coches del mañana. Gracias al big data, el coche conectado –como las series 5 y 7 lanzadas recientemente por BMW- ya es una realidad para los consumidores del grupo, pero BMW no tiene la intención de dormirse en los laureles.
UN TEMA DE INVERSIÓN POR DERECHO PROPIO
Los agentes económicos están hoy en día en medio de una profunda e inevitable transformación que nadie puede ignorar. Algunas firmas demostrarán ser mejores que otras al beneficiarse de la revolución de datos. Esto hace que el big data sea un tema de inversión por derecho propio, un tema capaz de crear un valor verdaderamente sólido. Aprovecharlo exitosamente implica seleccionar las compañías que se verán directamente impactadas o las que cuenten con la capacidad de transformar su modelo de negocio.
Creemos que el enfoque correcto es adoptar una visión pragmática y selectiva al valorar estas compañías y evaluar los productos y soluciones que ofrecen. Nuestro objetivo es identificar proveedores o usuarios que se beneficiarán de estas oportunidades. Nuestras habilidades de stock picking son nuestra principal fuente de valor añadido.
Lanzado en agosto de 2015 y gestionado con un enfoque innovador y pionero, el Edmond de Rothschild Fund Big Data capacita a los inversores a obtener exposición a un tema de inversión en todo el sentido de la palabra capaz de ofrecer un considerable valor añadido. Desde el lanzamiento (31/08/2015), el fondo ha obtenido un retorno del 34% a 29 de septiembre de 2017, superando la rentabilidad de su índice de referencia, el MSCI World (NR), en un 13%1.
1 Rentabilidades pasadas no son guía de resultados futuros y no son constantes en el tiempo. Fuente: Edmond de Rothschild Asset Management (France). Rentabilidad de la clase A-EUR de 31/08/2015 a 29/09/2017. Rentabilidad del MSCI World del 31/08/2015 al 29/09/2017: +20,12%. Edmond de Rothschild Fund Big Data es un su subfondo de la SICAV regulada en Luxemburgo aprobada por la CSSF y su comercialización está aprobada en Francia, Bélgica, Alemania, Reino Unido, Italia, Luxemburgo, Suiza y España.
The risks described below are not exhaustive: it is the responsibility of investors to analyse each investment’s risk and to come to their own opinion. Equity risk: share prices may move in line with factors specific to the issuing company but they may also react to external political and economic factors. Equity market fluctuations may entail changes in the sub fund’s net asset value and might have a significantly negative impact on its performance. The fund’s performance will depend on the companies selected by the asset management company. Risk from investing in small and mid-caps: These stocks have smaller free floats. Market moves are consequently more pronounced both on the upside and the downside and faster than with large cap stocks. The Subfund’s net asset value may as a result see faster and wider swings. Exchange rate risk: this may exist when stocks or investments are denominated in a different currency than that of the sub fund. If the currency of portfolio holdings falls against the sub fund’s reference currency, the euro, the fund’s NAV could also fall. Interest rate risk: funds holding debt securities and money market instruments are exposed to fluctuations in interest rates. The risk is as follows: rising interest rates cause bond valuations to fall and thus a decline in the sub fund’s net asset valuation. Credit risk: valuations of debt securities and other financial instruments are influenced by the issuing company’s credit rating. As a result, their capital value fluctuates according to the market’s perception of the financial health of their issuers and this may entail a fall in the sub fund’s NAV if the outlook turns negative. Credit risk corresponds to the risk that an issuer of bonds or money market instruments might not be able to honour his commitments. Risk of concentration: the investments in certain specific sectors of the economy can have negative consequences in case of devaluation of the concerned sectors.