Ajuste de pesos factoriales en un modelo de factores ponderados

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Parte de la ventaja de usar un modelo de factores ponderados es la capacidad del usuario para asignar diferentes ponderaciones a cada factor para reflejar su importancia relativa. Este es un enfoque mucho más intuitivo que el cribado equi-ponderado para el planificador que cree que algunos factores son más importantes que otros. El truco consiste en la cuantificación de estas creencias.

Hay varias maneras de asignar pesos que van desde lo simple a lo complejo. Los comprendidos en la categoría de este último intento de medir la contribución de cada factor a través de un análisis estadístico de los resultados anteriores. Los resultados se reflejan posteriormente en pesos para cada factor. El costo y el tiempo de este procedimiento es probable que sea más allá del alcance de muchos planificadores.

En el otro extremo del espectro se encuentran algunas herramientas de modelado muy simplistas. Estas permiten que el planificador seleccione un número de factores y luego asigne pesos a cada uno. A continuación, las herramientas aplican el modelo de universo del usuario de los fondos, calculan las puntuaciones de cada uno, y muestran los resultados ordenados. Subprogramas de este enfoque están disponibles en varios sitios web populares de inversión. Por otra parte, con un poco de trabajo de un planificador con acceso a una base de datos de información de fondo (como Morningstar) puede crear el peso de un modelo simple factor en un programa de hoja de cálculo.

Hay, sin embargo, importantes limitaciones a este proceso, siendo la más importante la falta de rigor. Mientras que el planificador puede tener un sentido de cuáles son los factores que incluyen y su importancia relativa, las herramientas más simples requieren al planificador para traducir heurísticamente esos sentimientos en pesos numéricos.

Para simplificar el proceso, algunos requieren incrementos de 5% o 10%. Un planificador de la creación de su propio modelo en una hoja de cálculo es probable que utilice atajos similares. Sin más ayuda, es difícil – si no imposible – para el planificador determinar razonablemente los valores apropiados con tal precisión. En esencia, las herramientas más simples carecen de la base analítica necesaria para generar resultados fiables.

Los separatismos nos salen caros

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La vida es cara, es un hecho. Pero si vamos haciendo el ridículo por ahí, nos sale aún más cara. Las disputas políticas internas, por rocambolescas y sinsentido que nos parezcan, no nos afectan si como con los trapos sucios del dicho “se lavan en casa” y no trascienden más allá de nuestras fronteras. Pero no es el caso.

La independencia de Cataluña, como todas las aventuras políticas con un importante aire a ciencia ficción, no es algo que pasa desapercibido, sino que llama la atención (y mucho) a la prensa internacional. Los extremismos y su ideología radical abocada al desastre (véase el ejemplo de Grecia), tampoco ayudan a mejorar nuestra imagen, sino todo lo contrario. De hecho, ya a día de hoy, la imagen que proyectamos al exterior, gracias a todo esto, es penosa y nos pasa factura.

Como todos sabemos, nuestro país acude periódicamente a financiarse a los mercados y cualquier acontecimiento socioeconómico que afecte a la imagen que damos al exterior, tiene su efecto en la percepción del riesgo-país que nos asignan a la hora de prestarnos dinero. Eso es un hecho más que evidente.

Lo que hasta ahora no era tan evidente es que el continuo desgaste político al que la situación catalana y extremista nos está llevando, se está traduciendo en un mayor coste al Estado español para financiarse.

Hace unos días, Barclays mandó una nota a sus clientes en la que explicaba que «los bonos del Gobierno español están siendo afectados por los acontecimientos políticos de 2015, con la preocupación sobre los grupos extremistas y la independencia de Cataluña siendo críticos para su trayectoria”.

El 11 de este mes el bono español superaba en 27 puntos básicos al italiano. Otras entidades ya se pasan al bono italiano por ser menos arriesgado, como RBS. JPMorgan, por su lado, cerró sus recomendaciones de compra del bono español precisamente por esta incertidumbre política.

Juzguen ustedes mismos, pero ya es un hecho que la supuesta independencia catalana y el riesgo extremista generan los ridículos y desplantes que nos cuesta dinero a todos los españoles, que sufrimos y pagamos los intereses de la deuda que aumentan con la tensión política tan ridícula que se genera en España.

 

Resumen de las directrices de un buen test de evaluación de la Tolerancia al Riesgo

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Hemos hecho una pequeña serie de entradas en las que hablábamos sobre distintos indicadores que podíamos usar para conocer la calidad de una prueba de Tolerancia al Riesgo.

Esto que puede parecer trivial, es de suma importancia porque en función del resultado de la prueba de evaluación de la tolerancia al riesgo nos recomendarán una cosa u otra, por lo que es crucial saber si esta perfilación puede ser válida o no. Aquí va un pequeño resumen de lo hablado anteriormente.

Las directrices fundamentales que un asesor y /o un planificador debe tener en cuenta son las siguientes:
• La prueba debe tener buena validez aparente. Las preguntas de la prueba preguntarán acerca de opciones financieras y cuestiones relacionadas que son relevantes para el cliente

• La prueba ha sido validada. Concretamente, ¿qué datos se utilizan para comprobar la medida de tolerancia al riesgo? ¿Cuáles fueron los resultados de los análisis de los factores que se realizaron en el desarrollo de la prueba? ¿Qué factores permanecieron en la prueba final, y cuáles fueron las cargas de estos factores, y el número de elementos que representó cada factor?

• La prueba debe tener un buen nivel de fiabilidad. Si los resultados de un test varían notablemente de una manera que no se puede explicar, entonces la prueba no es fiable. Las medidas de tolerancia al riesgo que no reflejan diferentes pruebas de fiabilidad deben evitarse. Hay que evitar también el uso de formas de medición cortas, ya que tales pruebas tienen menores niveles de fiabilidad. Una prueba más larga es mejor que una prueba corta, porque cada pregunta añadida mejora la toma de muestras de la actitud.

• Las bases de la prueba deben estar disponibles de modo que sea posible informar a los clientes cómo es su puntuación de tolerancia al riesgo en comparación con los miembros de la población general de personas que también están buscando asesoramiento sobre planificación financiera de tus finanzas personales.

Fiabilidad de una prueba de tolerancia al riesgo en fondos de inversión: Tamaño.

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Pocas formas de medición cortas de una actitud son fiables y válidas en fondos de inversión. Una forma corta suele ser una prueba de una actitud (por ejemplo, la actitud de tolerancia al riesgo, la bebida y la conducción, actitud hacia la conservación del agua etc.) que utiliza menos de aproximadamente 10-12 elementos para medir el desarrollo de esa actitud.

Estas formas cortas deben ser evitadas por varias razones. En primer lugar, en casos extremos, es posible que sólo un par de preguntas en estas pruebas cortas estén realmente tratando la actitud específica que se quiere medir. Además, si una actitud es multidimensional, ya que la mayoría lo son, las pruebas cortas no tienen suficientes preguntas para probar el amplio dominio de los factores que influyen en la construcción, ya se trate de las actitudes de tolerancia al riesgo, beber y conducir o el medio ambiente.

Comoconsecuencia, estas medidas darán resultados inexactos acerca del nivel de tolerancia al riesgo del cliente. Se sabe que la fiabilidad de un test cae por debajo de niveles aceptables según se van reduciendo el número de elementos de dicho test. (Cronbach, 1990).

Como se mencionó en entradas anteriores, las estimaciones de fiabilidad varían de cero a uno. Como guía, tener diez elementos/preguntas aproximan un nivel de confianza de 0,80, que se considera como un buen nivel de fiabilidad para que una prueba sea útil por los investigadores en psicología y otras disciplinas que estudian las actitudes y comportamientos de las personas (Cronbach, 1990; Zikmund, 2000).

Esta guía, no obstante, sólo se aplica cuando la versión más larga de la prueba en primer lugar tiene una fiabilidad muy alta (es decir, 0.90 y superior). Productores de pruebas comerciales de tolerancia al riesgo u otras actitudes, sin embargo, quieren niveles de fiabilidad a 0,80 y probablemente más altos debido a la ventaja comercial de ser capaz de promover su producto como una medida más fiable que otras medidas. Es decir, el usuario de una prueba que tiene niveles altos de fiabilidad puede estar muy seguro de la exactitud de las puntuaciones en la prueba.