La tan esperada distensión en las relaciones entre EE.UU. y China reduce los riesgos de recesión

Gestoras
recesión
  • Es probable que dure el acuerdo de la fase 1 entre EE.UU. y China
  • La guerra comercial está lejos de terminar, pero reduce los riesgos de recesión
  • El sector financiero estadounidense es el más beneficiado

Los inversores se están tomando un respiro. Durante el fin de semana, EE.UU. y China acordaron llegar a un acuerdo provisional que podría ser un primer paso para poner fin a un conflicto comercial prolongado y económicamente perjudicial. Se trata de un acuerdo global que abarca una amplia gama de cuestiones, incluida la protección de la propiedad intelectual y la apertura del sector de los servicios financieros de China. El acuerdo es aún una tentativa y está incompleto, pero es signficativo. Aunque todavía hay muchas incertidumbres, espero que el acuerdo se formalice pronto y sea duradero. Mucho depende de si estos acuerdos de la primera fase se mantendrán cuando la segunda fase no avance en el futuro.  Dado que ambos países tienen mucho en juego, probablemente lo harán. Redunda en su propio interés alcanzar un acuerdo formal en las próximas semanas, en lugar de dejar que la relación se deteriore de forma incontrolada.

El riesgo de guerra comercial persiste

Aunque el riesgo de caidas en los mercados se reduce con el acuerdo, la guerra comercial no ha terminado. Todavía existe el riesgo de una nueva escalada.  Lo que ocurra con la subida de tarifas programada para diciembre todavia está en juego.  Sin embargo, al menos ambas partes reconocen que hay beneficios en caso de llegar a acuerdos. China necesita de su entorno externo para estabilizarse.  Para los EE.UU., el acuerdo no sólo reduce el riesgo de recesión en el futuro, sino que también abre mercados de un tamaño potencialmente muy grande.  Es probable que el resto de las conversaciones comerciales se alargue sin muchos avances, pero el mercado lo reconoce ampliamente y es poco probable que eso haga descarrilar lo que se acordó en la «primera fase».

El sector financiero de EE.UU. se beneficiará – la guerra tecnológica continúa

Aparte de la agricultura estadounidense, el sector financiero es el que más se beneficiará de la apertura del mercado chino.  El mercado financiero en China es casi tan grande como el de los Estados Unidos.  Representa una importante oportunidad de crecimiento para las empresas estadounidenses.  Las compañías financieras estadounidenses tienen una buena reputación en general, y algunas de ellas ya tienen un buen reconocimiento de marca en China.  Ellos se beneficiarán significativamente después de que se cierre el trato.

El sector tecnológico sigue en el limbo.  La cuestión de Huawei estaba «separada» del acuerdo comercial y dudo que haya algún avance.  Incluso a largo plazo, habrá fisuras significativas.  Sin embargo, no todas las empresas se ven afectadas por igual.  Algunos, como Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. (TSMC), debería ser capaz de funcionar bien en un mundo de incertidumbres.  Pero es importante reconocer que la «guerra tecnológica» está en curso y que el problema subyacente no puede resolverse de forma real.

El acuerdo eleva el sentimiento económico

Aunque la presión cíclica en muchas partes del mundo sigue siendo alta, el acuerdo ayuda a frenar el deslizamiento a la baja tanto en la economía china como en la estadounidense. El acuerdo es muy amplio.  Alcanzar un acuerdo de este tipo reduce las incertidumbres en el mundo.  El mercado tardará en apreciar su impacto positivo.  Europa también debería beneficiarse de la reducción del riesgo de caídas.  Las economías de mercados emergentes deberían sentirse aliviadas de que la desventaja del renminbi esté oficialmente restringida como parte del compromiso chino.

Para que el crecimiento se recupere, la economía real debe reevaluar los riesgos

Todavía hay presión sobre los bancos centrales para que se relajen, pero no pueden salvar la economía mundial por sí solos. Necesitan que las empresas y los hogares de la economía real vuelvan a evaluar los riesgos antes de que se pueda reanudar el crecimiento. El acuerdo comercial reduce el riesgo de caídas, que es un requisito previo para que muchas empresas empiecen a invertir de nuevo. Los inversores que prefieren empresas con ventajas competitivas reales que puedan prosperar incluso cuando hay muchas incertidumbres, probablemente obtendrán mejores resultados que los que dependen de la liquidez de los bancos centrales.

Autor: Jin Zhang, Gerente Senior de Cartera

Esta es la opinión personal del autor y no refleja necesariamente la opinión de Vontobel Asset Management.

¿Es posible invertir en renta fija de forma responsable?

Gestoras
renta fija

Le remitimos al glosario para una explicación de los términos de inversión empleados en este artículo.

La inversión responsable conlleva inevitablemente debates sobre qué tipos de activos deberían considerarse o no elegibles. A menudo, las decisiones de inversión se basan en las características medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) de un activo.

A la hora de invertir en acciones o bonos corporativos, sectores enteros podrían descartarse completamente debido al daño percibido que ocasionan a la sociedad o al medioambiente. También podría excluirse a compañías individuales de una cartera, debido por ejemplo a su mal gobierno corporativo o a actividades perjudiciales.

En el caso de los bonos soberanos, la amplia gama de actividades que desarrollan los gobiernos podría dificultar la evaluación de si satisfacen o no las definiciones tradicionales de la inversión responsable.

En pos del bien común

Yo creo que es mejor considerar las ventajas que el gasto público y las políticas gubernamentales traen consigo con el tiempo, y facilitar la inversión en deuda soberana en lugar de concentrarnos en aspectos negativos. La considerable proporción del gasto gubernamental dedicada a la prestación de servicios públicos como la sanidad y la educación significa que su efecto neto puede ser muy positivo para la sociedad.

Por supuesto, la gran multitud de finalidades a las que los gobiernos asignan sus ingresos hace que a pocos se les atribuya una conducta irreprochable en base a las interpretaciones más estrictas de los criterios ESG. Esto podría llevar a algunos inversores a preferir no invertir en deuda soberana sobre la base del gasto público en ciertos ámbitos como el de defensa, que conlleva la compra de armamento.

No obstante, tampoco deberíamos olvidar que la mayor parte de los ingresos de cualquier gobierno procederán seguramente de impuestos y no de la venta de bonos, lo cual diluye cualquier vínculo entre la deuda soberana y todo gasto que pueda verse como pernicioso. Cuando las actividades de un gobierno se consideran beneficiosas para la sociedad o el medioambiente a través de la regulación, creo que invertir en los bonos de dicho país puede ser plenamente compatible con un enfoque ESG.

Es importante puntualizar que invertir en los bonos de un gobierno concreto no debería interpretarse bajo ninguna circunstancia como respaldo o muestra de apoyo a un partido político o su programa, o como expresión de una postura política.

Sopesar el impacto

Antes de invertir en los bonos de un gobierno, creo que es imprescindible evaluar las características fundamentales capaces de afectar a la capacidad de un país para hacer frente a los pagos relacionados con su deuda, junto al valor que puedan ofrecer como activo de inversión. Estas características incluyen sus políticas monetaria y fiscal, tendencias económicas, las intenciones políticas y el entorno social.

Por muy atractivos que parezcan estos fundamentales, todo gobierno deberá superar una exhaustiva evaluación ESG. El primer paso podría ser cribar a los emisores mediante calificaciones independientes que evalúan a gobiernos en base a varias medidas ESG, como por ejemplo factores socioeconómicos y gestión financiera: solo aquellos que satisfagan ciertos estándares podrán ser candidatos a una inversión potencial.

En mi opinión, estas calificaciones deberían suplementarse con un análisis cualitativo empleando datos disponibles de fuentes fidedignas. El objetivo es asegurarnos de que un país cumple ciertos estándares de estado de derecho, derechos humanos y medioambiente, entre otras consideraciones importantes.

Pienso que los gobiernos con puntuaciones ESG elevadas tienen mayor probabilidad de ser inversiones de menor riesgo. Al fin y al cabo, la percepción de buena gestión se verá seguramente reflejada en la capacidad y la voluntad de un gobierno para satisfacer oportunamente todo pago a los tenedores de su deuda. De modo similar, mejorar el nivel de vida, la sanidad y la educación elevará el crecimiento potencial de una economía en el largo plazo, reduciendo con ello el riesgo financiero para los inversores en sus bonos de mayor vencimiento.

Demasiado importante para ignorarse

La complejidad de evaluar deuda soberana a través de una lente ESG no es motivo suficiente para optar por no invertir en esta clase de activos. Creo que los bonos soberanos merecen considerarse de forma cabal e imparcial para su inclusión en carteras con filtros ESG.

Por un lado, está claro que los gobiernos juegan un papel importantísimo a la hora de influir positivamente en los retos que importan a los inversores responsables. Desde un punto de vista de inversión, la deuda soberana también puede ser un componente esencial en una cartera de inversión.

A la hora de asignar una cartera de inversión en un abanico de activos globales para lograr un equilibrio atractivo de riesgo y rentabilidad, los bonos soberanos pueden desempeñar un papel crucial, al que otras clases de activos sencillamente no pueden aspirar.

Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión. El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. No puede garantizarse que el fondo alcance su objetivo, y es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.

M&G Investments

Esta información no constituye una oferta ni un ofrecimiento para la adquisición de acciones de inversión en cualquiera de los fondos de M&G. Promoción financiera publicada por M&G International Investments S.A. Domicilio social: 16, boulevard Royal, L-2449, Luxembourg.

Maria Municchi, gestora de fondos