Asesoramiento en fondos de inversión FeelCapital
“Enfermedad epidémica aguda, acompañada de fiebre y con manifestaciones variadas, especialmente catarrales” es la definición que la Real Academia Española nos brinda para definir la gripe. ¿Acabáis de pasarla? ¿Rodeados en el trabajo de toses y estornudos? ¿Empezando a sentir los primeros síntomas?
Sea como fuere, a todos nos resulta más que familiar la gripe y sus incómodas consecuencias. Sobre todo en estos meses de frío la tenemos bien presente. Pero, ¿te has planteado si existen virus similares que puedan provocar esta enfermedad a las inversiones?
Analicemos: “enfermedad epidémica aguda”. Los Bancos han generado virus muy potentes, que son capaces de hacer enfermar las inversiones. Sin verla venir, aparece la “fiebre” de los famosos Fondos de Inversión Garantizados y la gripe acaba siendo epidémica. En los últimos tiempos, estos Fondos han conseguido posicionarse como los más vendidos, es decir, los Bancos en las campañas de turno asesoraban comprarlos y se ha ido extendiendo el virus hasta que cada vez más inversores han sido contagiados.
Pero los Bancos han podido generar otro virus, como son los Fondos de Rentabilidad Objetivo. Cambiaron las campañas y empezaron a colocar estos productos. Jugaron con las palabras y las cifras para atraer a pequeños ahorradores, toserles y contagiarles. Les llevaron hacia productos más arriesgados y sin garantías del cumplimiento de ese objetivo, días de cama y termómetro. Rentabilidades muy buenas acabaron siendo espejismos causados por la fiebre.
Los inocentes inversores empezaron a sentir distintos síntomas “catarrales” relacionados con la pérdida de rentabilidad, cobro de comisiones o esa gestión que creían que produciría y, sin embargo, acabaron manteniendo posición y la inflación causó estragos. Se les va cerrando la garganta. Cuando el inversor cree ir sano por la vida, en verdad, su salud se va deteriorando por el “consumo” de productos que se venden con información engañosa.
¿Hay cura? Claro que sí. No tiene cabida automedicarse, hay que acudir a un especialista. Tampoco valen los consejos de las gestoras, ni de los bancos, si los consideramos como los farmacéuticos y los médicos de cabecera, respectivamente, puesto que esos consejos están sesgados al recomendar “sus medicamentos”. Existen herramientas de asesoramiento independiente, digital o no, (de bajo coste en el caso de los primeros) que realizan un trabajo eficaz y eficiente ayudando a superar la “enfermedad”. Se debe ser prudente y siempre tomar medicinas recetadas convenientemente.
Los grupos de riesgo los encontramos principalmente en niños y ancianos, es decir, inversores primerizos que, después de mucho tiempo con sus bancos, se dejan aconsejar a ciegas por ellos. Por favor, ojo con los Bancos porque pueden contagiar con los Garantizados o con los Fondos Objetivo.
Siempre recomendamos prevenir el contagio con vitaminas, es decir, con una planificación adecuada y con dosis de conocimientos actuales financieros. Y al igual que se hace con los médicos, solicitar otras opiniones si es necesario.
Los Fondos Garantizados o de Rentabilidad Objetivo tienen sus días contados. Es insostenible una situación en la que el inversor no obtenga rentabilidad y sólo ofrezca beneficio a la entidad financiera.
Acude a tu médico especialista para mantener siempre tu salud financiera porque “el aconsejar es un oficio tan común que lo usan muchos y lo saben hacer muy pocos” (Fray Antonio de Guevara).