2017: El año chino del gallo

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2017, el año chino del gallo

El gallo de Barcelos es uno de los emblemas más reconocidos de Portugal. Su representación en la parafernalia folclórica es imposible de evitar en la mayoría de tiendas turísticas del país. La leyenda que origina esta imagen se remonta a un peregrino gallego que pasaba por Barcelos en su camino a Santiago y fue acusado erróneamente de haber robado. Al ser condenado a la horca, el inculpado prometió que un gallo muerto cantaría en el momento en que fuese ahorcado si era inocente. Algo inverosímil tuvo que pasar para que el peregrino pudiera salvarse. Algo parecido ha pasado con los mercados financieros este año. Empezaron en enero lastrados por una marcada desaceleración de la economía china y han sido salvados por, entre otros motivos, promesas del próximamente investido presidente de los Estados Unidos. El año chino del gallo comienza el mismo mes de la investidura y tendremos la oportunidad de ver si el señor presidente es más como ha prometido o un gallo cantamañanas que la opinión nacional condenará.

Lo mismo sucede con la economía china: el endeudamiento y debilitamiento de la moneda de este país asustó a mediados 2015 de marzo de este año con la mayor caída en las bolsas europeas desde la crisis del euro de 2011. Parece que las riendas de hierro del Politburo calmaron a los observadores de esa economía pero no a los inversores chinos que han intentado sacar su capital del país de todas las formas imaginables. Los controles de capital no han podido evitar que las reservas del banco central chino se reduzcan a mínimos desconocidos desde 2010 cuando su economía estaba en mucho mejor estado. Adicionalmente, existen otros motivos para preocuparse en 2016. Primero, la devaluación de la moneda china puede causar, una menor inflación y caídas en los precios de las materias primas, ya que China es el mayor consumidor global; también tendría un efecto sobre las compañías asiáticas que se hayan endeudado en dólares debido a su revalorización. La deuda en dólares representaría aproximadamente un 12% del PIB chino según el Banco de Pagos Internacionales. Segundo, el incremento del nivel de deuda derivado de una está teniendo unos retornos por debajo de los esperados. Aunque el nivel de endeudamiento no es alto para estándares de países desarrollados, sí que puede serlo si tienen un problema de morosidad y un shock de demanda. Un banco de inversión asiático, CLSA, indicó este verano que de un 15% a un 19% de los créditos de la banca china podrían ser morosos. El papel del banco central y gobierno chino ha sido el de inyectar capital en los bancos. Un crecimiento económico todavía alto y un control absoluto del sistema financiero por el gobierno hacen que haya solo una remota posibilidad de quiebra del sistema.

El 2017 será un año en el que los inversores deberán tener un cuidado especial con un hipotético shock macroeconómico, pero aún más con los mercados financieros. Como hemos visto, el comportamiento de la renta fija no deja de tener un riesgo desproporcionadamente alto respecto a la escasa rentabilidad ofrecida. Un augurio de lo que está por venir ha sido la caída de los bonos gubernamentales de países occidentales por las expectativas de mayor inflación sustentadas por una continua presión al alza en salarios y en el precio del petróleo. La media de inflación esperada por los pronosticadores de la revista “The Economist” es 1,3% para 2017 en Europa y 2,3% en Estados Unidos. Eso hace que las rentabilidades reales esperadas de la mayor parte de la renta fija soberana en esas dos regiones sigan siendo negativas. La reciente subida del tipo de la Reserva Federal y tres leves subidas esperadas para 2017 apoyarán un continuo incremento de los tipos de interés.

 

Huyendo del fuego, caímos en la brasas

Ante la falta de alternativas, el mercado de renta variable parece ser la opción más lógica. Sin embargo, con precaución tenemos que tener en cuenta que la valoración de los mercados en nuestras dos regiones de referencia está por encima de cualquier serie histórica y en varias medidas por arriba del pico de 2007. El Shiller PE es una medida de valoración razonable que toma en cuenta los beneficios de los últimos 10 años. Este ratio para el S&P 500 es de 27x cuando la media reciente es de 24x. Este indicador inflado no implica que vaya a pinchar el mercado a corto plazo. Lo que sí nos indica es que las rentabilidades esperadas van a ser inferiores a las históricas. Si asumimos que las expectativas de crecimiento de beneficios son más o menos correctas, podríamos pedirle al mercado americano de media una rentabilidad anual del 4%. Europa ofrece una mejor imagen y nuestro país es un rara avis por estar especialmente barato ya que los beneficios de los bancos siguen muy por debajo de su media histórica. La cuestión es si esos beneficios bancarios, con el viento de los tipos interés en popa, pueden recuperarse. El consenso prefiere por ahora darles el beneficio de la duda y prevé un 18% de crecimiento en beneficio por acción para el IBEX 35 en 2017 y un 12% para el Euro Stoxx 50. Ambas métricas estarían además apoyadas por la depreciación del euro y el apalancamiento operativo. En el caso de que cualquiera de estos factores faltase, probablemente estaríamos ante otro año de crecimiento decepcionante con su correspondiente efecto sobre el sentimiento inversor.

¿Cantará el gallo en 2017? ¿Podrá Trump lanzar el mayor plan de infraestructuras desde el New Deal? ¿Podrá China acometer un aterrizaje suave de su economía y controlar su moneda? ¿Veremos los tipos de interés corporativos estables? ¿Crecerán tanto los beneficios como se espera? Desde luego, preferimos reducir nuestra exposición a estos riesgos y a los mercados en general aunque sigamos viendo valor en ciertas compañías y mercados europeos.

 

Los mejores mercados emergentes para 2017 según los inversores

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Estos son, para los principales inversores, los mejores mercados emergentes para 2017. Rusia y la India son los más populares, como también lo son los bonos corporativos brasileños y el peso mexicano debido a lo barato que está.

Las principales elecciones para este año se centran en los mercados cuyo panorama político está mejorando y sus activos son menos vulnerables a los sobresaltos que vengan por parte de los EEUU, con las previsibles subidas de tipos de interés y las políticas del nuevo presidente Donald Trump.

Rusia

Para los inversores que toman prestado en divisas con bajos tipos de interés y compran las que tienen los tipos altos, el rublo ruso es la mejor apuesta. UBS Group AG dice que el carry trade del rublo podría dar retornos potenciales del 26% a finales de año, el mayor entre sus compañeros de los países en desarrollo de la EMEA. Además de tener los tipos de interés relativamente altos, Rusia se beneficiará de la subida del precio del petróleo. Esto contribuye a que su mercado de renta variable sea un candidato obvio para NN Investment Partners.

Los mejores mercados emergentes para 2017 según los inversores

Sudáfrica

Algunos inversores ven el poder de Jacob Zuma disminuyendo, aumentando el apetito por las acciones y los bonos surafricanos; especialmente dado que algún día el país evitará, probablemente, una rebaja de la deuda.

México

La divisa es la más atractiva entre los países latinoamericanos. No solo está el peso barato, sino que además se beneficiará de las políticas del Banxico para favorecer la subida de los tipos de interés y de una presidencia estadounidense que será menos proteccionista de lo esperado, según Ebury Partners.

Brasil

Los bonos de Petrobras siguen “estando baratos”, los Cocos del Banco do Brasil tienen potencial alcista y Samarco es una apuesta agresiva ya que la compañía retomará sus operaciones este año y renegociará sus bonos, según la opinión de Andbanc Brokerage en Miami.

Chile

Las acciones del país se beneficiarán de la subida del precio del cobre y las perspectivas de más políticas “business friendly” después de las elecciones presidenciales de 2017, según perspectivas de Morgan Stanley, JPMorgan Chase y BTG Pactual Group.

India

Dada la posibilidad de un giro proteccionista de Estados Unidos bajo la presidencia de Trump este año, los activos de este país asiático parecen cada vez más atractivos. La decisión del primer ministro Narenda Modi de retirar los billetes altos puede ver una desaceleración y un recorte en los tipos de interés, lo que será bueno para los bonos.

Indonesia

La mayoría de las grandes compañías del índice de referencia de la Bolsa de Indonesia son empresas de consumo o mineras, por lo que se deberían ver beneficiadas si los precios del carbón y del níquel siguen subiendo en 2017. Los bonos de alto rendimiento de Indonesia son un favorito perenne para los inversores, especialmente desde que el déficit por cuenta corriente se ha reducido significativamente en los últimos años haciendo del país un entorno mucho menos vulnerable al incremento del coste del préstamo en EEUU.

Fuente Bloomberg.com

¿Quedan oportunidades en el crédito corporativo?

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Quedan oportunidades en el crédito corporativo

Dado que el BCE va a seguir con su política flexible, es posible que el nivel de nuevas emisiones por parte de empresas industriales se ajuste a la demanda procedente del programa de compra de bonos corporativos. Con este soporte técnico, creemos que los bonos con grado de inversión mid-yield (con rango entre AAA y BBB) seguirán siendo atractivos. A esto habría que añadir que los bancos centrales mantendrán, en términos generales, sus posturas acomodaticias en el futuro próximo. Además, se espera que los impagos en Estados Unidos el próximo año sean más bajos y a este lado del Atlántico, las economías de la zona euro han demostrado tener una mayor capacidad para resistir el shock generado por el Brexit de lo que se esperaba. Por tanto, creemos que los inversores deberían compartir nuestro punto de vista positivo

Teniendo en cuenta el contexto reciente, nuestra opinión es que las condiciones financieras flexibles seguirán presentes durante mucho tiempo. Y esto podría llevar de nuevo a un escenario de “Goldilocks” en 2017 en el que veremos un crecimiento económico modesto sostenido mediante un exceso de capacidad que se reducirá solo de forma gradual. Este escenario no dará lugar a un aumento importante de las dinámicas de inflación subyacente, haciendo que la mayoría de los bancos centrales mantengan sus posturas acomodaticias y por tanto sin que se vislumbre un endurecimiento monetario agresivo en el corto plazo. Esto debería prolongar el ciclo tanto de crédito como económico y la mayoría de los activos deberían seguir comportándose bien.

¿Quedan oportunidades en el crédito corporativo?

Ante este panorama, seguiremos combinando bonos de alto rendimiento y deuda subordinada a corto plazo y con cupones elevados con bonos corporativos industriales más conservadores del sector inmobiliario, de empresas tabacaleras y también de industrias relacionadas con las infraestructuras, como los aeropuertos, carreteras y servicios públicos. Preferimos bonos corporativos con una menor sensibilidad a la duración, por ejemplo, los híbridos corporativos. En la misma línea, tenemos poca exposición a bonos a largo plazo de empresas del sector del consumo doméstico de la zona euro así como a bonos a largo plazo de multinacionales relacionadas con el comercio.

 

Mondher Bettaieb, gestor del fondo Vontobel Fund- EUR Corporate Bond Mid Yield