Es muy común que cuando tengamos inquietudes de invertir debamos buscar cuál de las alternativas se adapta mejor, tanto a nuestra personalidad como a nuestro perfil de riesgo. En este sentido, hoy vamos a hablar sobre en qué debemos fijarnos cuando vamos a suscribir fondos de inversión. En Feelcapital lo vamos a desgranar y dividir en 4 sub-apartados en función de una mayor a menor importancia.
El presidente de la UE, Donald Tusk, ha anunciado una
ampliación del plazo del Brexit en principio hasta el 31 de enero de 2020. La
«flextention» (prórroga flexible) se acordará por escrito en los
próximos días, pero el anuncio elimina la posibilidad de que el Reino Unido
abandone la UE sin llegar a un acuerdo en Halloween.
El uso del término «flextention» es altamente
político y claramente diseñado para ayudar al Gobierno en su esfuerzo por
completar el Brexit. En realidad, las dos prórrogas anteriores también eran
flexibles en el sentido de que si el Reino Unido se hubiera puesto de acuerdo
sobre el camino a seguir (con acuerdo o no), podría haberse marchado antes de
estas extensiones.
La atención se centra ahora en el Parlamento y en la necesidad de celebrar elecciones generales. El Gobierno ha dicho que tratará de lograr la aprobación de unas elecciones anticipadas en virtud de la Ley del Parlamento de Duración Determinada, que exige que dos tercios de los miembros apoyen la moción. En sus dos intentos anteriores, el Gobierno no consiguió reunir el apoyo, ya que la amenaza de un Brexit sin acuerdo constituyó un incentivo para que el Parlamento siguiera en funciones. Sin embargo, ahora que se ha conseguido una prórroga, hay pocos incentivos para prolongar el estancamiento.
Parece que el Partido Liberal Demócrata y el Partido
Nacional Escocés han presentado un proyecto de ley que propone la celebración
de elecciones el 9 de diciembre. Esto sólo necesitaría una mayoría simple, pero
requeriría que el Gobierno lo aprobara esta semana, para que el Parlamento se
disuelva el lunes.
Una vez que se confirmen las elecciones, asistiremos a una campaña electoral dura. Según encuestas de opinión recientes, los conservadores tienen una buena ventaja sobre el Partido Laborista, y se espera que ganen las elecciones con una mayoría razonable. Por supuesto, esto podría cambiar a lo largo de la campaña, como pudo comprobar la anterior primera ministra Theresa May en 2017.
La principal amenaza para el Gobierno es el Partido del
Brexit, liderado por Nigel Farage, que quiere que el Brexit se complete lo
antes posible y sin un acuerdo. Esta idea podría atraer a suficientes votantes
para dividir el apoyo al Brexit y, en última instancia, permitir que el Partido
Laborista gane. Sin embargo, si el Partido Conservador de Boris Johnson vence
en los comicios, como se espera, podrá impulsar su última versión del acuerdo
de salida a través del procedimiento legislativo sin muchos impedimentos.
Un Brexit suave con un período de transición eliminaría una
gran parte del riesgo de ralentización de la economía de Reino Unido. Es de
esperar que la inversión de las empresas repunte con la reducción de la
incertidumbre, y que los hogares también puedan aumentar el gasto. Habrá que
trabajar en la acumulación de inventarios de las compañías, lo que supondrá un
obstáculo para el crecimiento, aunque se habría completado a finales de 2020.
En general, podríamos ver una aceleración gradual del crecimiento del PIB y de
la confianza.
Información importante: Los puntos de vista y opiniones aquí contenidos son los de Keith Wade, Economista Jefe de Schroders, y no necesariamente representan puntos de vista expresados o reflejados en otras comunicaciones, estrategias o fondos de Schroders. Este material tiene la intención de ser sólo para fines informativos y no tiene la intención de ser material promocional en ningún sentido. El material no pretende ser una oferta o solicitud de compra o venta de ningún instrumento financiero. El material no tiene la intención de proporcionar y no se debe confiar en él para la contabilidad, asesoramiento jurídico o fiscal, o recomendaciones de inversión. No se debe confiar en las opiniones y la información de este documento cuando se toman decisiones individuales de inversión y/o estratégicas. Las rentabilidades pasadas no son una guía para las rentabilidades futuras y es posible que no se repitan. El valor de las inversiones y los ingresos de las mismas pueden disminuir o aumentar, y los inversores pueden no recuperar las cantidades invertidas originalmente. Todas las inversiones implican riesgos, incluido el riesgo de una posible pérdida de capital. Se cree que la información aquí contenida es fiable, pero Schroders no garantiza su integridad o exactitud. No se debe confiar en las opiniones y la información de este documento cuando se toman decisiones individuales de inversión y/o estratégicas. Los dictámenes de este documento incluyen algunos pronósticos. Creemos que estamos basando nuestras expectativas y creencias en suposiciones razonables dentro de los límites de lo que sabemos actualmente. Sin embargo, no hay garantía de que se vayan a realizar previsiones u opiniones. Estos puntos de vista y opiniones pueden cambiar.
Autor: Azad Zangana, economista y estratega senior para Europa de Schroders
Los rendimientos de la renta fija se
han desplomado una vez más este verano a la luz del recrudecimiento de las
tensiones geopolíticas y la ralentización de la economía mundial. Bogdan
Manescu, de GAM Investments, considera que los inversores en renta fija pueden
seguir encontrando valor y rendimientos interesantes en las emisiones de deuda
pública emergente denominada en divisa fuerte.
Aprovechar las
oportunidades cíclicas en el universo de la deuda emergente denominada en
divisa fuerte
Este verano ha
sido difícil para los inversores: se han intensificado las preocupaciones en el
plano geopolítico y los rendimientos de la renta fija han vuelto a caer como
consecuencia de la búsqueda de refugio por parte de los flujos de capital, pero
no todo ha sido negativo. La deuda pública emergente denominada en divisa
fuerte, según el índice JP Morgan EMBI Global Diversified, ha registrado
rentabilidades de doble dígito (en USD) en lo que va de año1 y
ha batido a los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años. El descenso de los
rendimientos estadounidenses ha sido un factor clave de esta rentabilidad
superior. No obstante, este sigue siendo un resultado destacable, dado que se
ha logrado en un contexto de desaceleración del crecimiento mundial y de
escaramuzas comerciales de distinta intensidad entre los grandes bloques
económicos —EE. UU., China, la UE y Japón—, y ha desafiado la tendencia
habitual, en la que los activos emergentes son los primeros en verse
perjudicados en un clásico contexto de aversión al riesgo.
Los indicios no son
alentadores, pero…
En el ciclo de
subidas de tipos más reciente de la Reserva Federal (Fed) de 2015 a 2018, los
rendimientos estadounidenses comenzaron su tendencia bajista antes del cambio
de discurso de la Fed y cayeron mucho más que el ajuste al tipo oficial de los
fondos de la Fed. Los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años, la referencia
de esta clase de activos, alcanzaron su máximo en el 3,23 % a principios de
noviembre de 2018, mientras que la Fed aplicó su última subida del ciclo en su
reunión de diciembre. Desde entonces, el rendimiento de los bonos del Tesoro
estadounidense a 10 años ha descendido por debajo del 1,5 %, mientras que,
hasta ahora, la Fed solo ha realizado un recorte de 25 pb (en julio) hasta
llevar la horquilla del tipo de los fondos federales hasta el 2,0 % / 2,25 %.
Además, tras tambalearse al borde del precipicio durante un tiempo, el tramo de
2 a 10 años de la curva de rendimientos se invirtió una vez más a finales de
agosto, lo que tradicionalmente se ha considerado como la antesala de una
recesión. Algunos analistas parecen estar ponderando al alza el efecto de la
guerra comercial junto con la decreciente influencia del impulso a corto plazo
proporcionado por los recortes de tipos y la ley estadounidense de empleo (Jobs
Act) de 2017, y concluyen que no hay manera de evitar una recesión.
Sin embargo,
también podría argumentarse que (con base en las reacciones que hemos observado
a las noticias sobre el plano comercial) el descenso de los rendimientos
estadounidenses en todo el espectro de vencimientos constituye más una
consecuencia de las incertidumbres con respecto a las guerras comerciales y la
correspondiente debilidad económica que un reflejo de la aplicación de un
endurecimiento monetario excesivo y demasiado precipitado que esté asfixiando
cada vez más al ciclo económico. Este último escenario es el que se produjo de
forma manifiesta en 1994 y 1995, cuando la Fed subió los tipos hasta en siete
ocasiones en 12 meses y llevó el tipo oficial del 3 % al 6 %, y en el ciclo de
subidas de 2004-2006. Esta vez, la política de la Fed ha sido más comedida, y
los inversores en renta fija prevén que el banco central seguirá recortando los
tipos para apuntalar el contexto económico mundial. Si estas expectativas se
materializan, la postura acomodaticia de la Fed podría revertir la inversión de
la curva, mientras que cualquier acuerdo final en el plano comercial entre EE.
UU. y China debería propiciar una inclinación de la curva. Lo más seguro es que
la continuidad de la incertidumbre probablemente ponga a prueba el coraje de
los inversores de manera regular.
No exactamente una cobertura
«natural»…
Los indicios que arroja la deuda pública emergente denominada en divisa fuerte respecto de la probabilidad de una recesión en EE. UU. tampoco son inequívocos. Esta clase de activos difícilmente constituye una cobertura natural frente a una ralentización económica mundial. La rentabilidad más reciente de las categorías de calificación distintas a grado de inversión se situó en sintonía con cualquier otra clase de activos de renta fija sensible al crecimiento. El diferencial de estos países con calificaciones reducidas se ha ampliado y está ahora en 439 pb2. En cambio, el mensaje que emiten los movimientos en el tramo de mayor calidad —grado de inversión— de la deuda emergente resulta más contrario: los diferenciales de la deuda emergente con grado de inversión se sitúan en el tramo más reducido de su horquilla histórica, en 165 pb2. El índice JPM EMBIG Diversified Investment Grade ha obtenido una rentabilidad del 16,61 % este año3, superando así la rentabilidad del índice de referencia de los bonos estadounidenses a diez años recién emitidos, FTSE 10-Year Treasury, en un 4,2 % durante el mismo periodo. Solo en agosto, este segmento de la deuda emergente registró una revalorización del 4,15 %, lo que no parecería indicar una recesión mundial inminente.
Desde el punto
de vista de las valoraciones, la actual diferencia entre los diferenciales del
segmento de alto rendimiento y el de grado de inversión en el EMBI Global
Diversified se acerca a su máximo histórico de 499 pb, similar a los niveles
observados el 27 de octubre de 2008, en el punto álgido de la crisis financiera
(Gráfica 1).
Incluso si la proporción de deuda pública desarrollada que se negocia con rendimientos negativos descendiera, la demanda de activos que arrojen rendimientos positivos con parámetros fundamentalmente sólidos se mantendrá en el contexto actual. Cabe esperar que se produzcan retrasos temporales cíclicos en la clase de activos emergente debidos al impredecible contexto de la guerra comercial, dado que las economías emergentes han demostrado ser las más favorecidas por la globalización. No obstante, los fundamentales de los países emergentes han mejorado en los últimos años, tal y como ilustra la postura prudente que reflejan las crecientes reservas de divisas (Gráfica 2) de estos países, que se sitúan en máximos históricos.
Motivos para estar convencidos
sobre la inversión en mercados emergentes…
En conclusión,
tenemos razones de peso para creer que, en vista de la reversión del
sentimiento sumamente bajista descontado en los mercados desarrollados, los
segmentos de la deuda emergente que arrojan mayores rendimientos deberían, una
vez más, batir a aquellos de mayor calidad. No se trata tanto de una opinión ni
de una previsión, sino de una visión calculada con base en comparaciones
históricas y en las reacciones que hemos observado en los mercados. A nuestro
juicio, esta situación constituye una oportunidad cíclica para invertir en
deuda pública emergente denominada en divisa fuerte. Creemos que la mejor forma
de aprovechar esta oportunidad es centrarse en los fundamentales económicos
constatables de cada país. A partir de ahora, realizaremos una evaluación a
medio plazo de la solvencia relativa y mantendremos nuestro proceso de
inversión basado en las valoraciones, que llevamos más de una década
perfeccionando.
1A 30 de agosto
de 2019
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refleja el punto de vista de GAM en las actuales condiciones económicas. Se
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